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La ausencia de Mireia empaña un Mundial en el que sólo Ona Carbonell y Jessi Vall brillaron
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ESPAÑA VUELVE A CASA CON TRES MEDALLAS

La ausencia de Mireia empaña un Mundial en el que sólo Ona Carbonell y Jessi Vall brillaron

España vuelve del Mundial de Natación de Kazán con tres medallas, la plata y el bronce que se colgó Ona Carbonell y el también bronce que logró Jessica Vall. Toca hacer autocrítica a un año de Río

Foto: Ona Carbonell posa con las dos medallas que logró en el Mundial de Natación de Kazán (Efe).
Ona Carbonell posa con las dos medallas que logró en el Mundial de Natación de Kazán (Efe).

Mucho tienen que cambiar las cosas de aquí a un año para que España haga un buen papel en las piscinas en los Juegos Olímpicos de Río 2016. La expedición española se ha vuelto del Mundial de Natación de Kazán con tres medallas, las dos que logró Ona Carbonell, una de plata y una de bronce, y la que consiguió Jessica Vall en los 200 metros brazas. “La realidad nos demuestra que a un año de los Juegos Olímpicos estamos en órbita”, aseguraba el presidente de la Federación Española de Natación (RFEN)Fernando Carpena. Una visión bastante optimista para lo que se vio en tierras rusas.

Las opciones reales de medallas para España en este Mundial estaban focalizadas en tres disciplinas, la natación sincronizada, la natación y el waterpolo. Salvo sorpresas, lograr una medalla en saltos era una utopía. Carlos Gimeno fue el mejor y terminó decimotercero en ‘high jump’, o lo que es lo mismo saltar desde 27 metros de altura. El canario se quedó a un puesto de entrar en la final, donde competían los doce mejores, cosechando un buen resultado de cara al futuro.

La natación sincronizada se desarrolló en la primera semana de competición. Después de lograrsiete medallas en el Mundial de Barcelona en 2013, las chicas eran conscientes de que en esta cita iba a ser muy complicado subirse al podio. Y así fue. Ona Carbonell, que por primera vez no nadó en las pruebas por equipos, fue la única que consiguió colgarse alguna medalla. La capitana del equipo español terminó subcampeona del mundo en solo libre, mejorando el bronce de Barcelona 2013, y tercera en el solo técnico. En el dúo técnico, Ona nadó con Clara Camacho y en el libre, lo hizo con Paula Klamburg,muestra de lasdificultades que tiene el equipo técnico para encontrar la pareja perfecta para la catalana.En los dos terminaron quintas.

Y es que España se abonó al quinto puesto. Exceptuando las dos medallas de Ona, el combinado nacional cosechó seis quintas posiciones: las dos dúo, la del dúo mixto y las tres por equipos. En plena regeneración, las entrenadores terminaron satisfechas y con buenas sensaciones pensando en el año de trabajo que queda por delante antes de los Juegos Olímpicos de Río, pero lo cierto es que en Kazán, España logró el peor botín desde que se empezaron a lograr podios en 2003. Eso sí, la sincronizada vivió en tierras rusas un momento histórico, el debut del dúo mixto, novedad a la que no faltó la delegación española por la que nadaron el joven Pau Ribes acompañado por la leyenda de la sincro española Gemma Mengual, que volvió a las piscinas después de su retirada en 2012.

Con la sincro también arrancaron los partidos de waterpolo, donde a las ‘guerreras’, vigentes campeonas del mundo, les tocaba defender título. Pero un cruce fatídico en cuartos de final contra Estados Unidos, que terminaron siendo campeonas, eliminaron a las de Miki Oca de la pugna por las medallas. Aunque lucharon por el quinto puesto, terminaron siendo séptimas. A este grupo, campeón de Europa,del Mundo y subcampeón olímpico, sólo le falta colgarse el oro en unos Juegos. Dentro de un año tienen la oportunidad de hacerlo y ahí, muchas jugadoras esperan cerrar el ciclo de esta generación de oro del waterpolo femenino español.

La natación fue lo último en arrancar en Kazán. En esta modalidad, España contaba con una buena representación en cuanto a número,pero con pocas opciones reales de medalla. Sin Mireia Belmonte en liza, fue baja de última hora por una lesión en los hombros, las esperanzas de subirse al podio se centraban en Melani Costa. Pero la balear no tuvo su Mundial. “Estoy fuerísima”, llegó a declarar y su mejor resultado fue sexta enlos 400 metros libres. Quienes sí consiguieron buenas noticias fue el equipo español del relevo masculino de4x200 libres. El cuarteto formado por Miguel Durán,Víctor Manuel Martín, Albert Puig y Marc Sánchez se quedó a 47 centésimas de acceder a la final del Mundial. Terminaron novenos consiguiendo, por primera vez en la historia, la mínima olímpica al parar el crono en 7:11.39.

Pero cuando ya se pensaba que la delegación española volvería a casa con sólo dos medallas, emergió la figura de una grandísima Jessica Vall que sorprendió terminando tercera en la final de los 200 braza, a la que llegó con el séptimo mejor tiempo. Un último largo de infarto, provocó un ajustadísimo final en el que hubo tres bronces, uno de ellos, el de la española. Esta catalana, ejemplo de constancia y esfuerzo, se emocionó al ver que había terminado tercera y también emocionó a toda la delegación española que no dejaba de corear su nombre en la grada.

España tiene potencial para conseguir más éxitos, pero lo cierto es que en este Mundial no se dieron los resultados esperados."Hemos realizado una valoración diaria de los resultados en este Mundial y no podemos estar contentos, aunque hemos ido mejorando", aseguró José Antonio del Castillo, director de alto rendimiento de la RFEN.Por delante, la federación de natación tiene mucho trabajo y muchos detalles por pulir. Les queda un año para la citadonde ya no puede haber excusas, los Juegos Olímpicos de Río.

Mucho tienen que cambiar las cosas de aquí a un año para que España haga un buen papel en las piscinas en los Juegos Olímpicos de Río 2016. La expedición española se ha vuelto del Mundial de Natación de Kazán con tres medallas, las dos que logró Ona Carbonell, una de plata y una de bronce, y la que consiguió Jessica Vall en los 200 metros brazas. “La realidad nos demuestra que a un año de los Juegos Olímpicos estamos en órbita”, aseguraba el presidente de la Federación Española de Natación (RFEN)Fernando Carpena. Una visión bastante optimista para lo que se vio en tierras rusas.

Ona Carbonell
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