El miedo de Nadal: no saber si está preparado para derrotar a Djokovic

Rafa Nadal ya está en las semifinales del Masters de Montecarlo y lo logró a costa de su compatriota David Ferrer en una épica batalla sobre la arcilla (6-4, 7-5 y 6-2). El tenista balear ofreció diferentes caras sobre la pista. Por momentos se le vio muy seguro, con una importante mejora en el servicio y pasando al ataque; mientras que en otras ocasiones se vio a un jugador a merced de su rival, al que los rallys le hacían excesivo daño. Pese a ello, el baler consiguió un triunfo muy trabajado ante un Ferrer que nunca se rindió y que le permite enfocar con optimismo una nueva prueba de fuego: las semifinales ante Djokovic.

Sin duda, uno de los grandes partidos que se pueden ver en el tenis actual, pero Nadal no lo ve con demasiado optimismo: "Llega un poco temprano para mí. No he sido consistente en los últimos meses, pero estoy aquí. ¿Será suficiente contra él? Ya veremos. Yo no soy el favorito, obviamente. Djokovic lo gana todo, es casi perfecto, todo lo hace bien. No estoy acostumbrado aún a este tipo de partidos intensos. Este es un gran reto. De todos modos, he hecho las cosas que necesitaba esta semana. Llegar a las semifinales es muy positivo. Y sobre todo la forma en que lo hice", indicó.

Si este jueves superaba un duro compromiso ante John Isner que le permitía coger mucha moral, al llevarse un partido en el que el aspecto psicológico fue fundamental, este viernes dio un paso al frente en busca de su mejora de nivel. Ante Ferrer, se encargó de ofrecer una serie de golpes mucho mas profundos y definitivos, algo que hasta el momento no se le había visto. La combinación de derecha cruzada, revés paralelo y derecha en carrera le hizo imparable ante un Ferrer que poco más pudo hacer ante Nadal. Ahora, el balear está ante una final anticipada, en la que se verá cuál es su verdadero nivel.

Y es que los dos jugadores españoles ofrecieron un enorme espectáculo en Montecarlo. A Nadal se le vio más suelto, menos atenazado y ofreciendo golpes más profundos, lo que le permitió llevarse el primer set con solvencia. Pero cuando mejor lo tenía en el segundo -con 3 a 0 a favor-, el de Jávea despertó para firmar sus mejores momentos de tenis y dejar al balear a merced de las olas, incapaz de hacer frente al juego de su rival, que pudo dar la vuelta a un set que tenía perdido. Pero en la tercera manga resucitó para volver a su mejore nivel y lograr el pase a las semifinales.

A Nadal se le vio mucho más agresivo que en las jornadas anteriores. El tenista balear empezaba a ofrecer una imagen algo diferente de la de los últimos partidos, pues no sólo intentaba no cometer fallos y mantener largos peloteos, sino que dio un paso al frente en busca de golpes ganadores. Pero el partido ante Ferrer dejó algunas dudas, pues durante algunos momentos del choque se le vio sin respuesta e incapaz de frenar el buen momento de juego de Ferrer, que apretó los dientes y puso muchos apuros a un Nadal que tuvo que esperar a su segunda gran oportunidad para cerrar el partido.

Nadal comenzó arrollador

Desde los primeros compases de partido, Nadal saltó a la pista como un vendaval, ofreciendo su mejor versión en lo que va de torneo. Excepcional con su revés y encontrando líneas con mucha facilildad, pronto acabó con la resistencia de Ferrer. Sólo necesitó tres juegos para consumar su primer 'break', no sólo confirmado con su servicio, sino que a continuación consiguió una nueva rotura para ponerse con una ventaja de 5 a 2 y servicio para cerrar el primer set. Pero entonces, Ferrer comenzó a soltarse y, sin nada que perder, empezó a ofrecer su mejor juego del parcial.

Tanto que fue capaz de romper el servicio a Nadal para volver a meterse en el partido y, tras hacerse con su saque, obligaba al balear a no fallar para llevarse el set. Y así fue, pues Nadal tuvo que mostrar su mejor versión al servicio para conseguir cerrar la primera manga: sus grandes golpes desde el fondo de la pista estaban desarbolando a un Ferrer que se estrellaba una y otra vez contra la red. Mientras tanto, Nadal seguía demostrando su amplio catálogo de golpes y realmente suelto y muy metido en la pista, se inventó excepcionales tiros para llevarse el primer set.

El balear demostraba estar jugando a un altísimo nivel, sin dar prácticamente concesiones a un Ferrer que no encontraba la manera de frenar el ímpetu de una de las mejores versiones de Nadal que se ha visto en los últimos tiempos. Muy concentrado, sin conceder demasiada pista a su rival y ajustando mucho sus golpes, comenzó el segundo set como acabó el primero: a lo grande, consiguiendo dos 'breaks' consecutivos para ponerse con 3 a 0 en el marcador y tomar una distancia sobre la pista que parecía insalvable... pero ni mucho menos para Ferrer.

Caída y resurrección del mejor Nadal

Tal y como pasara en la primera manga, con el partido muy cuesta arriba, Ferrer dejó atrás las ataduras para lanzarse al ataque... y el partido cambió. El de Jávea se lanzó a tumba a abierta contra un Nadal que se bloqueó y pasó por momentos difíciles ante un rival que se crecía en el partido. Tanto que no sólo recuperó la ventaja perdida, sino que fue capaz de recuperar los dos 'breaks' de desventaja y sumar uno más para voltear el marcador e igualar el choque. Ni una ampolla en su pie derecho, de la que tuvo que ser atendido, evitó que Ferrer atravesara sus mejores momentos.

Nadal, por su parte, no encontraba la vía para frenar a su rival, que se había metido de lleno en el partido cuando el balear lo tenía en su mano para llevarse la victoria. Debía encontrar pronto una solución si quería seguir con vida en Montecarlo, donde ha sido campeón hasta en ocho ocasiones, y lo hizo: acuciados ambos tenistas por el cansancio, Nadal regresó a su plan inicial. Volver a pegar profundo para tratar de agotar a su rival... y lo consiguió. Cuando peor parecía estar, el balear regresó a su mejor nivel para romper el servicio de Ferrer a las primeras de cambio y encaminar el partido.

Con el físico de ambos jugadores al límite, Nadal se mostró superior a Ferrer para poner una marcha más y acabar con su resistencia, cerrando el partido después de una épica batalla en la pista. Así, el balear se mete en las semifinales de Montecarlo, donde tendrá una prueba de fuego ante el tenista en mejor estado de forma del circuito, Novak Djokovic. El serbio será el encargado de poner a prueba el verdadero nivel de Nadal, que pasó de jugar su mejor tenis, a atravesar una pájara para resucitar y llevarse una importante victoria. Ahora, la siguiente prueba es brutal: ni más ni menos que el todopoderoso serbio.