La claves de cómo Ancelotti ha devuelto al Real Madrid a la vía triunfal y su único dilema

El Real Madrid es un reloj suizo. El conjunto blanco ha firmado una primera parte de la temporada prácticamente perfecta, lidera todos los ránkings y está demostrando que es uno de los equipos más potentes de Europa. Con un fútbol alegre, un bloque compacto y las ideas muy claras de a qué tiene que jugar, los madridistas están callando muchas bocas que decían que este bloque no tenía futuro. Y el gran responsable es un Carlo Ancelotti que solo tiene un dilema en la mesa.

La temporada pasada no fue buena para el Real Madrid. Un equipo acostumbrado a ganar siempre, vivió un curso 2020-21 en el que no fue capaz de levantar ningún entorchado, lo que hizo pensar a muchos que era el fin de un ciclo. Pero, en realidad, haciendo un ejercicio algo 'tramposo', lo cierto es que los blancos se quedaron a un gol de ser campeones de Liga y a dos de jugar la final de la Champions. Un curso después, con un par de retoque, todo parece volver a funcionar.

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Rubén Rodríguez

El equipo inicial es prácticamente el mismo de las últimas temporadas, donde las salidas de Sergio Ramos y Varane han dado paso a la llegada de Alaba y el paso adelante de Militao. Igual que el de Camas y el francés se convirtieron en una de las parejas de centrales más gloriosas del fútbol mundial, el camino que llevan el austríaco y el brasileño es el mismo: la compenetración, el entendimiento y la solvencia de ambos en la zona defensiva los convierten en dos verdaderos bastiones.

Pero la verdadera transformación ha llegado en el ataque. Benzema continúa haciendo números dignos de Balón de Oro pero, ahora, tiene un compañero inseparable que está firmando su temporada de consagración: Vinicius. El brasileño ha encontrado la continuidad y la confianza necesarias que le faltaban en años anteriores y, unido a la madurez adquirida tras sus cuatro cursos en el Madrid, se ha convertido en uno de los mejores delanteros del mundo. Y, de todo ello, 'Carletto' es responsable.

Ancelotti ha ordenado las ideas de una plantilla que parecía perdida y, lo más importante, ha creado un conjunto competitivo que los aficionados pueden recitar de carrerilla, como los grandes equipos... salvo una posición. El extremo derecho aún no tiene dueño fijo y hasta cuatro jugadores -incluso un quinto- luchan por el puesto. Pero, siendo realistas, tres nombres destacan por encima del resto, con dos muy destacados en la pelea: Rodrygo y Asensio, con Hazard unos pasos por detrás.

Varias opciones y una única posición

Rodrygo es, posiblemente, el jugador que más gusta a Ancelotti. Es profundo, tiene llegada, muy hábil con el balón y, especialmente, un jugador que ayuda mucho en el balance defensivo, lo que hace que el equipo no se rompa en momentos clave del partido. Asensio le sigue muy de cerca: parece haber recuperado la chispa perdida tras la lesión, se le ve cómodo en el campo, inteligente en la lectura de juego y, sobre todo, con una capacidad goleadora que da mucha solvencia al equipo.

Hazard, un jugador que parecía perdido para la causa, se vio 'obligado' a jugar contra el Cádiz y el Athletic y demostró que no está dispuesto a tirar la toalla. En ambos partidos fue de los jugadores más destacados, con desborde y buena interpretación de los ataques e, incluso, estuvo cerca de marcar en un par de ocasiones. El belga le ha demostrado a Ancelotti que quiere pelear por un puesto en el once inicial y 180 minutos seguidos le han confirmado como una opción.

En el absoluto ostracismo por culpa de sus malas decisiones y de las lesiones se encuentra un Bale que comenzó el curso siendo titular pero al que, ahora, casi nadie echa en falta. De hecho, no parece ni una opción plausible para el equipo, donde incuso ha llegado a ilusionar más un Peter Federico que ha jugado escasos cinco minutos con el equipo que el galés, más pendiente de los extradeportivo y de jugar con su selección que de cumplir con el club que paga su ficha.

Ancelotti ha conseguido recuperar la dinámica ganadora del Real Madrid, generando una ola de entusiasmo que es palpable en el día a día del equipo. Eso sí, dos jugadores pelean mano a mano para conseguir cerrar el último dilema del entrenador italiano, mientras un tercero lucha por hacerse un hueco cuando parecía absolutamente descartado. Bendito problema para 'Carletto', al que se le abren un abanico de posibiidades para devolver al Madrid a la gloria.