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Llega la Ryder: Rahm liderará a Europa y los americanos no pegan tan largo como parece
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Los europeos defenderán título sin su afición

Llega la Ryder: Rahm liderará a Europa y los americanos no pegan tan largo como parece

El favoritismo de los estadounidenses, que jugarán ante su público con un equipo repleto de estrellas, no incomoda a una selección europea muy compenetrada en la que la pareja española Rahm-García parte como la más fuerte

Foto: Sergio Garcia, Thomas Bjorn (capitán), Ian Poulter y Jon Rahm, en 2018 tras ganar Europa la Ryder Cup. (EFE)
Sergio Garcia, Thomas Bjorn (capitán), Ian Poulter y Jon Rahm, en 2018 tras ganar Europa la Ryder Cup. (EFE)

El pasado miércoles por la mañana, temprano, Jon Rahm y Sergio García recorrieron juntos los 18 hoyos del campo de Whistling Straits, donde este fin de semana tendrá lugar la 43ª Copa Ryder, el torneo bienal que hasta 1979 enfrentaba a Estados Unidos contra Gran Bretaña. Las rondas de práctica tuvieron finalmente valor predictivo, y la pareja española hará equipo en los enfrentamientos de ‘Foursomes’ (golpes alternos) y ‘Fourball’ (mejor resultado en cada hoyo) que marcarán los dos primeros días de competición. Ambos defienden con dignidad el legado de Severiano Ballesteros, el hombre que cambió para siempre la Ryder y el golf europeo: si García sigue siendo el mejor competidor de la historia en el torneo, Rahm llega al estado de Wisconsin como mejor jugador del planeta y es el golfista más destacado en las casas de apuestas.

Los tres años pasados desde la anterior edición han transformado por completo a Rahm. En 2018 debutó en París con un grado elevadísimo de autoexigencia, que supo aliviar después de dos derrotas para lograr, el domingo, su primera victoria de tronío en el torneo: venció a Tiger Woods en un duelo decisivo y la Copa se quedó en el Viejo Continente. Hoy el vizcaíno, ganador de un ‘grande’ y candidato hasta el final a otros varios, es el golfista más regular de la PGA y aparece como líder de un equipo que completan Paul Casey, Rory McIlroy, Viktor Hovland, Tommy Fleetwodd, Tyrrell Hatton, Matt Fitzpatrick, Lee Westwood y Bernd Wisberger (clasificados por méritos), además de los seleccionados Sergio García, Shane Lowry e Ian Poulter.

La nómina del equipo estadounidense, cabe reconocer, asusta más que la europea: Collin Morikawa, Dustin Johnson, Bryson DeChambeau, Brooks Koepka, Justin Thomas y Patrick Cantlay (clasificados automáticamente), además de Daniel Berger, Harris English, Tony Finau, Xander Schauffele, Scottie Scheffler y Jordan Spieth. La Ryder, no obstante, es un torneo singular, como han repetido sus protagonistas durante décadas. El factor emocional de jugar en equipo transforma un deporte rabiosamente individualista y psicológico, en el que la fortaleza mental pesa por encima de cualquier otra virtud. La victoria europea en la versión femenina de la Ryder (la Solheim Cup) este mismo mes en Ohio ante una selección estadounidense con mejores registros es un escaparate perfecto para el equipo capitaneado por el irlandés Padraig Harrington.

placeholder Nanna Koerstz Madsen (izquierda) y la española Carlota Ciganda, en un partido de la reciente Solheim Cup. (REUTERS)
Nanna Koerstz Madsen (izquierda) y la española Carlota Ciganda, en un partido de la reciente Solheim Cup. (REUTERS)

Sólo 3,7 metros de diferencia

Pero hay también una estadística puramente deportiva que puede reconfortar a los aficionados europeos: la impresión generalizada de que los golfistas estadounidenses actuales son bastante más pegadores con el ‘drive’ no termina de ajustarse a la realidad (con la excepción, por supuesto, de Bryson DeChambeau, el especialista que amenaza con cambiar el golf tras décadas de incesantes innovaciones en los materiales).

DeChambeau transporta la pelota una media escalofriante de 296 metros cada vez que golpea desde el ‘tee’ con el ‘drive’. 25 metros más que el europeo menos pegador, Ian Poulter: una diferencia que en determinados hoyos, o con ‘greens’ muy duros, puede suponer una ventaja significativa. Sin embargo, la diferencia colectiva de distancia media entre ambas selecciones es inapreciable: sólo 3,7 metros. No tiene incidencia en el juego; nada que temer poe ese lado.

placeholder Bryson DeChambeau sale del hoyo 11 en una ronda de práctica este miércoles. (REUTERS)
Bryson DeChambeau sale del hoyo 11 en una ronda de práctica este miércoles. (REUTERS)

Campaña para reducir la agresividad del público

Las restricciones de viaje por la dichosa pandemia harán que Europa defienda su título sin los miles de hinchas que habitualmente cruzan el Atlántico para ver en directo uno de los mayores espectáculos deportivos del año. Los pequeños conflictos surgidos en los últimos meses entre el público y algunos jugadores han inducido al equipo europeo a organizar una pequeña campaña de comunicación para ganarse cierto afecto entre el público local de Wisconsin. Los 12 jugadores se fotografiaron este miércoles antes de entrenar con unos gorros de queso en la cabeza y los colores verde y amarillo en las mangas que lucen los aficionados del equipo de fútbol americano Green Bay Packers, con sede en el estado del Medio Oeste.

