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Una Alemania 'hambrienta' buscará su identidad ante la Brasil más alemana
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SEMIFINAL DE DOS GIGANTES DEL FÚTBOL MUNDIAL

Una Alemania 'hambrienta' buscará su identidad ante la Brasil más alemana

Una final de un Mundial en Maracaná. Eso es lo que se pone en juego a partir de las 22:00 hora española en Belo Horizonte, con un partido lleno de historia

Foto: El seleccionador alemán, Joachim Low, en el traslado de su equipo a Belo Horizonte donde se medirá a Brasil.
El seleccionador alemán, Joachim Low, en el traslado de su equipo a Belo Horizonte donde se medirá a Brasil.

Las frías estadísticas son las que mejor defienden la ganadora frialdad alemana. La eficiente manera de tratar los problemas que tienen los germanos es la causa principal de que, sin grandes aspavientos, aprovechando la fortaleza física y con una técnica adaptada fielmente a esta, sean capaces de estar siempre en la lucha por los títulos.

En Brasil 2014 vuelve a ser así, acumulando 60 años quedando de forma consecutiva entre los ocho mejores de cada Mundial. Y como si nada, han establecido una nueva marca: nunca antes una selección había conseguido estar en cuatro semifinales seguidas (2002, 2006, 2010, 2014). Pero su último título importante data de la Eurocopa de 1996, y con esa hambre de gloria y esa determinación saltarán al campo para provocar la tragedia de Brasil, selección a la cual nunca han vencido en partido oficial.

Desde la unificación alemana no han ganado un Mundial y eso les hace afilar aún más los colmillos. Llegan a la penúltima ronda para atemorizar a la anfitriona, una ‘Canarinha’ que aún llora la lesión de Neymar y la sanción de Thiago Silva, y cuyo juego se acerca más al de la potencia europea que al patrimonio del ‘jogo bonito’ que convirtió en legendario el fútbol brasileño. De ahí, que en este duelo a cara o cruz en Belo Horizonte (22:00 horas), Alemania represente, posiblemente, el peor contrincante y el más temido.

Los germanos son, junto a Holanda, los supervivientes europeos llamados a romper el maleficio en otro Mundial en América, donde siempre ganaron americanos. Si los holandeses representan el ímpetu por estrenarse en el palmarés tras las finales perdidas en 1974, 1978 y 2010, Alemania vuelve a ser la locomotora que tira del fútbol del Viejo Continente.

El principal problema de Alemania para un partido como el que le planteará el equipo de Scolari son, precisamente, sus propias dudas. Si el músculo alemán lleva buscando su versión ‘2.0’ desde que España, con una legión de ‘chiquititos’, le amargó en 2008 y 2010, en el presente Mundial está quedando patente que estas nuevas ideas no son tan fáciles de acoplar en un fútbol con una identidad tan arraigada. La opción de jugar con falso ‘9’ (Müller) o asimilar la novedad de Lahm de mediocentro, aplicada por Guardiola en el Bayern, sigue chirriando en un entramado que, de nuevo, ha terminado basando su poderío en la resistencia física y el trabajo sin fin. Se espera queLahm vuelva al lateral y Klose a ser el ariete.

No es casualidad que un cansado y desconectado Özil sea el más cuestionado de los titulares, por una falta de forma física que quizá en ninguna selección del campeonato sería tan evidente. El ex del Madrid está llamado a divertir con su juego, y su seleccionador afirma que cree en ello. Pero cuando tienen problemas o se dan partidos aburridos o complicados no olvidan quienes son y, ante la duda, siguen ganando.

Es esta la encrucijada que debe resolver Joachim Low en su pizarra de cara al histórico partido ante Brasil de este martes. El técnico promete ante los medios dura lucha. Que Alemania doblegue a la ‘verdeamarela’ en su casa a través de un juego de asociación y movilidad, en lugar de por el acoso y derribo que ‘marcan sus genes’, significará que el fútbol ha cambiado mucho. Pero mucho, mucho.

Y viceversa. Porque de Scolari, y menos sin Neymar, no se espera un paso al frente para dotar a su equipo de una continuidad en el juego ofensivo que ha venido rechazando de plano el propio seleccionador. Por ello, sería igual de sorprendente ver a Brasil venciendo a Alemania por prevalencia física, a balón parado, por ejemplo, método por el cuál pasaron de octavos y de cuartos.

Todo esto y mucho más se determinará en los 90 (ó 120) minutos de un Brasil-Alemania que es más que nunca un choque de trenes plagados de historia. Ocho títulos, 14 finales y 23 semifinales suman entre los dos combinados nacionales. (Han leído los datos bien, sí). Pero nunca jamás se había visto a Brasil queriendo ser Alemania y a Alemania buscando la inspiración histórica del fútbol brasileño. Hoy es el día para quitarse las caretas y que el planeta juzgue al respecto. Una final en Maracaná es un premio más que justo para el vencedor.

Alineaciones probables:

Brasil: Julio César; Maicon, David Luiz, Dante, Marcelo; Luiz Gustavo, Fernandinho, Willian (Paulinho); Oscar, Hulk y Fred.

Seleccionador: Luiz Felipe Scolari.

Alemania: Neuer; Lahm, Boateng, Hummels, Höwedes; Khedira, Schweinsteiger, Kroos; Müller, Özil y Klose

Seleccionador: Joachim Low

Árbitro: Marco Rodríguez (MEX)

Lugar: estadio Mineirao de Belo Horizonte

Hora: 17.00 hora local

Las frías estadísticas son las que mejor defienden la ganadora frialdad alemana. La eficiente manera de tratar los problemas que tienen los germanos es la causa principal de que, sin grandes aspavientos, aprovechando la fortaleza física y con una técnica adaptada fielmente a esta, sean capaces de estar siempre en la lucha por los títulos.

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