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Paula Badosa, el juguete roto que Xavi Budó ha arreglado con mucho trabajo mental
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"su ansiedad no le dejaba vivir"

Paula Badosa, el juguete roto que Xavi Budó ha arreglado con mucho trabajo mental

Hace un año que Xavi Budó comenzó a ser el entrenador de Paula, desde entonces ha vuelto a ser ella misma demostrando el gran nivel que tiene. Xavi lo comparte y se lo cuenta a El Confidencial

Foto: Paula Badosa debuta este martes en el US Open. (EFE)
Paula Badosa debuta este martes en el US Open. (EFE)

Paula Badosa tocó fondo en septiembre de 2018. La campeona de Roland Garros júnior en 2015, una de las grandes promesas del tenis español, había perdido la pasión, tenía un entorno que no le favorecía y llegó a plantearse dejar de jugar. Pero, con la ayuda de Xavi Budó, comprendió que aún no era el momento. El antiguo entrenador de Carla Suárez fue un salvavidas para Badosa. Vio en ella un gran reto y ambos decidieron unir sus caminos para hacer de Paula una gran tenista, algo que por aquel entonces ella tenía totalmente olvidado.

Casi un año después, Badosa disputará el US Open por primera vez su vida, una meta a la que ha llegado tras horas y horas de entrenamiento y sacrificios. Cayó en la fase previa, pero fue repescada y estará en el cuadro final que arranca este lunes. Se enfrentará el martes a la holandesa Kiki Bertens, séptima favorita del torneo.

La tenista ha asimilado bien su derrota en la previa y ha sacado cosas positivas, explica Budó a El Confidencial. "Está muy bien, lógicamente quedó tocada tras la derrota porque es una ganadora, tiene un carácter ganador y acabar así pues no es algo que le agrade, pero ahora es mucho más madura y asimila mucho mejor las derrotas y saber que ha podido entrar igualmente a la fase final es algo que le anima mucho. Paula ahora es una persona que tiene muchas ganas de recuperar el tiempo perdido", comenta el entrenador.

placeholder Badosa fue campeona de Roland Garros junior en 2015. (Reuters)
Badosa fue campeona de Roland Garros junior en 2015. (Reuters)

Con una charla empezó todo

La historia de Xavi y Paula empezó antes de septiembre de 2018, pues la tenista ya había estado en la academia de Budó antes de que sus caminos se cruzasen. "La habían tenido otros entrenadores porque yo estaba con Carla Suárez. Cuando llegó septiembre y se sentó a hablar conmigo a mí me impactó mucho", recuerda. Badosa no era Badosa. "Era un juguete roto, una persona hundida, sin confianza en ella misma y muchas cosas de su carrera le habían superado. Todo ello hizo que el personaje devorase a la persona por completo. Esa es la situación en la que yo me encontré a Paula, tenía una ansiedad enorme que no le dejaba vivir y eso era lo primero que tenía que trabajar para encontrarse a sí misma".

"Para empezar tuvimos una conversación muy larga en la que yo le dejé claro que la oportunidad me apetecía mucho, lo veía como un reto mayúsculo y lo primero que me marqué fue organizar una escala de valores para que ella tuviese claro qué íbamos a hacer para que volviese a ser Paula. Había que reorganizar su entorno, sus redes sociales... No era una tarea fácil, pero sí necesaria. También tenía que recordarle todo lo bueno que tenía como persona para hacerle olvidar lo malo cuanto antes. Es decir, fue como empezar a trabajar casi desde cero", dice el entrenador catalán.

El presente es una película totalmente diferente. "Ahora en cambio parece que mejora cada día, es asombroso. En septiembre del año pasado estaba al 20% de su capacidad y ahora puede que esté... en un 50%. Juega con un talento y una ambición tremendos, pero va a mejorar mucho en lo físico y en lo táctico todavía, estoy seguro. Es una jugadora sin ningún tipo de límites". Una proyección que, desde luego, no invita a firmar nada para el futuro. "Con Paula no firmo nada: ni títulos, ni rankings ni ningún éxito. Es una jugadora sin ningún tipo de techo y con lo que demuestra cada día y lo que ha hecho este año lo sigue en sus próximos años no imaginamos dónde puede estar su límite, es una cosa de locos".

Ya está en el top-100

Con solo 21 años, Paula Badosa tiene un gran futuro aún por delante en un circuito cargado de grandes tenistas. "Hay un grupo de siete u ocho jugadoras muy fuertes que van a ser las dominadoras del tenis en unos años, y algunas están mucho mejor que Paula en el ránking, pero si ella sigue trabajando en los próximos años como lo ha hecho en este estoy seguro de que puede ser parte de ese grupo de chicas que marque una época en el futuro", apunta Xavi.