La mujer de Sergio García, Angela Akins, de nacionalidad estadounidense, ha afirmado esta semana que se sintió avergonzada por el comportamiento de un grupo de aficionados compatriotas en la edición de 2016, y ha pedido que no haya insultos (algo sorprendente por infrecuente): “Entiendo que animes a tu equipo, pero dejemos fuera los insultos. Fueron demasiado lejos en Hazeltine. Yo estaba siguiendo a Sergio y terminé con un grupo de personas que lo estaban acosando”, dijo Akins en la CNN. “Les dije: 'Estoy aquí apoyando al equipo europeo, soy americana, y vosotros me estáis avergonzando. La gente de alrededor se sumó y empezó a decirles que también les estaban avergonzando a ellos. Les dije que me gustaría ver a los aficionados americanos ser mejores que eso”.

La primacía de la motivación, las emociones y el compañerismo sobre los numerosos aspectos técnicos de este deporte es clara en las conversaciones durante las horas previas al primer ‘drive’ de salida a orillas del Lago Michigan, en la localidad de Sheboygan (50.000 habitantes). De hecho, y aunque los emparejamientos no se conocerán hasta el día del partido, diversos jugadores han dejado ya claras sus preferencias en cuanto a compañeros de partido (generalmente determinadas por la amistad). “Me entusiasma la oportunidad de jugar con Jordan [Spieth], porque es obviamente un gran amigo y nos llevamos tan bien. Espero que podamos conseguir algunos puntos para el equipo esta semana”, dijo Justin Thomas a principios de esta semana. “Creo que el formato ‘Foursomes’ es más emocional y el hecho de que Xander y yo somos muy buenos amigos ayuda. Sé que está haciendo todo lo que puede, y si da un mal golpe, al final es solo golf”, afirmó el debutante Patrick Cantlay sobre la posibilidad de jugar junto al también primerizo Xander Schauffele. “A mí me encantaría”, manifestó abiertamente Sergio García sobre la posibilidad de formar pareja con Rahm en una reciente entrevista con Mundo Deportivo: “Lo hemos comentado, él también estaría encantado, pero todo dependerá de cómo se enfoquen las parejas, cómo lo vean el capitán y sus ayudantes. Si lo mejor es que juguemos juntos, o no, perfecto en ambos casos. Estaremos encantados de ayudar al equipo, juntos o separados”.

placeholder Sergio García y Lee Westwood charlan durante un entrenamiento esta semana. (REUTERS)
Sergio García y Lee Westwood charlan durante un entrenamiento esta semana. (REUTERS)

Si John Rahm se ha ganado con toda claridad su favoritismo esta temporada por motivos obvios, la experiencia de Sergio García –que no se ganó el puesto durante la temporada– cobra peso creciente en los comentarios de los analistas norteamericanos. Se trata de su décima Ryder Cup, un campeonato exento de la irregularidad característica del genio castellonense, que renunció a los Juegos Olímpicos de Tokio para concentrarse en la preparación del enfrentamiento trasatlántico. Hace tres años, en París, estableció el récord histórico de la competición: ha conseguido en estas dos primeras décadas del siglo 25,5 puntos, el 62% de todos los disputados: 22 victorias, 7 empates y 12 derrotas.

En la citada entrevista en Mundo Deportivo, el periodista le pregunta a García: “¿El espíritu de equipo sigue siendo el mejor valor que tiene Europa?” “Por supuesto”, responde el de Borriols. “Los jugadores son de muy buen nivel y eso no cambia. La compenetración, camaradería, buen rollo, todo suma; y las necesitamos para ganarles a los americanos, porque ellos quizá tienen mejor equipo. Pero las estadísticas, cuando empieces a competir, valen para lo que valen”.

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Posdata: los partidos 'Foursome’ comenzarán a las 14:05 (hora española), mientras que los ‘Fourballs’ se iniciarán a las 19:10 (viernes y sábado). Ambas jornadas deberían terminar sobre la 01:30 de la madrugada del día siguiente en España. Los partidos individuales del domingo comenzarán a las seis de la tarde. El último debería acabar en torno a medianoche.

El pasado miércoles por la mañana, temprano, Jon Rahm y Sergio García recorrieron juntos los 18 hoyos del campo de Whistling Straits, donde este fin de semana tendrá lugar la 43ª Copa Ryder, el torneo bienal que hasta 1979 enfrentaba a Estados Unidos contra Gran Bretaña. Las rondas de práctica tuvieron finalmente valor predictivo, y la pareja española hará equipo en los enfrentamientos de ‘Foursomes’ (golpes alternos) y ‘Fourball’ (mejor resultado en cada hoyo) que marcarán los dos primeros días de competición. Ambos defienden con dignidad el legado de Severiano Ballesteros, el hombre que cambió para siempre la Ryder y el golf europeo: si García sigue siendo el mejor competidor de la historia en el torneo, Rahm llega al estado de Wisconsin como mejor jugador del planeta y es el golfista más destacado en las casas de apuestas.

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