Nadal sigue su travesía por el desierto de Río: sin brillo, pero con buenas sensaciones

Rafa Nadal certificó su presencia en los cuartos de final de Río de Janeiro después de derrotar a su compatriota Almagro en dos sets (6-3 y 7-5) en un partido que superó la hora y media de duración.

El mallorquín continúa su travesía por el desierto. En busca de sensaciones y de reencontrar su mejor nivel, el balear no tardó mucho en entrar en acción con una rotura y buenos golpes. Almagro, que fue de menos a más, tampoco permitió el juego más brillante del manacorí. El partido fue uno más en su camino hacia la recuperación, más por ser una victoria que por las sensaciones que desprendió el número cinco del mundo. Después de salvar tres bolas de 'break', a punto de cerrar el primer acto, Nadal despertó y se llevó el set inicial a la buchaca.

Almagro, por entonces, había comenzado a desquiciarse con algunos golpes. Uno de ellos, de hecho, le llevó a protestar sobremanera al juez de silla, que no hizo caso de sus protestas. El murciano mejoró su tenis y desarrolló más certeza desde el fondo de la pista, argumento que inquietó a Nadal. Sin embargo, Rafa consiguió cerrar el partido con un 7-5, tras romper en el séptimo juego, y después de varios errores no forzados de su oponente. Tras el triunfo, se enfrentará a Alexandr Dolgopolov, verdugo de Íñigo Cervantes.