Arda Turan, un fichaje ruinoso, se marcha gracias a su amigo Erdogan

Arda Turan se marcha cedido al Basaksehir turco dos años y medio después de fichar por una junta gestora del Barcelona por 40 millones de euros que fue presionada por Josep María Bartomeu —que se lo apuntó como trofeo durante las elecciones— con una profunda sensación de alivio por parte del propio presidente, lo que da medida del desastre de su contratación. En el caso del turco ni siquiera es válida la expresión de "se va con más pena que gloria", porque a nadie en el Barça le produce ningún pesar su marcha y da la sensación de que al propio jugador también le importa un bledo.

Era tal la desesperación del club culé por enchufarle en un equipo, el que fuera, que han movido cielo y tierra ante la indiferencia de Turan y su entorno desde el verano pasado hasta que, por fin, alguien ha picado. Y ese alguien no es cualquiera, sino el Basaksehir, el equipo del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al que Arda Turan ha apoyado en varias ocasiones públicamente. De esta manera se explica únicamente que un club se haga cargo de la ficha de ocho millones brutos de un futbolista que solo ha jugado 55 partidos en dos años y medio en Barcelona y que no ha disputado ni un minuto en esta temporada.

"Nuestra patria, nuestro país está pasando por un momento muy difícil; de hecho, vivimos una nueva guerra de la Independencia, por lo que queremos una Turquía fuerte. Y para tener una Turquía fuerte, apuesto por el sí. ¿Y tú, querido Arda, estás conmigo?", preguntaba el exfutbolista del Fenerbahçe y presentador Ridvan Dilmen en un vídeo que se hizo viral en las redes sociales el pasado mes de enero antes del referéndum. ¿Y qué contestó Arda?: "Sí, yo también estoy contigo a favor de una Turquía fuerte". Tras el fallido golpe de Estado en el verano de 2016, Turan también dijo de Erdogan: "Creo que es usted la persona que puede unir a este país de nuevo. Que Dios le dé felicidad. En cualquier circunstancia, es usted mi comandante en jefe".

Estrechos lazos

El ‘comandante en jefe’ y sus maneras autoritarias que han incluido destituir a funcionarios y meter en la cárcel a jueces y periodistas a granel han sido denunciados por organizaciones como Amnistía Internacional, que vio cómo sus dos máximos responsables en Turquía también eran encarcelados. Entre las leyes, por ejemplo, que el partido de Erdogan, el AKP, pretendía imponer estaba la de suspender la condena de un hombre culpable de agredir sexualmente a una menor si el acto se llevaba a cabo sin "violencia, amenaza o cualquier otra forma de coacción" y si el agresor se casaba con la víctima. Las protestas fueron de tal calibre que el proyecto finalmente no salió adelante.

El Basaksehir, fundado en 1990 por los empleados de la compañía municipal de agua para jugar de forma amateur, ascendió en 1993 a Segunda coincidiendo con la elección de Erdogan como alcalde de Estambul. El Basaksehir subió a la Superliga por primera vez cuando Erdogan ya era Primer Ministro. Es el equipo del gobierno, "un lugar especial" para el todopoderoso presidente que fue el encargado de inaugurar el nuevo estadio disputando incluso un partido amistoso en el que hasta marcó un triplete para mayor gloria, suya, claro. Los lazos empresariales entre los patrocinadores, el equipo y el gobierno son tan estrechos que el Basaksehir se ha convertido en uno de los aspirantes al título y se puede permitir pagar una ficha tan descomunal como la de Arda Turan sin que importe su estado de forma, que es una incógnita puesto que no ha jugado nada esta temporada.

La séptima ficha

El Barça se ahorra la séptima ficha (sexta hasta el fichaje de Coutinho) del equipo, y que no conste en la contabilidad al ser una cesión. Vamos, que la operación tal y como estaban las cosas es hasta para felicitarse, hasta que se recuerda que costó 40 millones de euros en verano de 2015 y el club azulgrana no ha podido recuperar ni uno solo dos años y medio después. Un desastre.

Al descalabro ha contribuido de manera decisiva el propio Turan, que llegó diciendo que se había cansado de correr en el Atlético sin engañar a nadie y cumplió a rajatabla y hasta las últimas consecuencias sus palabras. Hasta en el vestuario se le miraba ya como un elemento extraño desde hace ya tiempo cuando los compañeros vieron que no estaba por la labor y le interesaba más la buena vida y jugar al póker que al fútbol.

Ernesto Valverde no se había encontrado un caso similar en su vida profesional y este sábado no quiso hacer sangre, aunque se le notó que se ha quitado un peso de encima: "Es un gran futbolista. Aquí no ha tenido las oportunidades que hubiera querido porque han jugado otros futbolistas, pero no tengo nada más que decir, simplemente agradecerle el comportamiento desde el punto de vista interno y desearle suerte". Con él en el banquillo, el turco ni se ha vestido de corto y le dejó hasta fuera de la convocatoria en el torneo Joan Gamper. Arda Turan se marcha al equipo de Erdogan, que de lo bien que se llevan hasta riman. En el Barça nadie le echará de menos.