El médico de Nadal: "Se está tergiversando todo, Rafa es absolutamente limpio"
El doctor explica el proceso que se toma para las autorizaciones terapéuticas y como estas son estrictamente legales. Un comité de expertos médicos aprueba su concesión
La publicación de autorizaciones de uso terapéutico (TUE, por sus siglas inglesas) por parte de un grupo de 'hackers' rusos ha causado revuelo las últimas semanas. Es un nuevo modo de intentar ensuciar el nombre de algunos deportistas célebres. Los documentos sacados a la luz, que son reales, no suponen una violación de ninguna norma sino, al contrario, la constatación de que los atletas siguen el curso legal establecido en las circunstancias concretas en las que estas autorizaciones pueden ser expedidas. Rafael Nadal es uno de los muchos deportistas que han aparecido en la lista, en su caso por la administración de betametasona en 2009 y de corticotropina en 2012. Su médico, que lo es también de la Real Federación Española de Tenis, Ángel Cotorro, atiende a El Confidencial para explicar la situación concreta de su cliente.
"Las sustancias se utilizaron, simplemente, para el tratamiento de sus lesiones de rodilla. Lo que veo en este sentido es que se está utilizando todo esto de forma incorrecta. Tú tienes unas autorizaciones de uso terapéutico porque los deportistas tienen una serie de medicamentos que pueden utilizar que en un momento determinado pueden ser suficientes, pero ante circunstancias especiales se utiliza la autorización de uso terapéutico, que es el TUE. Ante una problemática concreta, lo que se hace es solicitar a un grupo de expertos internacionales la posibilidad de poder utilizarlos. Si te dan autorización, los utilizas, y en el caso de que no la dieran, pues no se puede utilizar", explica el doctor Cotorro. Es decir, la existencia misma de estos documentos supone una aprobación de un tribunal de expertos médicos que acepta el uso de una sustancia que, en principio, no se podría utilizar por el deportista normalmente.
Cotorro es enfático en la legalidad del proceso. "Estos TUE se han utilizado en un momento determinado ante una patología que no se solucionaba con los métodos habituales. Por eso se ha pedido esa autorización y ya está, ahí se acaba todo. Lo único que se ha hecho en este caso es cumplir la normativa, que dice que hay una serie de sustancias que necesitan esa autorización de uso, y si te la han dado, no hay más debate", recalca. De hecho, cuenta, la lista es una cuestión en evolución y la sustancia para la que concedieron permiso en el año 2009 hoy ni siquiera necesitaría de aprobación, pues salió de la lista de medicamentos prohibidos.
Cotorro explica cómo es el proceso de una petición así. "Es muy sencillo, pero muy estricto. Tienes que mandar todo el material informativo, todas las pruebas, diagnósticos e información a ese grupo de expertos para que analicen si realmente el caso que estás presentando justifica la utilización del medicamento solicitado", dice, didáctico, el doctor. Este proceso no es, ni mucho menos, automático. "Por supuesto que hay más rechazos que autorizaciones, el límite es estricto y todo tiene que estar ampliamente demostrado y justificado", explica Cotorro cuando se le pregunta por qué en España hay muchos más casos en los que se denegó el TUE (230 de 409 en 2015) de los que se aceptó.
La excepcionalidad del TUE
Y es que los TUE, por definición, son inusuales. "Los deportistas tienen una lista de sustancias permitidas que dan un porcentaje amplísimo de soluciones terapéuticas, pero en ocasiones excepcionales se puede necesitar otra medicación que para la gente normal es habitual, pero que para el deportista está restringida. Lógicamente, es ahí cuando hay que pedir una autorización", cuenta Cotorro. "La cantidad de datos que hay que dar para que se acepte es inmensa, hay un comité de grandes expertos para que las cosas se hagan correctamente, y estoy seguro de que se hacen. El sistema está bien utilizado", argumenta el doctor.
La publicación de estos TUE, por más legales que sean, ha provocado un problema en la opinión pública por el desconocimiento del sistema que existe y la mala utilización de la información revelada. "Se está tergiversando todo, se ha puesto en duda a deportistas que son limpios", se lamenta Cotorro.
Nadal lleva desde hace tiempo una cruzada para que estas cuestiones tengan una transparencia plena, pues haciéndolo así se quitarían problemas como el que se ha dado con este caso. Su médico está plenamente de acuerdo. "Totalmente, se necesita transparencia", afirma rotundo Cotorro. Los médicos están en una situación algo especial en este caso, pues los datos que manejan son, por defecto, privados. "Aquí ha habido un problema de confidencialidad importante, que se ha vulnerado. La parte médica de cada persona es confidencial y eso es estricto, hay un juramento al respecto [se refiere al juramento hipocrático, básico en la profesión médica]. Eso es otro problema, pero yo creo que se debe ser absolutamente transparente en las medicaciones. Las patologías concretas son otra historia, algo más confidencial, y eso también se ha vulnerado, pero ahí entramos en otro debate", explica.
Ángel Cotorro, que ha sido el médico de Nadal en todo el tiempo que este lleva como profesional, es muy claro sobre el tenista. "Lo he dicho siempre, ahí están las analíticas y los controles, Rafa es una persona absolutamente limpia y que siempre ha cumplido con la normativa. Hay que defender a esa gente que es limpia y cumple", resume el médico.
Al final, estos procesos, aceptados y convenientemente reglamentados, son una parte desconocida pero común en el deporte y, aunque se haya querido dar la sensación de lo contrario, más una prueba de limpieza que de desorden. Al fin y al cabo, nadie pediría autorización para hacer algo ilegal ni se arriesgaría a tomar una sustancia detectable tras haber pedido autorización si esta lehubiese sido denegada.
La publicación de autorizaciones de uso terapéutico (TUE, por sus siglas inglesas) por parte de un grupo de 'hackers' rusos ha causado revuelo las últimas semanas. Es un nuevo modo de intentar ensuciar el nombre de algunos deportistas célebres. Los documentos sacados a la luz, que son reales, no suponen una violación de ninguna norma sino, al contrario, la constatación de que los atletas siguen el curso legal establecido en las circunstancias concretas en las que estas autorizaciones pueden ser expedidas. Rafael Nadal es uno de los muchos deportistas que han aparecido en la lista, en su caso por la administración de betametasona en 2009 y de corticotropina en 2012. Su médico, que lo es también de la Real Federación Española de Tenis, Ángel Cotorro, atiende a El Confidencial para explicar la situación concreta de su cliente.