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Nadal vuelve a sacar su puño a paseo tras superar una prueba de fuego ante Isner
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EL ESPAÑOL SE METE EN CUARTOS DE MONTECARLO

Nadal vuelve a sacar su puño a paseo tras superar una prueba de fuego ante Isner

El tenista español dio un paso al frente en el Masters de Montecarlo, al conseguir una importante victoria ante Isner en un partido que exigió al máximo al español para ganar por 7-6 (6), 4-6 y 6-3

Foto: Rafa Nadal volvió a sacar su puño a paseo ante John Isner.
Rafa Nadal volvió a sacar su puño a paseo ante John Isner.

Rafa Nadal superó una prueba de fuego ante John Isner en los octavos de final del Masters de Montecarlo (7-6, 4-6 y 6-3). El español demostró su capacidad de sufrimiento para derrotar al gigante norteamericano y llevarse un partido para el que tuvo que trabajar mucho y exigirse al límite. Muy fresco de piernas, demostrando gran pegada desde el fondo de la pista y con una mejora ostensible en su servicio, el español mostró una gran versión de sí mismo, volviendo a sacar a paseo el puño que tantas alegrías ha dado al tenis español. El balear demostró que ha dado un paso al frente en la tierra batida.

Nadal quiso continuar con la lección aprendida este miércoles y la aplicó a las mil maravillas. Consciente de que aún no se encuentra a su mejor nivel, su juego necesita continuidad, no cometer demasiados fallos e ir sumando buenos golpes para ir cogiendo confianza en la pista. Y esa misma táctica que ya siguiera ante Lucas Pouille es la que puso en práctica ante Isner, pero a sabiendas de que debía evolucionarla, pues el norteamericano cuenta con uno de los mejores saques del circuito. Así, la premisa era clara: no fallar al servicio y aprovechar las oportunidades que le brindara su rival.

Desde los primeros compases, se vio que el partido iba a ser una prueba de fuego para Nadal. Conocedor de la dificultad para romper el servicio a Isner, sabía que no podía permitirse ni un solo fallo con su saque y, sobre todo, mantenerse muy firme en la pista para no regalar espacio a un pegador como el norteamericano. Así, el español siempre trató de estar cerca de la línea de fondo, golpeando con mucha intención desde el fondo y, sobre todo, buscando restos ajustados y a los pies de Isner para tratar de dificultarle el juego. Pero el español no conseguía romper el partido.

De hecho, ambos jugadores mantuvieron su servicio durante toda la primera manga, siendo el español quien contó con más dificultades en algunos momentos del partido. Sin embargo, su mentalidad ganadora y el miedo a ganar de Isner permitieron a Nadal sacar el primer set adelante. Sobre todo en el 'tie-break', donde el gigante norteamericano gozó de un par de buenas ocasiones para sentenciar el primer parcial, siendo incapaz de dar la puntilla al español. Y como buen ganador, Nadal no sólo se sobrepuso, sino que fue capaz de aprovechar su primera oportunidad para ganar la manga por 7-6 (6).

El puño al aire de Nadal, su gesto de rabia y su 'Vamos' al cielo de Montecarlo reflejaban la importancia de lo que acababa de hacer el tenista español: había sido capaz de sufrir al otro lado de la pista para conseguir un set que tuvo perdido en un par de ocasiones durante el desempate. Con esta inyección de moral, Nadal comenzaba el segundo set donde se le vio mucho más activo. Con mucha más solvencia en el saque, mayor número de golpes ganadores y, sobre todo, buscando constantemente el contrapie de su rival, el español demostraba que atravesaba un gran momento de juego.

Un contratiempo que supo superar con garra

Las tornas habían cambiado con respecto al primer set y ahora era Nadal el que ganaba con extrema facilidad su servicio e Isner el que sufría para mantener el suyo... hasta que llegó el octavo juego del partido. El español, con 0 a 40 a favor, no supo lograr el 'break', permitiendo la remontada a Isner. Esta victoria parcial llenó de moral al norteamericano, que un juego después rompía el saque al español y se ponía en clara disposición para llevarse el segundo set. Sólo un juego después confirmaba la rotura y conseguía igualar el partido a un set (4-6).

Nadal era consciente de que se le había escapado la segunda manga por detalles, algo que no estaba dispuesto a que volviera a suceder. Así, en el último parcial, continuó manteniendo su saque con solvencia, consciente de la necesidad de aprovechar el mínimo error de su rival, que iba a llegar en el cuarto juego. El español, por fin, conseguía romper el saque a Isner y, a partir de ahí, sólo tuvo que mantener su servicio para meterse en cuartos. El español dio una lección de superviviencia ante el norteamericano, superando una prueba de fuego que le carga de moral en Montecarlo.

Rafa Nadal superó una prueba de fuego ante John Isner en los octavos de final del Masters de Montecarlo (7-6, 4-6 y 6-3). El español demostró su capacidad de sufrimiento para derrotar al gigante norteamericano y llevarse un partido para el que tuvo que trabajar mucho y exigirse al límite. Muy fresco de piernas, demostrando gran pegada desde el fondo de la pista y con una mejora ostensible en su servicio, el español mostró una gran versión de sí mismo, volviendo a sacar a paseo el puño que tantas alegrías ha dado al tenis español. El balear demostró que ha dado un paso al frente en la tierra batida.

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