Tanganas, gestos y espectáculo: Suiza vence y elimina a Serbia en un partido de alta tensión

¿Está siendo la fase de grupos de Qatar una de las mejores de la historia? Es difícil decirlo, pero lo cierto es que esta tercera jornada está siendo fabulosa e, incluso, el Suiza-Serbia ha sido epítome de ello. Tremendo partidazo, especialmente en su primera parte, repleto de goles y de vaivenes, que se ha llevado finalmente Suiza (3-2), y que hace que sea la rival de la Portugal de Fernando Santos en octavos. Se está quedando un Mundial precioso.

A lo puramente futbolística se ha de sumar lo esperado que era este partido para muchos. Otra bomba geopolítica más, sobre todo, por los antecedentes. En Rusia 2018 fueron encuadradas en el mismo grupo –y, de nuevo, con Brasil de por medio– y se generó un buen pitote. Ganó la selección helvética 2-1, y los goleadores fueron Xhaka y Shaqiri. De raíces albanokosovares, las familias de ambos conservan heridas por la fragmentación de Yugoslavia ocurrida en los noventa, pues tuvieron que abandonar su tierra por la guerra de los Balcanes. Huyeron de las bombas serbias y acabaron en Suiza y, por lo tanto, no dudaron en hacer con sus manos el gesto del águila, símbolo de la bandera albanesa.

A lo acontecido hace cuatro años se ha de sumar lo ocurrido en las semanas previas al partido de hoy. Los serbios se motivaron en el vestuario en los instantes previos a su debut en Qatar con una bandera de su territorio que incluía a Kósovo como parte del país. Por otra parte, en los días previos al envite se ha viralizado una fotografía de Dua Lipa envuelta en la oriflama albanesa, nacida en Pristina. No hay duda de con quién va la artista internacional. Hotter tan Hell, como su conocida canción. Y es que, el partido fue de lo más caliente.

Espectáculo ofensivo desde el inicio

¡Cuatro goles en la primera parte! El partido fue divertidísimo ya desde el inicio, y la prueba es que los muy poco ‘neutrales’ suizos estuvieron a punto de anotar cuando aún no se habían cumplido los veinte segundos desde que el árbitro dio el pitido inicial. El meta nacido en Ourense, Vanja Milinkovic-Savic evitó el inicio del bombardeo, aunque este no se haría esperar. Zivkovic puso el miedo en el otro área con un zambombazo al palo, pero fue Shaqiri quien abrió la tala, con lo que repetía la suerte de hacía cuatro años. No obstante, el jugador no sacó esta vez el águila a pasear. Sin duda, el jugador nacido en Kosovo estuvo muy motivado, y dejó una de sus grandes actuaciones en la Copa del Mundo. Suiza golpeaba primero y Serbia recibía su sexto gol en el Mundial. Así es muy difícil progresar de ronda.

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El Confidencial/Agencias

Pero, a diferencia de lo acontecido en Kaliningrado, fue Serbia la que remontó el tanto inicial del rival. En la ciudad donde nació Inmanuel Kant –cuando se llamaba Koningsberg– anotó primero Mitrovic, pero los suizos supieron remontar. En Qatar fue, justamente, el tanque serbio el que puso el empate, tras un excelente pase de Tadic, que fue el más virtuoso de la primera mitad. Y, poco después, Vlahovic culminó el vaivén en el electrónico tras, otra vez, una intervención positiva de su compañero Tadic. Es triste que el delantero de la Juventus haya jugado tan poco, pues es uno de los arietes con más olfato del panorama europeo.

Y a quien creía que las hostilidades acabarían aquí en la primera parte, Embolo se encargó de refutarle. Una buena jugada colectiva dejó el balón en banda al lateral Widmer, el cual puso la bola en la bota del ‘7’ del cuadro centroeuropeo. Era el segundo tanto en el Mundial del jugador nacido en Yaoundé. Se acababa así la que ha sido, probablemente, la primera parte más entretenida de un no poco divertido Mundial hasta la fecha.

Suiza, clasificación y tangana

El ritmo no paró, como cantaba Patricia Monterola. Pero, a diferencia de lo ocurrido en la primera parte, en esta segunda fue solo un equipo el que puso la música. Otra bellísima jugada de orfebrería suiza permitió que Freuler pusiera el 3-2 a los tres minutos de reanudarse el encuentro, tras un bonito pase de tacón de Vargas. Se confirmaba, así, la segunda remontada en esta montaña rusa de partido.

Serbia estaba en la lona y necesitaba, como hizo en la primera parte, darle la vuelta al marcador. Mitrovic reclamó penalti, aunque sin éxito y, tras esto, llegó el primer lío entre ambas selecciones. Los jugadores del banquillo serbio se levantaron como resortes y entraron parcialmente en el césped. No se supo claramente que ocurrió, pero, probablemente, fuesen soliviantados con un gesto feo procedente de Xhaka. Un sospechoso habitual en las reyertas con Serbia.

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EFE

Por primera vez el encuentro se enfrió. Y ese fue el gran éxito de los pupilos de Murat Yakin. Serbia quería, pero no podía, y el tiempo pesaba cada vez más, pues cada minuto señalaba a la selección el camino de vuelta a los Balcanes. Fue decepcionante la segunda mitad de los de Stojkovic, y no pudieron hacer nada para pasar. Y antes del final, incluso, llegó la inevitable tangana. Xhaka contra Serbia, de nuevo. Una pena.

Más allá de lo bélico, en lo referido al balompié, lo cierto es que Serbia dice adiós al Mundial pese a ser un equipo que prometía tardes de gloria, con una generación de jugadores magnífica, pero que solo ha podido sumar un punto de nueve. Suiza, por su parte, vuelve a demostrar que sabe competir perfectamente. Veremos a ver cuál es el recorrido que tienen. Espera Cristiano Ronaldo.