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El efecto ganador de un "¡vamos Fernando (Verdasco), arriba ese ánimo!"
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LOS ÁNIMOS METIERON AL MADRILEÑO EN EL PARTIDO

El efecto ganador de un "¡vamos Fernando (Verdasco), arriba ese ánimo!"

Un grito de ánimo: "¡Vamos Fernando, arriba ese ánimo!” le funcionó a Verdasco ante su compatriota Guillermo García López, a quién ganó en segunda ronda del Madrid Open 4-6, 6-2 y 6-3

Foto: Fernando Verdasco, en la Caja Mágica (Efe).
Fernando Verdasco, en la Caja Mágica (Efe).

Llevaban transcurridos 23 minutos de partido cuando, por enésima vez, Fernando Verdasco cometía un error no forzado. Otra bola que se le escapaba larga. Desde la grada de la Caja Mágica de su ciudad, alguien intentó darle un impulso: “¡Vamos Fernando, arriba ese ánimo!”. Y funcionó o, al menos, coincidió con una reacción fulminante para dar la vuelta al choque frente a su compatriota Guillermo García López, a quién ganó en segunda ronda del Madrid Open 4-6, 6-2 y 6-3.

Tras ese grito desde la grada, Verdasco cedía en el encuentro 5-1, dentro del primer set. A partir de ese instante, quizás por la magia de la Caja, el madrileño logró quince juegos, por seis del albaceteño. Justo antes de que García-López se llevara su único set, Verdasco recibió el ánimo de todo el público en forma de aplausos. Son las bondades de jugar en casa.

Recientemente, en El Confidencial charlábamos con Iziar Eraña, coordinadora del área de psicología de la RFET, abordando de la importancia del aspecto mental en este deporte y poniendo de ejemplo la actual situación de Rafa Nadal, a quien le recomendó acudir a manos de profesionales. En cada partido, este capítulo psicológico salta a la vista y en el caso del Verdasco García-López tuvo lugar en el preciso momento en el que Fernando dejó de mandar largas las bolas para meterlas dentro de la línea sin mutar el juego:

  • “¡No me lo puedo creer!”, exclamaba a su cuadro técnico Verdasco, tras enviar una nueva pelota fuera por escasos centímetros.
  • “Ahora sí y antes no, ¿por qué?”, cuestionaba el tenista a sus preparadores tras enviar, inmediatamente después de sus quejas, una derecha perfecta que anteriormente no había querido entrar.

Cambio de chip con consecuencias en el marcador tan drásticas que la ‘desesperación’ cruzó hacia el otro lado de la red con el enfado de Willy García-López, que fue apercibido con un ‘warning’ (no tan sonado como el del lunes con los tacos de Feliciano López) tras un pelotazo al cielo de bola que acabó en manos de un VIP, quien se llevó la otra gran ovación del partido, tras la de Fer, el chico de casa.

“A veces no entras como te gustaría y a finales del primer set comencé a encontrarme más cómodo. Ojalá este año consiga hacer un buen torneo. He entrenado esta semana con jugadores como Nadal, Ferrer o Wawrinka… mejor no se puede”, comentó ante su público Verdasco, a quien le espera “un cuadro complicado” para superar los cuartos de final, su mejor resultado en el torneo de su ciudad.

Llevaban transcurridos 23 minutos de partido cuando, por enésima vez, Fernando Verdasco cometía un error no forzado. Otra bola que se le escapaba larga. Desde la grada de la Caja Mágica de su ciudad, alguien intentó darle un impulso: “¡Vamos Fernando, arriba ese ánimo!”. Y funcionó o, al menos, coincidió con una reacción fulminante para dar la vuelta al choque frente a su compatriota Guillermo García López, a quién ganó en segunda ronda del Madrid Open 4-6, 6-2 y 6-3.

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