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Scolari, te lo has buscado: Alemania deja en estado de shock a Brasil y al planeta entero
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LOS DE LOW, A LA FINAL CON UNA PALIZA HISTÓRICA

Scolari, te lo has buscado: Alemania deja en estado de shock a Brasil y al planeta entero

Alemania, en un partido memorable y que será recordado para siempre, se metió en la final del Mundial de Brasil humillando con un 1-7 a la anfitriona

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Si, a estas alturas, algún lector no se ha enterado de lo sucedido este martes en Belo Horizonte, vamos a tratar de contarlo a través de estas líneas. Contarlo, porque explicarlo es algo bastante más difícil. Transmitir con palabras por qué la selección más laureada de la historia de las Copas del Mundo es tratada como un muñeco en manos de un niño malcriado, o por qué, en su casa, en su Mundial, estuvo a años luz de otra de las grandes, una Alemania que se enfundó el traje más tirano del que ha sido capaz jamás, es, créanlo, lo más complicado que le ha tocado escribir a uno.

Pero así fue. Los germanos, con un planteamiento perfecto, le endosaron a Brasil un 0-5 en los primeros 29 minutos de semifinal, para acabar cerrando un escandaloso 1-7 en la segunda mitad que agota todos los calificativos. El ‘maracanazo’ ya es pasado en la memoria colectiva de los brasileños. Ha sido sustituido por esta increíble goleada que estará décadas escociendo en los corazones de los pentacampeones del mundo. Todo el ‘Planeta fútbol’ se ha quedado en estado de shock, y será el paso de los días el que consiga que estabarbaridad de acontecimiento deportivo sea digerido por todos los que lo vieron. Que lo recordarán para siempre.

Futbolísticamente todo se explica más sencillamente. Si fuera un partido normal, de cualquier liga, basta con decir que la Brasil de Scolari venía jugando con fuego (porque con el balón poco han jugado con este seleccionador) y, con la cerilla encendida, fueron a tropezar con un enorme petrolero cargado de hambre de gloria. Y la ‘Canarinha’ salió volando por los aires. Joachim Low dio una lección en su planteamiento, adelantando a Khedira en sus funciones en la presión y obligando a los anfitriones a sentirse muy malos jugadores, de otra división, incluso.

La contundencia del marcador no deja ni lugar a la excusa de las ausencias de Neymar y Thiago Silva, los mejores del equipo. Pero es que a Brasil, la todopoderosa Brasil, si algo le sobran son jugadores de talento, ganadores. Allí donde vas, en cualquier rincón del globo, encontrarás un futbolista brasileño siendo de los mejores de su equipo. Pero Scolari no lo ve así. Prefirió apostar por la prevalencia del físico, que también la han aprovechado históricamente los brasileños, pero supeditada a la creatividad siempre, sin excepción. Sin embargo, Brasil quiso ir a por su Mundial jugando a ser Alemania, y Alemania solo hay y habrá una. Única e inimitable.

Pues a lo que íbamos, un inicio espectacular de Khedira fue el motor de los germanos, que desactivaron en segundos el ímpetu de los brasileños. Esa supremacía posicional y de ánimo subió al marcador en el minuto 11, en un córner muy mal defendido por los ‘locales’ y rematado por Müller a placer. El atacante del Bayern de Múnich lidera con cinco tantos la tabla de goleadores, sólo un gol por detrás del colombiano James Rodríguez, que ya está fuera del torneo, y suma seis.

Hasta ahí, bueno, era el 0-1 que tenía que hacer despertar a una asustada Brasil. Pero todo lo contrario, la presión alemana siguió ahogando los sueños de la nación más grande de Sudamérica. Y en el minuto 23, una jugada rápida de Kroos por el centro del ataque fue finalizada en el segundo intento por Klose, previo pase de Müller. El gran Miroslav Klose, de 36 años, entró con ese gol para siempre en las páginas doradas de los Mundiales. Máximo anotador con 16 dianas, batiendo los 15 de Ronaldo Nazario, quien precisamente estaba presenciando in situ el desastre de la selección con la que él ganó dos de las cinco estrellas que llevan en el pecho.

