Gómez Noya, el campeón del mundo cómplice de un milagro en Pontevedra

Javier Gómez Noya afrontaba la cuarta prueba del Mundial de triatlón en Londres el pasado sábado en una cita en la queMario Mola se llevó la victoria. Para poder mantener firme su liderato en la máxima competición, Gómez Noya tuvo que renunciar a competir en Pontevedra, su casa. El gallego tenía apuntado en el calendario el evento desde comienzo de temporada:el Mundial de Duatlón. Una prueba que tuvo récord de participación con más de 1.400 participantes y en la que Javi también tuvo ‘presencia’ en una demostración de humanidad y generosidad.

A Gómez Noya le apasiona competir en casa, lo hace siempre que puede. El ferrolano reside en Pontevedra, allí entrena en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva. Sin embargo, tuvo queviajar a Londres a la cuarta prueba del Mundial debido a la coincidencia de fechas. Aunque no pudo competir, el gallego, o mejor dicho su bici, sí estuvo presente aunque fuera desde la distancia. Gómez Noya se convirtió en el ‘hada madrina’ de Donald Sexton, un triatleta americano de casi 57 años que participaba en Pontevedra en la categoría de 55-59 de grupos de edad.

Natural de Honolulu (Hawai, Estados Unidos), Don Sexton, igual que Javi tenía marcado en rojo en su calendario el campeonato del mundo de duatlón de Pontevedra. Llevaba todo el año preparándose para esta prueba con la ilusión de un debutante pese a haber competido a lo largo de Estados Unidos en diferentes carreras de alto nivel. Este americano no podía esperar quesu bici le fallase el día clave. Cuando llegó a Galicia estaba destrozada por culpa del viaje en avión. El cuadro estaba partido en dos, igual que sus sueños de poder demostrar su esfuerzo de todo el año. Este americano, profesor de spinning en un gimnasio, no se podía creer lo que le había pasado. Su desesperación le llevó a una de las tiendas de bicis más conocidas de la ciudad gallega, Moto Bike y allí se encontró con Nacho, el dueño.

En conversación con El Confidencial, Nacho explica lo que ocurrió: “Donald llegó a la tienda con la cara desencajada. Vino acompañado de un matrimonio americano en el que la señora hablaba perfecto español. Nos pidió que le empaquetásemos la bici para llevarla de vuelta a casa. Estaba destrozado porque llevaba todo el año preparando esta cita y probablemente sería su última prueba a este nivel debido a su edad. Y ahí se me encendió la bombilla”. En la tienda, Nacho tiene dos bicicletas expuestas de Javier Gómez Noya, las de la temporada pasada, cada una ronda los 8.000 euros. Todavía con Don en la tienda, Nacho contactó con el campeón del mundo y le comentó lo que pasaba, Javi no lo dudó: “Déjale una de mis bicicletas”.

En cuanto tuvo la confirmación del campeón del Mundo, Nacho le explico la situación a Sexton: “Te podemos empaquetar tu bici, pero también te podemos dejar esta, es la de Gómez Noya”. Este triatleta veterano se negó una y otra vez, no quería e insistía en pagar un alquiler o compensar de alguna manera el préstamo. “Estaba muy nervioso, sólo le faltaba llorar. Esto ocurrió el viernes por la tarde a horas de la prueba. Así que le dije a él y al matrimonio que lo acompañaba que se fueran a cenar, que lo tranquilizaran y que la mañana antes del Duatlón viniesen si querían la bici" revela el propietario a este periódico.

La ilusión de competir a más de 10.000 kilómetros de su casa le hizo olvidar la vergüenza a Donald: "Al día siguiente estaban allí a las 10 de la mañana. Pese a su insistencia en pagar o en compensar de alguna manera el favor, ya le expliqué que esto era algo que Javi había querido hacer sin esperar nada a cambio. El señor no sabía cómo agradecerlo. Fue muy gratificante verlo tan feliz. Era otra persona, nada que ver con el día anterior”, explica Nacho.

Javi Gómez Noya contaba horas más tarde lo sucedido a El Confidencial: “Me llamó Nacho y me explicó lo que pasaba. El señor estaba desesperado, no tenía con qué competir. No lo dudé, al final se trataba de un compañero al que se le rompe el material y si se puede ayudar ¿por qué no? Le presté una cabra de las de contrarreloj, por talla le servía y Nacho sólo tenía que adaptarla un poco. Me alegró mucho saber que pudo competir”, asegura. Don Sexton tomó la salida en el campeonato del mundo de Pontevedra, y aunque la suerte no estuvo de su parte, un golpe en la pierna cuando iba en la bici le obligó a retirarse, este estadounidense podrá decir que uno de los mejores triatletas mundiales de todos los tiempos le dejó su bici para competir en su casa. Fue el abandono más dulce de una competición, con un campeón del mundo de salvador de última hora.