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Lo (muchísimo) que pasó en los Juegos Olímpicos mientras estabas durmiendo
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increíble récord en 400 y triplete de bolt en 100

Lo (muchísimo) que pasó en los Juegos Olímpicos mientras estabas durmiendo

Ocurrieron muchas cosas en Río de Janeiro que a continuación les resumimos, pero como lo que pasó en el deporte rey de los Juegos es incomparable

Foto: Van Niekerk es, desde este domingo, recordman del 400 (Kai Pfaffenbach/Reuters).
Van Niekerk es, desde este domingo, recordman del 400 (Kai Pfaffenbach/Reuters).

¡Qué noche la de aquel día! Así tradujeron en España la fabulosa canción de los Beatles A Hard Day's Night. La temática de aquella canción, o al menos el mensaje que quedó para la posteridad se puede aplicar en innumerables ocasiones y, por supuesto, en los Juegos iba a haber un día en el que encajara. Una noche para ser más precisos. Era noche en el Atlántico este y también en el oeste. Allí lejos, en el estadio del Botafogo ocurrió historia. La misma historia. Sabemos que los Juegos nos dan sorpresas, pero no esperábamos un récord del mundo anoche en los 400. Sí esperábamos y queríamos ver a Bolt ganando su oro. Porque es suyo y de nadie más. Hubo más cosas que a continuación les resumimos, pero como lo del deporte rey, absolutamente nada.

Atletismo

Un día hubo gente que pensó que era la última vez que veía a Carl Lewis correr los 100 metros y pensaron que ya no había nada más allá. Lo había, ¿cómo no lo iba a haber? Y de hecho, hay algo más allá de Bolt, pero aún no lo vemos, ni lo atisbamos, ni lo imaginamos, Bolt es lo más grande que ha participado en una prueba de atletismo y anoche lo vimos ganar otro oro en 100 y no lo volveremos a ver. Era único, especial como ninguno. Menos espectacular que el del Nido del Pájaro de Pekín, porque aquello es por ahora no apto para cualquier otro mortal. Pero sí más emotivo. No vimos esa final para ver quién ganaba. Sabíamos todos que iba a ganar Bolt, y era eso precisamente lo que nuestra vista buscaba. Con la sobriedad que esta profesión requiere hay que reconocer que le faltó algo, ir un paso más allá, acercarse a su récord. O romperlo. Bolt ha logrado que un 9,81 nos parezca escaso. Nos hizo olvidarlo con su sonrisa, su diversión, sus bailes, es decir, lo que esconde el incomparable profesional que es el jamaicano, único en la historia con tres oros olímpicos en los 100.

Y quizá esperábamos más porque nos dio mucho alguien con el que no se contaba. Uno no está preparado para un récord inaudito, y menos para uno que se rompe después de 15 años. Michael Johnson estaba comentando los 400 metros sosegado, inconsciente con lo que le venía encima. Un chico de 24 años nacido en Ciudad del Cabo le reventó el récord, su récord. Wayde van Niekerk subió al monte Olimpo con un 43,03 que no augura otros muchos años de vigencia.

Baloncesto

Foto: Laura Gil lanzando a canasta frente a Canadá. (Fazry Ismail/EFE)

Las esperanzas que se tenían en la selección de baloncesto femenina se ven, poco a poco, subrayadas por los hechos. Es una competición pareja cuando no eres Estados Unidos, pero las españolas, aun sin Sancho Lyttle, han demostrado sobradamente que están en Río de Janeiro para competir, buscan la medalla de plata, que es lo mejor que puede ocurrirle en una competición preasignada. Entre las españolas está destacando, y mucho, la genial Alba Torrens, que en un partido menos brillante que otros hizo 20 puntos. Está llevando el peso del equipo y estará, sin duda, entre las mejores de la competición. En la siguiente fase empieza lo bueno, los cuartos son contra Turquía y, en principio, tendrían que ganar.

Balonmano

Foto: España vs angola - femenino

España estaba en un brete, tenía que ganar a Angola después de tropezar contra Rumanía. Quedar fuera de los cruces era un problema enorme, una mácula en el historial de un equipo que tiene aspiraciones. El balonmano femenino, pueden decir, está cada vez más igualado. La superioridad noruega de estos años ha sido evidente, pero incluso ellas de vez en cuando tienen problemas y no ganan con mucha solvencia. Tampoco quedan ya equipos que se meten por cuota, pues incluso Angola, que sobre el papel no suena a gran potencia, es capaz de poner en problemas a cualquier selección, incluida España. Y eso quiere decir, también, que todo es posible. El siguiente paso son los cuartos de final contra Francia.

Tenis

Foto: Murray se proclama medalla de oro en Rio 2016 ( Kevin Lamarque/REUTERS)

Estaban pasando cosas raras en el tenis. En primera ronda cayó el número uno del mundo, y sin Djokovic el torneo tenía otra pinta. Quizá mejor, quizá peor, pero otra pinta, en definitiva. Y en el cuadro femenino también se fue pronto Serena Williams. Quedaba un cuadro extraño que la lógica rechazaba. Pero ésta, al final, siempre acaba venciendo. Murray se encontró con un camino despejado y tenía que ganar. Y más sin Nadal en la final. Tocó Del Potro, un tenista argentino que se ganó el corazón hasta de Brasil cuando se echó a llorar destrozado por haber perdido la final. Murray también se llenó de lágrimas porque el reto de repetir oro era extremo, y él lo ha hecho. Ganó por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5 y se colgó su segundo oro. Histórico.

¡Qué noche la de aquel día! Así tradujeron en España la fabulosa canción de los Beatles A Hard Day's Night. La temática de aquella canción, o al menos el mensaje que quedó para la posteridad se puede aplicar en innumerables ocasiones y, por supuesto, en los Juegos iba a haber un día en el que encajara. Una noche para ser más precisos. Era noche en el Atlántico este y también en el oeste. Allí lejos, en el estadio del Botafogo ocurrió historia. La misma historia. Sabemos que los Juegos nos dan sorpresas, pero no esperábamos un récord del mundo anoche en los 400. Sí esperábamos y queríamos ver a Bolt ganando su oro. Porque es suyo y de nadie más. Hubo más cosas que a continuación les resumimos, pero como lo del deporte rey, absolutamente nada.

Alba Torrens Angola Sancho Lyttle
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