Y ahí llegó la locura alemana. Tres goles en cuatro minutos. Y todos con robos en campo contrario, triangulaciones rápidas y efectividad en la llegada. El 0-3 y el 0-4 fueron obra de Kroos, y el 0-5, todavía en el minuto 29, fue de Khedira, redondeando una exhibición de ataque donde solo Özil fue maniatado por la defensa rival. Cinco goles en 18 minutos. Difícil de ver hasta en divisiones inferiores…

Las lágrimas ya inundaban las gradas del estadio, se marchaban aficionados, los gestos de Marcelo, David Luiz, Julio Cesar o Fred (el más criticado y silbado a partir de ese momento) reflejaban la decepción que seguro les acompañará el resto de sus carreras deportivas.

Alemania no bajó el ritmo hasta el descanso, y pudieron llegar más goles. Tras la reanudación, sin embargo, Scolari introdujo dos cambios para al menos darle orden y tratar de maquillar el marcador. No pudo ser porque Neuer quiso también demostrar su gran momento con dos paradas providenciales. El nivel de juego bajó, ante un ambiente alicaído e incrédulo, y con cada vez más asientos vacíos.

Pero en esas, Schurrle metió el sexto al remachar un pase raso al corazón del área. Y a la siguiente llegada, el atacante del Chelsea metió el mejor tanto de la noche con un violento golpeo con la izquierda que se coló por la primera escuadra. Oscar, en el 90, quitó el cero de Brasil en el marcador. Nunca un gol de la ‘verdeamarela’ será menos celebrado.

Ante los ‘olés’ del público alemán, los de Low se relajaron finalmente, sabedores de que el domingo, en Maracaná, optan a ganar su cuarto Mundial en su octava final. Sería el primer título desde la Euro de 1996, y primera Copa del Mundo desde la unificación alemana, que vino justo después de ganar en Italia 90 la tercera Copa del Mundo tras la de Suiza 54 y la ganada en casa en 1974.

Un combinado que jamás ha renunciado a sus ideas y que con ellas se han hecho más eternos si cabe en Belo Horizonte. No puede decir lo mismo Scolari, que acaba de firmar su entierro como seleccionador de Brasil, donde será poco menos que un ‘apestado’, deportivamente habalndo, el resto de sus días. Es más que probable que en el país del ‘jogo bonito’, ya estén empezando a buscar el camino de vuelta a lo que siempre fueron y del que Scolari decidió sacarles.

Ficha técnica:

1 - Brasil: Julio César; Maicon, Dante, David Luiz, Marcelo; Fernandinho (Paulinho, m.46), Luiz Gustavo, Hulk (Ramires, m.46), Oscar, Bernard y Fred (William, m.71).

7 - Alemania: Neuer; Lahm, Hummels (Metersacker, m.46), Boateng, Höwedes; Schweinsteiger, Khedira (Draxler, m.75); Müller, Kroos, Özil y Klose (Schuerrle, m.59)

Goles: 0-1, m.11: Thomas Muller; 0-2, m.23: Klose; 0-3, m.24: Kroos; 0-4, m.26: Kroos; 0-5, m.29: Khedira; 0-6, m.70: Schurrle; 0-7, m.77: Schurrle. 1-7, m.90: Oscar

Árbitro: Marco Rodríguez (MEX). Mostró tarjeta amarilla a Dante.

Incidencias: semifinal del Campeonato del Mundo de Brasil 2014 disputado en el estadio Mineirao de Belo Horizonte ante unos 58.000 espectadores.

Si, a estas alturas, algún lector no se ha enterado de lo sucedido este martes en Belo Horizonte, vamos a tratar de contarlo a través de estas líneas. Contarlo, porque explicarlo es algo bastante más difícil. Transmitir con palabras por qué la selección más laureada de la historia de las Copas del Mundo es tratada como un muñeco en manos de un niño malcriado, o por qué, en su casa, en su Mundial, estuvo a años luz de otra de las grandes, una Alemania que se enfundó el traje más tirano del que ha sido capaz jamás, es, créanlo, lo más complicado que le ha tocado escribir a uno.

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