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Hysaj, el crack de Albania cuyo sueño mundialista empezó en una patera
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Así es la figura del rival de España

Hysaj, el crack de Albania cuyo sueño mundialista empezó en una patera

El lateral del Nápoles regresa a su Shkoder natal para medirse a La Roja ante la atenta mirada de su padre Gzim, un ‘sin papeles’ que se jugó la vida en el mar para dar un futuro digno a su familia

Foto: Elseid Hysaj durante un partido con la selección de Albania (Reuters)
Elseid Hysaj durante un partido con la selección de Albania (Reuters)

Albania fue una de las selecciones que, junto a País de Gales e Islandia, abanderó en la pasada Eurocopa la primera revolución en masa de los modestos que se recuerda en una competición internacional de gran calado. Cierto es que los pupilos de Gianni De Biasi se quedaron a una brazada de cruzar el Rubicón rumbo a la segunda fase del torneo galo, pero su histórico triunfo sobre Rumanía y las notables actuaciones frente a Francia y Suiza, a quienes hicieron sufrir de lo lindo con su fútbol pragmático apoyado en una espartana y coral organización defensiva, fueron aval suficiente para ganarse el respeto del planeta fútbol y una señal inequívoca para navegantes de lo que estaba por venir.

Superado ya el hito de alcanzar por vez primera una Eurocopa, Albania va lanzado de cabeza a por una presa aún mayor, el Mundial de Rusia. Líder momentáneo en un grupo integrado por dos campeones del mundo, la España de Lopetegui será el primer test de altura de los balcánicos para calibrar ese imparable crecimiento que les ha llevado hasta el puesto 40 del ranking FIFA. Como el resto de integrantes de su selección, Elseid Hysaj lleva soñando con ver a ‘Shqiponjat’ (Las águilas) como protagonista y no como un espectador más de la mayor fiesta del balompié desde crío, justo cuando el veneno de la redonda le atravesó las venas mientras daba sus patadas iniciáticas en su Shkoder natal.

Pobreza extrema

Que el duelo frente a La Roja se dispute en el Loro Boriçi Stadion, a muy poquitos pasos de las cuatro paredes donde afiló los colmillos, será la excusa perfecta para que el exquisito lateral diestro del Nápoles rinda su particular homenaje a la persona sin cuyo esfuerzo y fe inquebrantable en sus cualidades nunca hubiera podido convertirse en el gran referente actual de los rojinegros. La pobreza extrema con la que Albania recibió el final de la Guerra Fría tras la caída del Muro obligó a Gzim Hysaj, como a tantos otros compatriotas, a buscarse las habichuelas al otro extremo del Adriático. El progenitor de 'Elsi' arribó a Italia a bordo de una patera y durante más de una década se las ingenió para ganarse la vida como un 'sin papeles' haciendo todo tipo de chapuzas. Todo con tal de que a su chaval y a su esposa no les faltase de nada en el lejano terruño.

Gzim arriesgó su vida en varias ocasiones cruzando el mar de noche en sentido contrario para llevar dinero y comida a su familia en Shkoder. Cada vez que lo hacía, comprobaba felizmente cómo su vástago progresaba sin parar pateando la pelota jugando para equipos menores, ya que curiosamente los 'scouters' del Vllaznia, la escuadra más importante de la ciudad, nunca llegaron a descifrar el talento que escondían sus fulgurantes arrancadas por el carril derecho. Imbatible al desaliento por necesidad vital, el patriarca de los Hysaj tenía el convencimiento de que 'Elsi' podía acabar viviendo de su gran pasión y se autoimpuso la misión, entre chapuza y chapuza, de llevarle en algún momento a Italia para que pudiera demostrar sus cualidades.

