Nadal y su derrota con lectura positiva: "Ya no estoy tan lejos de Djokovic"

Novak Djokovic fue demasiado para Rafa Nadal (6-3 y 6-3). El número uno del mundo impuso su poder físico en la arcilla de Montecarlo para acabar con el español, que ya confesaba en la previa que iba a ser muy difícil derrotar al serbio. "Djokovic llega un poco temprano para mí. No he sido consistente en los últimos meses, pero estoy aquí. ¿Será suficiente contra él? Ya veremos. Yo no soy el favorito, obviamente", confesaba en la previa. Y lo cierto es que no le faltó un ápice de razón, pues Nole cumplió con el guión y no dio opciones al tenista español.

Así lo confesaba al término del encuentro: "Creo que jugué bien en algunos momentos. Tuve la oportunidad de jugar en el nivel adecuado para competir contra un jugador muy, muy duro, el mejor jugador del mundo, como Novak es hoy. Como dije el viernes, este partido ha llegado demasiado pronto. Estaba un poco cansado. Hacía poco que había disputado un partido de tres horas. Cuando noté el cansancio jugué más corto. Y así es imposible contra un jugador como Djokovic", confesaba el español. A pesar de ello, se dio cuenta de que su distancia con el serbio no es tan grande, quizá la mejor de las noticias.

El serbio demostró estar a un nivel superior al de Nadal, pero el balear no se rindió ni un sólo momento. Djokovic, de hecho, supo jugar a lo largo del partido con las carencias físicas del español, al que movía de un lado a otro de la pista e intercalaba golpes largos con dejadas para desgastarle. Pese a ello, Nadal no le perdió la cara al partido, pero en los momentos clave se le vio con menos lucidez que en otras ocasiones como consecuencia de la fatiga. Djokovic supo aprovechar sus oportunidades para conseguir el pase a la final, donde se jugará el título ante Tomas Berdych.

Nadal comenzó el partido muy enchufado. Tanto que incluso sorprendió a Djokovic a las primeras de cambio, rompiéndole el servicio y confirmando el 'break' con su servicio. El español sorprendía al número uno del mundo, poniéndose 2 a 0 y haciendo sufrir a su rival en la pista. Nadal empezó muy activo, con mucha velocidad en sus piernas y pegando muy profundo, lo que obligaba al serbio a pensar rápido: su derecha no encontraba pista mientras cometía varios errores con el revés. Pero con el paso de los minutos, Nole fue capaz de recuperarle el pulso al partido.

El español gozó de una bola de 'break' para ponerse 3 a 0 en el marcador, pero Djokovic fue capaz de reponerse y el partido cambió. En el siguiente servicio, el serbio le devolvía la rotura e igualaba al choque. Y, entonces, empezó a imponerse el físico del número uno del mundo. Nadal ya no llegaba tan fresco a pegar, le costaba salir con velocidad en algunas arrancadas y no pegaba tan potente como en los primeros compases. El serbio logró meterse un metro en la pista y castigar al español, al que rompería el octavo juego que, confirmado con su servicio, le daba el triunfo en la primera manga (6-3).

Nadal no hincó la rodilla en el suelo

Pese a la derrota parcial, el español había mostrado un gran tenis. Efectivamente, Djokovic se estaba mostrando superior al español, pero el nivel de Nadal no era tan inferior como se podía presuponer después de un comienzo de curso tan complicado. La gran diferencia estaba en el físico, donde Nole sí era realmente superior. Pero el español no estaba dispuesto a rendirse y consiguió levantar el primer juego de la segunda manga cuando lo tenía perdido. Se trató de una inyección de moral para su juego, centrándose en mantener su saque ante el poderoso serbio.

Djokovic era consciente de que tenía el control y trataba de llevar a Nadal de un lado a otro para desfondarle, pero el español no se daba por vencido. Tirando de corazón, trataba de agarrarse al partido con uñas y dientes, consiguiendo puntos imposibles ante la cara de incredulidad de Djokovic. Pero el físico del español dijo 'basta' y, como pasara en el primer set, iba a perder su servicio en el séptimo juego. Djokovic confirmaba la rotura con su saque y sumaba un nuevo 'break' ante un Nadal desfondado para conseguir el pase a la final de Montecarlo.

Pese a la derrota, las sensaciones que dejó Nadal ante el mejor tenista del momento no dejan de ser positivas. Aunque fue inferior físicamente inferior, supo plantarle cara durante el partido y ofreció grandes momentos de tenis mientras su fondo físico aguantó. El español aún está algo lejos del nivel que le permitiría derrotar a Djokovic, pero la lectura es positiva. Se ha perdido la primera batalla ante el serbio, pero ha sido una prueba positiva de cara a una hipotética guerra en Roland Garros. Nadal se despide de Montecarlo, pero lo hace con la cabeza muy alta.