El esfuerzo de Badosa por fin tiene recompensa: ha entrado en el top-100, algo que para cualquier jugadora supone un motivo de alegría enorme. "Representa mucho para un tenista, es su presentación oficial como profesional porque ya puede aspirar a jugar las fases finales de un Grand Slam. La noticia le alegró mucho y le ha llenado de ilusión, más si cabe incluso".

Poco a poco, las buenas noticias están llegando a la vida deportiva de Paula Badosa, pero Xavi ve en ellas un gran riesgo que está instalado en el día a día de la gente: la obsesión con el éxito inmediato. Es un arma muy peligrosa que Paula tiene que intentar evitar.

"Hoy en día hay una cultura de la inmediatez tremenda, le pasa a todos los jóvenes. Quieren que el éxito sea inmediato: ganar cuanto más dinero mejor, títulos, conseguir muchos 'likes' en Instagram y retuits en Twitter", dice Budó. "No hay término medio, el éxito solo es ganar y el fracaso solo es perder. Es solo o blanco o negro, es una cultura que creo que estamos creando y que los jóvenes están expandiendo. Paula ganó muy joven Roland Garros y ya se le apodó como la Sharapova española y eso y el entorno le hizo mucho daño, la gente pensó que ya estaba en el Everest pero ahí solo se puede subir metro a metro, no en helicóptero. Si tú tienes un mal entorno te puede llevar a esa creencia e incluso hacer que el personaje se derrumbe por completo y a Paula le pasó eso, por ello lo primer que hicimos fue hablarlo y mentalizarla de que el Everest hay que subirlo poco a poco".

El entorno es un 'fantasma' que tiene que estar para hacerte ver todo. "Ser tenista te obliga a tener un entorno que te diga las verdades aunque no te gusten, e igual que con un tenista con cualquier deportista o famoso", señala el técnico. "Paula, como muchos deportistas, tenía un entorno mucho más por interés que por apego real a ella. La gente no se hace una idea de lo importante que es tener la cabeza amueblada. Cuando empecé con ella fueron muchísimas horas de charla para formar una personalidad, una manera de ser tanto dentro como fuera de la pista, formar unos valores... Entonces el trabajo mental es mucho más importante que cualquier otra cosa. La manera de ser y la mentalidad es lo que marca diferencias en el mundo del tenis, si no mira a Rafa Nadal, quien para mí es el mejor tenista porque ha asimilado el tenis como un estilo de vida".

placeholder Paula Badosa disputando un partido en Wimbledom. (EFE)
Paula Badosa disputando un partido en Wimbledom. (EFE)

Un deseo para el futuro

Él es su entrenador, pero desde que trabajan juntos también ha aprendido de Paula: "Al vivir tantos momentos con alguien aprendes mucho de esa persona, es algo mutuo. De ella he aprendido que si eres auténtico y valiente, puedes ir por la vida siempre con la cabeza muy alta. Yo soy muy crítico con ese tema, porque pienso que hoy en día hay mucha falsedad y muchas dobles caras en la vida, y lo que más me gusta de ella es que es una persona muy sincera, directa y auténtica".

No toda la mirada se centra en el presente, Budó se guarda un deseo para el futuro. "En el caso de Paula, que sea feliz, es una chica muy emocional y sensible que lo ha pasado muy mal. Y para mí lo mismo en realidad, eso lo valoro mucho. Me siento un afortunado porque día a día lucho por mis sueños y eso es algo que no quiero que acabe nunca", concluye el entrenador.

Un presente muy diferente a su pasado y un futuro muy prometedor, esa es la visión que tiene Xavi sobre su alumna, una Paula Badosa que tiene su carrera solo en la rampa de salida y que puede dar en los próximos años muchas alegrías al tenis español.

Paula Badosa tocó fondo en septiembre de 2018. La campeona de Roland Garros júnior en 2015, una de las grandes promesas del tenis español, había perdido la pasión, tenía un entorno que no le favorecía y llegó a plantearse dejar de jugar. Pero, con la ayuda de Xavi Budó, comprendió que aún no era el momento. El antiguo entrenador de Carla Suárez fue un salvavidas para Badosa. Vio en ella un gran reto y ambos decidieron unir sus caminos para hacer de Paula una gran tenista, algo que por aquel entonces ella tenía totalmente olvidado.

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