Márquez, entre la tranquilidad de Le Mans y el récord de Hailwood, un viejo conocido

El Mundial de Motociclismo va quemando etapas. Jerez fue el punto de partida del periplo europeo que tiene en Francia su siguiente parada. Los pilotos comienzan a llegar a la región del Loira, donde les espera el Circuito de Bugatti, más conocido como Le Mans por la cercanía a dicha ciudad. La cita gala es la quinta de la presente temporada en la que hasta el momento ha habido un nombre propio: Marc Márquez. El líder llega a Francia como máximo favorito avalado por su póker de poles y victorias mientras intenta mantener la calma para no precipitarse en su objetivo: reeditar el título. Los récords los deja para la prensa y para los libros de historia que ya preparan una nueva hoja para el de Cervera.

Echando la vista atrás, Le Mans aparece en la hoja de ruta de Marc en la máxima categoría como su primera carrera sobre mojado. La variable meteorología obliga a los pilotos a mantener la tensión y la concentración. Al trazado galo le sobra solera en el Mundial y supone un reto técnico para los pilotos que forman parte de la parrilla con sus trece metros de ancho y sus trece curvas, cuatro de izquierdas y nueve de derechas. “Es un circuito histórico, con mucha leyenda y unas curvas míticas en las que me encanta pilotar”. El año pasado, Márquez acabó en el escalón más bajo del podio después de verse obligado a remontar al quedarse relegado dentro del grupo. Le Mans no está entre sus circuitos preferidos, pero esta temporada ha demostrado que no existe nada imposible para él.

“El de Le Mans probablemente será el paddock más tranquilo que nos encontremos desde que fuimos a Austin. Esto ayuda a mantener la concentración, a moverse más relajadamente fuera del box, pero sigue siendo un gran premio con mucho ambiente y con una gran afición”, comentaba Marc Márquez en su blog. La pasión con la que se vivió la cita americana, la argentina y la gaditana choca con la relativa calma que se respirará en Francia, algo que ayudará a estar centrado no sólo al piloto de Repsol Honda, también a sus rivales: “Nos toca estar muy concentrados. Estamos en un momento soñado, con cuatro victorias. ¡Quién nos lo iba a decir! Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando igual, con todas nuestras ganas y dando el máximo en cada entrenamiento”.

Con esta mentalidad y la tinta de su firma en el contrato de renovación con HRC aún fresca, Márquez tiene una nueva cita con la historia de las dos ruedas. El Mundial ha desempolvado sus libros para echar un vistazo a lo sucedido en 1962: en aquel momento, Mike Hailwood se convirtió en el piloto más joven en firmar cinco victorias consecutivas. A sus 21 años, Marc puede arrebatarle semejante honor igual que hizo la temporada pasada con el de mejor ‘rookie’ de MotoGP también en manos del británico. Más de medio siglo después, tiene la posibilidad de escribir una nueva página en Francia. Algo que no le resultará nuevo pues el año pasado igualó a Max Biaggi subiendo al podio en sus primeras cuatro carreras en su debut en MotoGP.