El destino se alió con este padre coraje, que un buen día dio con sus huesos en la casa del agente Marco Piccioli para realizar unos trabajos de restauración como albañil. En el momento en el que Gzim supo a lo que se dedicaba el propietario del chalet, no se cortó un pelo y le pidió que le ayudara a encontrar equipo para su chico. Al saber que Elseid sólo tenía por entonces 10 años, le sugirió, medio en broma medio en serio, que le plantease esa misma propuesta 4 ó 5 años más adelante. El papá del nuevo estandarte del equipo nacional albanés se quedó con la copla y también con el número de móvil de Piccioli, al que volvería a ‘atacar’ casi un lustro después para recordarle la promesa que le había hecho durante la reconstrucción de su casa.

Madera de crack

La persistencia de Gzim y su habilidad para convencer al procurador transalpino de que su hijo tenía madera de crack lograron que 'Elsi' cruzara al fin el mar Adriático rumbo a Florencia, donde Piccioli había conseguido una prueba de nivel con la escuadra viola. Hysaj la superó sobradamente, pero las dificultades burocráticas surgidas por el hecho de ser hijo de inmigrante, amén de residente no comunitario en Italia, enfrió el interés de la Fiorentina por su contratación. Cuando parecía que se iría todo al traste, a Gzim se le volvió a aparecer la Virgen de los Desamparados: el Empoli retomó los trámites donde los había dejado la 'Fiore' e integró a su chaval en el equipo cadete.

La calidad y versatilidad de Hysaj, al que utilizaban en cualquier posición de la zaga, le llevó a abrirse paso a toda mecha en el vivero de los toscanos hasta alcanzar la cima en noviembre de 2011 en un duelo de Copa de Italia, curiosamente con la 'Fiore' como enemigo. Doce meses más tarde, ya con Maurizio Sarri en el banquillo empolitano, el hijo de Gzim era titularísimo en sus alineaciones. La primera llamada a filas del combinado patrio no tardó demasiado en llegar: el 6 de febrero de 2013 se estrenó en un amistoso frente a Georgia, sustituyendo a Emiliano Vila. Medio año después haría lo propio con los sub 21, siendo el primer futbolista de su país en debutar antes con la absoluta que con los promesas.

Cinco millones de euros

Una temporada en la Serie A (2014-15) bastó para confirmarle como el lateral derecho de mayor proyección en el Calcio. Sarri, su gran valedor en el Carlo Castellani, aceptó el desafío de suplir a Benítez en el Nápoles y su primera petición a De Laurentiis fue pagar al Empoli 5 millones de euros para liberar a Elsi y poder llevárselo junto a él al San Paolo. Su impresionante campaña con los partenopeos, vigentes subcampeones de liga, le ha valido una reciente extensión de su contrato por cinco años (hasta el 2021), con una cláusula de 50 'kilos' si vienen a buscarlo del extranjero. Los insistentes rumores veraniegos de que el Barça lo pretendía como sustituto de Dani Alves han forzado a los celestes de la Campania a blindarle antes de que fuera demasiado tarde.

Pese a que la fama y el dinero aparecieron en la vida de Hysaj sin preaviso, el chaval de Shkoder sigue teniendo los pies en la tierra. Tanto, que buena parte de lo que le dieron tras firmar su primer contrato profesional fue destinado a abrir el 'Bar Elsi', en el centro de Florencia. Al frente del mismo está Gzim, a la sazón el culpable de que aquel niño por el que se jugó el tipo más de una vez pudiera hacer realidad sus sueños.

Albania fue una de las selecciones que, junto a País de Gales e Islandia, abanderó en la pasada Eurocopa la primera revolución en masa de los modestos que se recuerda en una competición internacional de gran calado. Cierto es que los pupilos de Gianni De Biasi se quedaron a una brazada de cruzar el Rubicón rumbo a la segunda fase del torneo galo, pero su histórico triunfo sobre Rumanía y las notables actuaciones frente a Francia y Suiza, a quienes hicieron sufrir de lo lindo con su fútbol pragmático apoyado en una espartana y coral organización defensiva, fueron aval suficiente para ganarse el respeto del planeta fútbol y una señal inequívoca para navegantes de lo que estaba por venir.

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