Garbiñe Muguruza se cansa y dice basta: un mes sin jugar tras caer en Wimbledon

Cuando parece que Garbiñe Muguruza no puede caer más bajo en su descenso desde la élite del tenis, que su remontada tiene que estar al caer, la tenista hispano-venezolana demuestra que su cuesta abajo aún no ha terminado. Siempre parece quedarle un derrota más, aunque por desgracia cada vez son menos inesperadas. También para ella. Tras perder en la primera ronda de Wimbledon ante Beatriz Haddad Maia, número 121 del listado de la WTA, por 6-4, 6-4, Muguruza hizo dos cosas. La primera, reconocer que el resultado no había sido una sorpresa. La segunda, decir que quiere desconectar.

"No jugaré una temporada, dejaré la raqueta un rato y me tomaré unos días de descanso", dijo la tenista, que por primera vez desde 2014 cayó en su primer partido en Wimbledon, torneo que conquistó en 2017. "Cuando sienta las ganas de volver a jugar, pues jugaré. Hablo de un parón de momento. Mi idea es seguir jugando torneos, pero es cierto que al perder tan rápidamente te da tiempo para el siguiente torneo de descansar y recuperar esta mala sensación", finalizó. Más tarde, a través de su equipo, aclaró que esa "temporada" es en realidad un mes, lo que falta hasta el comienzo del torneo de San José, que arranca el 29 de julio. En ese tiempo intentará reencontrarse.

"Es un poco triste estar fuera de Wimbledon porque es un torneo muy especial. No creo que sea una gran sorpresa. Para mí, que tengo muchas expectativas de hacerlo bien, es difícil", explicó Muguruza. La actual número 27 del mundo solo ha ganado un título esta temporada, el de Monterrey. En el resto de torneos no ha pasado de cuartos de final. En 2019 no está brillando en los torneos de Grand Slam, su punto fuerte en temporadas anteriores: en el Open de Australia llegó a octavos de final, igual que en Roland Garros.

"Una vez que has alcanzado resultados muy buenos y levantado trofeos, la gente espera eso. Lo puedo entender, pero no es algo realista", dijo

Muguruza señaló su falta de partidos como una posible causa de su bajo nivel. Desde su eliminación en París no había vuelto a jugar. "Está claro que al no haber jugado torneos antes parta con un poco de desventaja con las otras jugadoras, pero no es una sorpresa, es un día duro", dijo. "Una vez que has alcanzado resultados muy buenos y levantado trofeos, la gente espera constantemente eso. Lo puedo entender, pero no es algo realista. Es muy difícil estar siempre al nivel más alto", continuó Muguruza, muy lejos del nivel que la llevó a ganar Roland Garros en 2016 y Wimbledon en 2017.

La tenista descartó hablar de un posible cambio en la estructura de su equipo, y respondió que no quería hablar del tema al ser cuestionada por su entrenador, Sam Sumyk, con el que ha tenido varios encontronazos.