Nico Williams presenta su candidatura para ser el agitador de la Selección española
El bilbaíno marcó uno de los tres goles y estuvo muy activo, como siempre que ha jugado con España. La buena temporada del Athletic va en consonancia con su año personal
España venció a Jordania (1-3) en el único partido de preparación antes de Qatar. Con un calendario tan comprimido, apenas da lugar a que las piezas se engrasen. Todo tiene su lado positivo y el negativo. Si el Mundial se disputa en invierno, el rendimiento de los jugadores, cercanos a la etapa de mejor forma del año, es óptimo. Y algunos demostraron que están en plena forma.
Nico Williams fue la aparición que agitó el partido. La gran temporada del Athletic va en consonancia con un jugador que se está consagrando en San Mamés. Si en el Mundial rinde a buen nivel, que en Bilbao se preparen para una venta más pronto que tarde. Es un encantador de serpientes; el hechicero perfecto para los momentos de tensión y de nervios. Los secundarios no siempre tienen un rol tan limitado.
El vasco demostró por qué él juega en España y su hermano ha tenido que elegir, a última hora, a Ghana. El gol es algo que puede entrenarse, porque así lo ha demostrado Vinicius. Sin embargo, se trata más bien de una cualidad, algo inherente al futbolista. Y Nico tiene y mucho. Más allá de las estadísticas, el joven siempre está acertado cuando tiene minutos en la Selección. En el apretado partido ante Portugal (0-1), le dio el pase de gol a Álvaro Morata.
El prematuro liderazgo de Gavi
La victoria, ante un rival menor, estuvo liderada por los más jóvenes del equipo. Pedri, llamado a ser el faro que ilumine el sendero de España, no disputó ningún minuto. Quién sabe si Luis Enrique no quiso arriesgar con su mejor futbolista por más que un Mundial sea el lugar apropiado para mostrar la audacia.
Gavi, en cambio, fue uno de los que lideró la victoria. Si uno se atiene a su nivel, no hay que reflexionar por qué es el debutante más joven de la historia de la Selección. Elige (casi) siempre bien y tiene un recorrido formidable. A su primer entrenador lo apodaron batalla y no es de extrañar que algo se le pegara. Es el incordio de los rivales, el tipo con el que no querrías cruzarte ni en un ascensor.
El gol, y eso es algo innegable, es la asignatura pendiente de este equipo. Las dudas fueron hasta el final, pero no es descabellado pensar que la presencia de Ansu Fati haya sido un acierto de Luis Enrique. España necesita jugadores diferentes que sean capaces de resolver el partido. Y el del Barcelona tiene un rifle o una metralleta, a diferencia de los compañeros que disparan con balas de fogueo.
Se vio un rato a Yéremy Pino, jugador perfecto para desequilibrar un partido en la segunda parte. No obstante, no se puede esperar que él sea capaz de solucionar la papeleta. En cambio, Ansu Fati, a pesar de las lesiones y los inconvenientes que ha tenido en su efímera carrera, está tocado por los dioses. Ese ángel solo camina con algunos jugadores y él lo tiene. Por eso va a ser imprescindible para España, aunque quizá desde el banquillo.
La defensa es lo que más dudas deja. La seguridad no es el punto fuerte de un equipo que, como demostró en la Eurocopa, juega en el alambre frente a cualquiera. Igual sufre con Croacia, yendo 1-3 a falta de diez minutos, que llega con Suiza a los penaltis. Este equipo, con independencia de que se trate de la parcela ofensiva o defensiva, es capaz de lo mejor y de lo peor.
La novedad fue la presencia de Aymeric Laporte en el lateral izquierdo. El titular parece Gayá, pero las molestias de última hora quizá lo dejen fuera del Mundial. Fue un nuevo experimento de Luis Enrique, igual que el cambio en la portería. Lo habitual, difícil determinar cuándo es así con el asturiano, volverá en el partido frente a Costa Rica.
España venció a Jordania (1-3) en el único partido de preparación antes de Qatar. Con un calendario tan comprimido, apenas da lugar a que las piezas se engrasen. Todo tiene su lado positivo y el negativo. Si el Mundial se disputa en invierno, el rendimiento de los jugadores, cercanos a la etapa de mejor forma del año, es óptimo. Y algunos demostraron que están en plena forma.