La foto de la discordia, el único borrón a la mejor selección española de rugby XV

España solo había sido una vez subcampeón del Rugby European International Championship, en 2012, cuando el torneo se denominaba European Nations Cup. Antes de eso los Leones nunca se habían subido tan arriba en el podio de la competición y su mejor logro se limitaba a media docena de terceros puestos. Por eso se puede decir que España atraviesa por su mejor momento en la competición europea. Situada actualmente en la posición 19 del ránking, llegó a ser 18ª en 2012, 2013 y en 2017.

Los Leones han sabido mantener la ola de optimismo que envuelve a la selección después del magnífico rendimiento cosechado en el Seis Naciones B la pasada temporada, en la que se ganó a Rusia fuera y a Rumanía y Alemania en Madrid. Los 15.800 espectadores que llenaron el Central ante Rumanía supusieron un récord de asistencia en la historia de la selección española de rugby. Ese apoyo, que llegó a escribir una hoja de oro con la visita al Central de su majestad Felipe VI en el encuentro ante Alemania, se ha visto refrendado por la asistencia de los aficionados a los partidos de los Leones.

Al encuentro ante Bélgica acudieron 8.100 espectadores, ante Rumania 6.900 y frente a Rusia 5.800. Las tres mejores asistencias del presente Seis Naciones B, exceptuando el partido que enfrentó a Georgia con Alemania, que reunió a 6.000 aficionados en las gradas en Tiblisi. Esos 20.800 espectadores que han acudido al Central para apoyar a España en los tres compromisos refuerzan el entusiasmo que envuelve a los Leones y que no se ha perdido pese a la pérdida de la plaza para jugar el Mundial de Japón.

El buen momento deportivo de los de Santi Santos ha llevado al seleccionador a postularse para ganar el Campeonato de Europa, algo nunca conseguido. Y los hechos confirman esa intención. Cuando comenzó el torneo, Santos advirtió que la intención era ganar "tres victorias como mínimo y cuatro si podemos", además de añadir un peculiar vaticinio, al advertir que "si ganamos a Rusia, estoy seguro que ganaremos a Rumanía". Y así fue. Los Leones ganaron a Rusia 16-14 en el partido que abría la competición y después hicieron bueno el pronóstico de Santos al ganar 21-18. España ha ganado cuatro veces a los robles en la historia, en 1992, 2012, 2018 y 2019. Es decir, que es la primera vez que enlaza dos triunfos seguidos sobre el poderoso equipo del Este.

España ha renovado su plantilla tras la dolorosa derrota en Bruselas, ampliando el grupo de 35 jugadores a más de 50 hombres que han elevado el nivel competitivo de la selección hasta convertirla en un serio candidato a ganarse una plaza para el Mundial, algo que debían haber conquistado para la edición que se celebrará en Japón en septiembre.

Sin embargo, en medio de esta dinámica positiva, el día anterior al partido ante Bélgica se produjo una comida en el restaurante Sidrería Donosti, situado muy cerca de la sede federativa, en Ferraz. Una comida que las redes sociales de la Federación justificaban de la siguiente forma: "#XVdelLeón | En la víspera de enfrentarse a Bélgica en El Central de la Universidad @unicomplutense 12:45 horas @teledeporte la @ferugby ha querido homenajear a jugadores y staff que el año pasado disputaron el fatídico partido de Bruselas. Gracias hoy y siempre. #VamosLeones".

¿Homenajear a los que disputaron aquel fatídico partido? ¿Qué sentido tenía que la Federación recordarse con una comida un partido que se perdió por la negligencia de sus dirigentes? El "fatídico partido" ante los belgas fue dirigido por el rumano Vlad lordachescu porque no hubo ninguna queja formal por escrito antes del partido ni a Rugby Europe ni a World Rugby, que no tuvo noticias del asunto hasta que pasó el partido. Pese a conocerse la designación del rumano desde semanas antes, la FER se limitó a hacer una llamada telefónica por parte de José María Epalza, que conocía personalmente al designador Patrick Roben, para tratar de convencerle y lograr un cambio de árbitro que no se produjo. Después ocurrió lo que ocurrió y todo el trabajo de los jugadores quedó en papel mojado por la inadmisible actuación de Iordachescu. Y entonces llegaron los emails, las quejas, los abogados, las protestas, las denuncias... Pero ya era tarde.

No todos estuvieron

En la comida-homenaje participaron los jugadores, el staff, dirigentes federativos como Alfonso Feijoo, José Maria Epalza y Rafa Sempere, el asesor de la Federación Jean Michel Aguirre y un invitado de lujo, el presidente y director ejecutivo de Heineken España, Richard Weissend. No estuvieron todos los jugadores, porque la iniciativa se gestó durante la semana y no todos pudieron cuadrar la agenda. Al día siguiente los jugadores que no estaban en la convocatoria de Santos y que participaron en el partido de Bruselas fueron homenajeados antes del encuentro frente a los belgas. Jugadores como Nava, Belie, Albertuco o Gavidi.

Lo que llama la atención es que el "fatídico partido" haya tenido consecuencias en Rugby Europe, donde ya no están ni el designador Patrick Roben ni el director de competición Michel Arpaillange, mientras que en la Federación, como advertía un seguidor en redes sociales en respuesta al tweet de la federación, "¿las dimisiones para cuándo?". España verá el Mundial por de Japón por televisión porque alguien no hizo bien su trabajo. Al menos parece que con esa comida se cierra por fin el episodio más negro de la historia del rugby español.