La Selección Española toca el cielo de Sídney para conquistar el Mundial ante Inglaterra (1-0)

Y España tocó el cielo de Sidney para proclamarse campeona del mundo en Australia y Nueva Zelanda (1-0). La Selección se impuso por la mínima ante Inglaterra. Un gol de Olga Carmona, a punto de cumplirse la media hora del partido, le valió al fútbol femenino español para conseguir la estrella en el pecho. No fue un partido fácil porque la selección inglesa no paró de intentarlo, pero la Roja supo controlar los nervios y demostrar su buen juego dentro del campo.

Las internacionales saltaron al campo para disputar la final y sonó el himno de España en el partido más importante del campeonato. El único cambio en la alineación de la Selección con respecto al duelo ante Suecia fue Alexia Putellas. La ganadora del Balón de Oro era suplente y Salma Paralluelo volvió a la titularidad. La delantera maña entró desde el banquillo en los dos últimos enfrentamientos y logró marcar en ambos. Además, recibió el premio a la mejor jugadora del partido de forma consecutiva. Sarina Weigman, la seleccionadora inglesa, no realizó ningún cambio y repitió el once inicial de semifinales.

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EFE

Mucha intensidad desde el comienzo del partido. Ambas selecciones se mostraron muy firmes sobre el terreno de juego e Inglaterra presionó muy arriba, pero España no se quedó atrás. El encuentro estuvo muy disputado y las ocasiones se alternaron en las dos áreas. Cata Coll se mostró segura bajo palos y atajó las oportunidades inglesas sin problema. La ocasión más clara para el conjunto dirigido por Sarina Weigman fue un disparo de Lauren Hemp que terminó impactando en el larguero. La delantera citizen llevó las riendas del equipo durante la primera mitad.

Alba Redondo tuvo el gol en sus botas para España, pero Mary Earps detuvo el esférico. Se iba a cumplir la media hora de encuentro cuando apareció, como ya lo hizo en la semifinal, Olga Carmona. Mariona Caldentey controló un cambio de juego a la banda izquierda y estuvo atenta para pasar a Olga Carmona que le dobló por esa banda. La lateral sevillana ejecutó un disparo raso y la pelota terminó en el fondo de la red inglesa. Antes de irse a los vestuarios, Salma Paralluelo pudo ampliar el marcador tras un centro de Ona Battle, pero el balón dio al palo y se fue por línea de fondo. España se fue al descanso con el resultado a favor y siendo muy agresiva.

Sarina Weigman realizó cambios al comienzo de la segunda mitad. Rachel Daly y Alessia Russo dejaron paso a Chloe Kelly y Lauren James para dar refresco al equipo. A punto estuvo de llegar el segundo tanto de las españolas después de un envío ajustado al palo de Mariona Caldentey, pero se encontró con la mano de Mery Earps y la pelota no encontró portería. Jorge Vilda movió ficha y Oihane Hernández sustituyó a Alba Redondo. El conjunto español se reorganizó y continuó buscando que la pelota acabase en el fondo de la red.

Aitana Bonmatí lo intentó con un chut que se marchó por encima del arco de Mary Earps, aunque la oportunidad de oro en esta mitad fue para España gracias a un penalti. Caldentey controló el esférico, pero su disparo chocó en la mano de Keira Walsh. Tras la revisión del VAR, Tori Penso señaló pena máxima para el conjunto de Jorge Vilda. Jenni Hermoso cogió el esférico para intentar ampliar el marcador, aunque no estuvo acertada y la portera de Inglaterra adivinó la trayectoria del esférico.

Fue entonces cuando los nervios aparecieron en las jugadoras españolas y las leonas intentaron, sin éxito, igualar el marcador. Laia Codina abandonó el césped por molestias e Ivana ocupó su lugar. España recuperó la calma y las ocasiones se sucedieron para las internacionales. Ona Battle probó suerte con un tiro cruzado que Earps envió fuera con la pierna, también Salma Paralluelo quiso dejar su huella en la final, pero la defensa inglesa lo impidió y España no pudo sentenciar.

En los minutos finales del partido, Alexia Putellas saltó al terreno de juego para dar un poco de aire a la Selección. El encuentro se prolongó 13 minutos y la última jugada fue para Inglaterra. Un saque de esquina contuvo el aliento de millones de personas, pero Cata Coll se hizo con la pelota fácilmente. La árbitra hizo sonar el silbato y España se proclamó campeona.

Las finales están para ganarlas y la Selección lo sabía, no desaprovechó la primera oportunidad en toda su historia y alzó el trofeo al cielo de Sídney. Sois el orgullo de un país entero y esto es solo el comienzo de una nueva era para el fútbol femenino que, tras años a la deriva, ha encontrado el impulso para convertirse en una potencia mundial. El espléndido torneo de la Roja es la mejor prueba de ello. Enhorabuena, campeonas.