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Blanca Manchón y cómo recuperar un patrocinio después de ser madre
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al tener a su hijo perdió todos los apoyos

Blanca Manchón y cómo recuperar un patrocinio después de ser madre

Cuando fue madre, la seis veces campeona mundial de windsurf perdió a todos sus patrocinadores. Ahora afronta el Campeonato del Mundo RS:X, en Japón, con ayuda. Un acto de justicia

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“Aquel artículo lo cambió todo”. Se refiere al que el pasado mes de julio publicó El Confidencial, en el que se denunciaba la huida de todos los patrocinadores de Blanca Manchón (Sevilla, 6 de marzo de 1987). El momento más feliz de su vida, la maternidad, sacó a relucir el lado más oscuro del deporte. De buenas a primeras, la fuente de ingresos se quedó seca, ni una gota de gasolina para pagar material, viajes y demás. Meses después del feliz momento, sin muletas económicas, se plantó con una mano delante y otra detrás en Salou para disputar el Mundial de Windsurf (clase raceboard) y se colgó un oro por sexta vez en su carrera deportiva. Siete meses después de dar a luz, sellando el hito con una vela prestada y pagando el desplazamiento con sus ahorros.

Foto: Blanca Manchón practicando windsurf. (Miguel Morenatti)

Y sí, aquel artículo hizo reaccionar a más de uno. Ella no se iba a rendir y estaba dispuesta a continuar compitiendo sin ayuda, lo que sonrojaría a más de uno. Tuvo fortuna, con el impulso de Sport Spirit (empresa dedicada, entre otras facetas, al patrocinio deportivo), algunas puertas se le abrieron. Panasonic, el Instituto Español de Hinojo… Y esas manos tendidas a tiempo la han catapultado para disputar el Campeonato del Mundo RS:X en Enoshima (Japón), a partir del 18 de septiembre. Panasonic, firma que se ha unido a Blanca hasta después de este torneo, le ha proporcionado un excelente material, “un cañazo de ayuda”, dice entusiasmada en conversación con este periódico, para optar de nuevo a ganar el dorado metal. Mientras, la empresa onubense estará a su lado hasta 2020, año en el que se celebran los Juegos Olímpicos en Tokio.

“Me lo jugaba todo...”

“No esperaba verme en esa situación”, relata, lo de tener que tocar muchas puertas para pedir ayuda, porque “para mí lo normal era tener patrocinadores”. Tuvo, recuerda, que “volver a buscarme la vida por algo que no sé si es ilegal o qué, pero sí muy injusto”. “Desvinculada” de la Real Federación Española de Vela (RFEV), “que estaba en quiebra”, evoca, tuvo que trabajar más que nunca para recuperar el terreno perdido. Y ello, justo tras su maternidad, cuando el pequeño necesitaba de ella más que nunca. “Sabía que hasta que los buenos resultados no volvieran, volver a estar en candelero, era muy difícil encontrar un patrocinador, más en un deporte minoritario”. Y allá se fue, a Salou, tirando de ahorros, y ganó, multiplicando una ilusión que nunca perdió, pero sí quedó dañada con la fuga de los que antes la apoyaron. Cuando no era madre… “Me lo jugaba todo... y venció.

Foto: Un partido de la Copa de la Reina (EFE)

No guarda rencor a nadie, “pues no puedo decir nada malo de esos patrocinadores”, aunque tiene claro que este tipo de situaciones “no se dan en otros países”. “Una deportista no está acabada por un embarazo, el tiempo de baja es como cuando te rompes un ligamento cruzado de una rodilla”, señala. “Se puede seguir compitiendo al máximo nivel”, que es lo que ha sucedido en su caso. Ha vuelto al agua con energías e ilusiones renovadas, “de una manera diferente, con unas ganas enormes de competir. Es una cuestión de adrenalina”, explica. “Tengo más ganas de competir que de entrenar, ahora vivo el deporte de una manera muy diferente. Tengo muchas ganas de subirme a la tabla en este Mundial”, enfatiza.

Con su hijo a todas partes

Y por supuesto, su pequeño estará a su lado. Su hijo, también su marido, estará en Japón, cerca de ella. Vivirá una experiencia única, no sabrá muy bien dónde se encuentra, qué hace a miles de kilómetros de casa, pero Blanca quiere que “me vea, y si es subida en el podio, pues mejor... Quiero que mi hijo sienta mis éxitos, que sea mi fan número 1”. Así va a ser siempre, mientras nuestra campeona siga en primera línea: “Si he tenido un hijo no es para dejarlo con los abuelos cada vez que tenga que afrontar una competición. Haré todos los esfuerzos que sean necesarios para llevármelo a todas partes”, dice con contundencia.

Alcanzar un estado de forma óptimo no ha sido nada sencillo para la sevillana. Reconoce que “hace dos meses lo veía complicado, pero ahora sí me veo con posibilidades de aspirar al triunfo. Si todo se alinea como es debido, creo que puedo colgarme una medalla. Desde luego, alcanzar la final ya supondría un éxito”. Su especialidad requiere de una preparación muy exhaustiva a todos los niveles; “porque la técnica es fundamental, también la fuerza, pero por encima de todo debes cuidarte al máximo”, recalca. Hasta los 37/38 años puede competir al máximo nivel, así que con 30, todavía le quedan unos cuantos por delante para aspirar a seguir dando brillo a su expediente.

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“Duro para la humanidad”

Lamenta Blanca que “muchas compañeras han dejado la competición por un embarazo”, y no sólo habla del windsurf, “conozco chicas del mundo del atletismo, el fútbol o la natación” que tuvieron que abandonar su pasión “por falta de patrocinios cuando fueron madres”. Denuncia que se continúan firmando contratos con cláusulas antiembarazo, un escenario que espera ver cambiar con el paso del tiempo. “La realidad es que las mujeres lo tenemos más difícil, supongo que deberían desaparecer. Es muy triste, es la realidad. Está mal hecho desde arriba y confío en que algún día, pronto, ninguna mujer firme un compromiso de esas características”. “Es duro para la humanidad”, remarca.

Ahora opta por el día a día, disfrutar de cada momento en el agua, siempre junto a su pequeño. Otea el horizonte y emergen los Juegos Olímpicos de Tokio 2020; “esas citas siempre aparecen en la mente de cualquier deportista”, apunta, aunque ahora prefiere “ir año a año. Queda mucho y por encima de todo toca marcarse objetivos realistas”, recordando que “por detrás ya aparece una excelente generación. Hay unas 20 chicas jóvenes que tienen un nivelazo espectacular”. “Se puede ser madre y deportista al mismo tiempo”, afirma para acabar, esperando que ninguna mujer viva una situación tan desagradable como la que le tocó padecer durante interminables meses.

“Aquel artículo lo cambió todo”. Se refiere al que el pasado mes de julio publicó El Confidencial, en el que se denunciaba la huida de todos los patrocinadores de Blanca Manchón (Sevilla, 6 de marzo de 1987). El momento más feliz de su vida, la maternidad, sacó a relucir el lado más oscuro del deporte. De buenas a primeras, la fuente de ingresos se quedó seca, ni una gota de gasolina para pagar material, viajes y demás. Meses después del feliz momento, sin muletas económicas, se plantó con una mano delante y otra detrás en Salou para disputar el Mundial de Windsurf (clase raceboard) y se colgó un oro por sexta vez en su carrera deportiva. Siete meses después de dar a luz, sellando el hito con una vela prestada y pagando el desplazamiento con sus ahorros.

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