El beneficio del dopaje en MotoGP y su descuidado sistema de control 'antidoping'

"Las agujas no están permitidas aquí, pero sé que las hay". Fueron las palabras de Cal Crutchlow, piloto de Honda, en 2018 en una entrevista para 'GPOne'. El Mundial de MotoGP se echó las manos a la cabeza, también la Federación Internacional (FIM). Muchos restaron importancia a las palabras del británico debido a su afamada locuacidad, que ya le ha granjeado algunos problemas, pero esta vez el piloto no pecó de insensatez. "Los controles en el motociclismo son muy escasos. Prácticamente no existen. Todo el mundo lo sabe. Durante mis nueve años como piloto en el Mundial pasé apenas tres hasta 2015. Hay poca seriedad en este aspecto y se ha de hacer más. Como el motociclismo no es un deporte de gran resistencia parece que las autoridades no le dan importancia, pero el esfuerzo físico que conlleva montar las motos de cada una de las categorías del campeonato no es cualquier cosa", subraya Efrén Vázquez, ex piloto y actual probador de KTM a El Confidencial.

Este pasado martes la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) comunicó que Andrea Iannone, compañero de Aleix Espargaró en el equipo Aprilia, había dado positivo en una muestra de orina realizada en el Circuito de Sepang (Malasia) el pasado 3 noviembre. La sustancia: esteroides anabólicos. Un compuesto sintético derivado de la testosterona y que principalmente se usa para aumentar la masa muscular y el amacenamiento de energía. La FIM confirmó que el italiano, de 30 años, tendrá prohibido participar en competición o evento alguno hasta que su caso no quede cerrado. Iannone, que en su cuenta de Instagram aseguró estar "tranquilo", podrá solicitar ahora el análisis de una muestra 'B', pero rara vez las diferentes recogidas se contradicen entre sí, por lo que su caso no tiene visos de acabar bien.

El programa ADAMS

Eso sí, el daño ya está hecho. Crutchlow fue el primero en elevar la voz, aunque a él se le sumó posteriormente el campeón, Marc Márquez: "Sabes que siempre suelen venir a Misano y Alemania. En cinco años he hecho dos controles, no es normal. Se debería hacer más". A la misma vez que algunos pilotos reclamaban garantías en este aspecto, la FIM, a través de su presidente, Vitto Ipolito, aseguraba que el control 'antidoping' no se mejoraba por la "resistencia" de los protagonistas y por los costes del sistema. "Poco pasa para como está montado todo esto", asegura Vázquez, al que le apena la noticia, pero no le sorprende. El personaje (Iannone) es lo de menos ("Apenas le conocía"), Efrén pone el foco en el contexto, mejorable. El vasco sabe de lo que habla, estuvo casi una década en el campeonato y la vez que más cuentas tuvo que rendir fue en 2015, su última temporada en Moto3, cuando se inscribió en el programa ADAMS por mandato de la AMA: "La notificación me llegó por sorpresa, a través del correo. No te informan de antemano. Al principio no le hice caso, pensé que aquello no era importante y pasé. Luego me llegó un requerimiento para que me diera de alta en 15 días si quería evitar sanciones. Como no sabía como funcionaba el tema me reuní con Juanma Gárate (exciclista profesional) que conocía el tema y me explicó los detalles"

El programa es una aplicación web de la AMA que obliga a todos los deportistas adscritos a informar, de antemano, su ubicación cada día del año (incluidas las vacaciones). Funciona por trimestres. Es decir, se debe completar los datos correspondientes a los tres primeros meses del año con todo lujo de detalles. "Cada día tienes que estar disponible al menos una hora en un sitio concreto por si hubieras de pasar algún control sorpresa". El sistema implica anualmente a más de 20.000 deportistas en todo el mundo. Atletas, nadadores y ciclistas son los más vigilados, no así los pilotos del mundial de motociclismo. En la actualidad, solo tres corredores de la máxima categoría de MotoGP escogidos al azar deben supeditarse al ADAMS cada temporada (de 24 participantes), por ninguno de Moto2 y Moto3, niveles igualmente profesionalizados. Cuando a Efrén le exigieron máximo compromiso con el programa (2015), un piloto por cada categoría. "Es una risa", afirma. "Todos deberíamos seguir a rajatabla el programa, actualizarlo y someternos a él. No puede ser que, en la teoría, haya unos más vigilados que otros, así no se garantiza la limpieza ni la igualdad", señala. Aquel curso recuerda haber pasado, como máximo, siete controles (por los tres de antaño): "Me parecen muy pocos. No sé si alguno fue de sangre. Sí recuerdo hacerlos de orina. Somos atletas, el cuerpo de un piloto actual no tiene nada que ver con el de otro de hace 40 años", justifica el vasco.

La diferencia

En 2018 solo se realizaron dos controles rutinarios (no sorpresa) en el Mundial de MotoGP y en ninguno de ellos se citó a Iannone (normalmente los agentes suelen reclamar la presencia de tres pilotos por categoría cada vez). Este 2019 la FIM -puede que por las quejas vertidas por Crutchlow y Márquez en su momento- los incrementó en siete. Iannone fue reclamado en el último de ellos, efectuado en Sepang, dando positivo. Según los datos publicados por la AMA, en 2015 se realizaron un total de 124 controles en pruebas de velocidad correspondientes al motociclismo entre todas las federaciones y agencias con competencias. La cifra subió a 130 en 2016 y bajó a 76 en 2017. De esos 330 controles, solo 29 fueron fuera de competición y ninguno fue de sangre. La FIM, que tiene bajo su paraguas pruebas de velocidad, motocross, trial o enduro, realizó 132 controles en 2015, 134 en 2016 y 121 en 2017. Muy pocos. En esos tres años, solo hubo dos positivos.

"En Moto3, que es donde yo me desenvolvía, la moto te exige estar muy fino. Yo siempre he sido más grandote, por lo que tuve que entrenar mucho y cuidar mi alimentación para bajar de peso y competir en condiciones. Claro, esto con diuréticos se consigue más fácil, pero están prohibidos como es lógico. Ahora, si apenas haces controles... ¿quién te garantiza que estás compitiendo en igualdad con respecto a otros rivales? Parece que no interesa. Y te estoy hablando de Moto3, que no mueve ni una tercera parte del dinero de MotoGP", advierte Efrén. Al respecto de la sustancia presente en la orina de Iannone, el vasco lo ve de la siguiente manera: "En este deporte lo más importante es la moto, eso está claro. Ahora, entre dos motos igualadas, con ritmo parejo, el piloto marca la diferencia. Los esteroides pueden generar cierta ventaja física que puede ser útil al final de una carrera, por ejemplo, ya que las MotoGP son monturas muy pesadas. Si vas en un grupo de tres muy apretado, quizá suponga ser el primero de ellos al cruzar la bandera a cuadros. Si tu cuerpo se cansa menos, tu mente también está más lúcida para interpretar las cosas".

Efrén asegura que, durante su trayectoria, el dopaje no fue nunca un tema recurrente en el paddock, tampoco en pequeños círculos: "Es algo que no iba con nosotros, que afectaba a otros deportes", dice. Ahora que ya no compite tampoco ha escuchado nada raro: "Llevo fuera ya un tiempo, aunque esté de probador. Tengo buenísima amistad con algunos compañeros y nunca nadie, en una conversación con confianza, me ha dicho que complemente el entrenamiento con algo sospechoso". La AMA tendrá que determinar el castigo para el italiano una vez se concrete el tema. Su nombre, eso sí, siempre quedará en entredicho. La FIM tiene trabajo por delante.