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Garbiñe tiene todo a su favor salvo la cabeza: "Me falta dar ese paso"
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SU CUADRO, DESPEJADO DE GRANDES NOMBRES

Garbiñe tiene todo a su favor salvo la cabeza: "Me falta dar ese paso"

Su parte del cuadro está libre de los grandes nombres de las favoritas. El viento sopla a favor de Garbiñe en Londres, sólo hace falta que se lo crea para mantener viva su licencia para soñar

Foto: Garbiñe Muguruza tras meterse en cuartos (Reuters).
Garbiñe Muguruza tras meterse en cuartos (Reuters).

“Sé que tengo la oportunidad en la mano. Le planto cara a las jugadoras top así que sé que el nivel lo tengo, está ahí, pero me falta dar ese paso. Si yo quiero realmente, habrá un hueco para mí entre las mejores”. A pesar de haber hecho historia, Garbiñe Muguruza no termina de creérselo. Este lunes se convertía en la cuarta española que logra acceder a los cuartos de Wimbledon, tras Lili Álvarez, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez-Vicario; una imagen que no se repetía desde 2001. La hazaña no sólo será recordada en la historia del deporte de la raqueta, también en la suya propia: es la primera vez que llega tan lejos en el All England Club. Y por si todo esto fuera poco, su parte del cuadro está libre de los grandes nombres de las favoritas. El viento sopla a favor de Garbiñe en Londres, sólo hace falta que se lo crea para mantener viva su licencia para soñar.

Después de deshacerse de Caroline Wozniacki (6-4 y 6-4), destacaba Muguruza la importancia de la victoria lograda ante la danesa: “Significa mucho para mí porque no he jugado tantos partidos sobre hierba”. No es para menos si tenemos en cuanta cómo llegó Garbiñe a Wimbledon: tras haber caído primero ante Rybarikova (Birmingham) y frente a Konta (Eastbourne) después. Dos rivales cuyo nivel es inferior al de la jugadora hispanovenezolana. El amargo sabor de boca que dejaron este par de derrotas se ha ido endulzando a medida que progresaba sobre la hierba del All England Club, una superficie que le ha costado dominar: “Mi juego se adapta bien y estoy contenta de haberme dado cuenta de eso”.

No ha sido fácil pues Muguruza no dudó a la hora de reconocer que el verde se le resistía debido a su físico: “Es muy difícil agacharme porque mis piernas son muy largas. Pero estoy adaptándome”. A pesar de ello, ahora se siente “más cómoda y voy ganando más partidos. Cuando empecé la gira de hierba sólo quería sentirme poderosa en la pista, no quería jugar contra ella. Desde que empecé aquí siempre he pensado igual”. A esa particular batalla no llegaba desarmada. Si hay algo por lo que se caracteriza el juego de Garbiñe es por ese aire de agresividad y potencia que imprime a sus golpes planos. Unas características que aplicadas, en este caso, a su derecha, convierte este golpeo en un arma poderosa y profunda para dominar la hierba de Wimbledon.

Sacudidas las dudas que aparecieron en la preparación y reconocido el terreno de batalla, Muguruza no se ha cortado en Londres. Con la contención justa, la hispanovenezolana ha demostrado que sabe cuándo tiene que medir en cada momento del partido, cómo afrontar cada golpe sin meterse en líos innecesarios, cómo moderar los nervios o controlarse para subir las 200 veces que a ella le gustaría. De esta manera ha conseguido que sus rivales reculen y pierdan la iniciativa cuando ella está al otro lado de la red. A su gran momento de juego le acompaña su excelente estado anímico, una combinación que refuerza un hecho innegable: Garbiñe se crece en los grandes escenarios y la pista uno de Wimbledon lo es.

Allí es donde, hoy, se verá las caras con Timea Bacsinszky en un partido que la hispanovenezolana ha definido como “complicado; está jugando muy bien, yo intentaré hacer el tenis que hice este lunes”. Lo cierto es que hasta el cuadro está a su favor ya que Radwanska y Madison Keys (cabezas de serie 13 y 21 respectivamente) son las que se jugarán el otro pase a las semifinales en su lado. En el otro, Sharapova luchará frente a Coco Vandeweghe y Serena Williams, verdugo de su hermana Venus, se medirá con Azarenka. Así las cosas, es factible que la licencia para soñar que se ha ganado golpe a golpe le permita seguir escribiendo capítulos en su particular historia con Wimbledon. De momento, ha igualado su mejor actuación en un 'major'. Potencial le sobra, ahora sólo tiene que creérselo.

“Sé que tengo la oportunidad en la mano. Le planto cara a las jugadoras top así que sé que el nivel lo tengo, está ahí, pero me falta dar ese paso. Si yo quiero realmente, habrá un hueco para mí entre las mejores”. A pesar de haber hecho historia, Garbiñe Muguruza no termina de creérselo. Este lunes se convertía en la cuarta española que logra acceder a los cuartos de Wimbledon, tras Lili Álvarez, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez-Vicario; una imagen que no se repetía desde 2001. La hazaña no sólo será recordada en la historia del deporte de la raqueta, también en la suya propia: es la primera vez que llega tan lejos en el All England Club. Y por si todo esto fuera poco, su parte del cuadro está libre de los grandes nombres de las favoritas. El viento sopla a favor de Garbiñe en Londres, sólo hace falta que se lo crea para mantener viva su licencia para soñar.

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