Así tumbó Cori Gauff (15 años) a Venus Williams en Wimbledon e hizo historia

Acababa de romperle el servicio a Venus Williams en la pista número 1 de Wimbledon. Se sentó con la misma cara seria que mantuvo durante todo el choque, comenzó a ingerir alimento y a mirar al césped fijamente. Muy seria. Cori Gauff (Atlanta, 2004) es la número 301 del ránking WTA, tiene 15 años, había roto el récord de precocidad de participación en el All England Club (tras pasar las fase de clasificación) y este lunes es portada de medio mundo por haber apeado a la número 44 del mundo, Venus Williams, una jugadora 24 años mayor, en dos sets (6-4 y 6-4), una hora y 19 minutos para el nacimiento de una estrella.

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"Es, sin duda, una de las historias del torneo". Roger Federer, antes de que Gauff tumbase a Williams, ya señaló a la joven. El suizo sabe de quién habla puesto que él (su empresa 'Team 8') es su representante. Desde hace cinco años, cuando Cori tenía 10, ya comenzó a apuntar en la realidad que a día de hoy parece haberse convertido y Nike le fichó. A la hora de renovar, New Balance se ha quedado con ella, que también tiene de compañeros de este prometedor viaje a Head y Barilla (compañía de pasta que también 'alimenta' a Federer). Según apunta Marca, sus ganancias por publicidad ya topan con el millón de dólares.

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Cori es hija de un jugador de baloncesto (que hace las veces de entrenador) y de una atleta, así que los genes estaban alineados y la planta que gasta a su edad -1.76m- acompaña a su talento. Sin embargo, su espigado cuerpo atlético no fue lo que más llamó la atención este lunes en Londres, sino su mirada y concentración. No le tembló el pulso (cerró su primer juego con un ace) en ningún momento ni aparentó ser su primer gran encuentro. Nada de gestos pidiendo una explicación, aspavientos o exclamaciones cuando algo no salió como ella quería. Sólo serenidad, seriedad y concentración, como cuando tras una caña pidió el 'ojo de halcón' como queriendo decir que la había pegado así de mal porque era mala... (y claramente era buena). El único momento en el que cambiaba la silueta de su cara era cuando celebraba un 'winner' acompañado de su puño izquierdo cerrado. El que más festejó fue la segunda vez que rompía el servicio a Venus en el segundo set (aunque su euforia era controlada).

En las gradas, sus padres, se levantaban cada poco. Ella, en la hierba, continuaba con esa mirada seria y de concentración que sorprendía cada vez que uno recordaba la edad que tenía. No obstante, esto no sorprende para nada a quienes llevan años con ella puesto que dicen que desde los 10 años demostraba ya una madurez inusual.

Las lágrimas de una niña, al final

Por fin, tras una serie de intercambios de ventajas en el punto decisivo, Venus falló y Cori ganó el partido. Se llevó las manos a la caeza, miró a la grada buscando a sus padres y fue corriendo a saludar a su imponente rival. Venus, sonrió, Cori permanecía seria hasta que se puso a llorar cuando se dirigió a su silla. Sus padres, en la grada, estallaban de júbilo. Dio las gracias al público, parecía no saber bien como actuar y rápidamente montó su 'modus tenista' para recoger rápido sus bártulos y dirigirse a vestuarios. Había hecho historia... además de eliminar a la que había sido su ídolo.

Cori Gauff no es flor de un día y si las aptitudes las tiene, la actitud parece que también siendo su madurez y 'cabeza' algo por lo que destaca. Creciendo el tronco firme, habrá árbol para rato.