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Víctor Valdés 'apaga' la luz: se retira el meta que odiaba la fama... y la portería
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CUELGA LOS GUANTES CERRANDO SUS REDES SOCIALES

Víctor Valdés 'apaga' la luz: se retira el meta que odiaba la fama... y la portería

Cinco veces Zamora de la Liga, el meta de Hospitalet ha decidido que ha llegado el momento de cerrar una carrera deportiva marcada por la grave lesión que sufrió en su rodilla derecha

Foto: Víctor Valdés celebra un gol durante un partido con el Barcelona. (EFE)
Víctor Valdés celebra un gol durante un partido con el Barcelona. (EFE)

Víctor Valdés ha anunciado su retirada como futbolista. El mítico portero del Barcelona ha decidido poner punto y final a su carrera deportiva a sus 35 años o, como él prefiere llamarlo, ha decidido apagar la luz. Enorme guardameta, de grandes reflejos y gran efectividad bajo palos, una grave lesión de rodilla frustró sus últimos años de carrera. El portero que nunca quiso serlo ha decidido decir adiós. ¿Cómo? Apagando su luz en los perfiles públicos de sus redes sociales.

Nacido en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Valdés siempre fue un jugador anacrónico para el momento que vive el deporte actual. En un momento en el que los focos parecen lo único importante para convertirse en un ídolo de masas, donde importa más la imagen que se proyecta que las enseñanzas y donde la fama es la gran meta a conseguir, el exinternacional español siempre lo tuvo claro: prefería hablar en el campo. Y avisaba: cuando se retirara, lo diría a su manera.

placeholder Víctor Valdés, después de lesionarse ante el Celta (Cordonpress).
Víctor Valdés, después de lesionarse ante el Celta (Cordonpress).

"No me gusta la fama. Un día se apagará la luz y, cuando lo haga, espero que no me encuentren. O, al menos, que sea muy difícil encontrarme", indicaba Valdés en una entrevista en 2015. Dicho y hecho. Hace escasos días, el meta catalán colgaba en las redes sociales una foto de un camino, acompañado de un simple mensaje: "Gracias por todo". Sólo unas horas más tarde, ha cumplido con la palabra que dio: ha borrado todos sus perfiles en redes. Ha apagado la luz.

La historia vital de Víctor Valdés es, sin duda, la de un jugador forjado a sí mismo. Su historia comenzó en la calle, como la de muchos niños, donde empezó a jugar de portero para compartir horas de su fútbol con su hermano mayor. Pronto demostró su calidad, lo que le llevó a formar parte del equipo de su localidad natal. Sólo unos meses más tarde, daba el gran salto: pasaba a formar parte de las categorías inferiores del Barcelona. Sólo había un problema: odiaba ser portero.

"Desde los 8 hasta los 18 años, para mí jugar de portero ha sido un sufrimiento especial, constante, de algo que no me gusta hacer y que no entiendo. Me preguntaba: '¿por qué lo hago, si no me gusta?'", analiza el portero en 'Informe Robinson'. Tras apartarse brevemente del fútbol, aún siendo un niño, decidió regresar a probar suerte y vaya si lo logró: en 2002 debutaba con el primer equipo azulgrana. Sólo dos temporadas más tarde, ya era titular indiscutible.

Si en sus primeros años fue algo discutido bajo palos, sólo necesitó minutos para consagrarse como uno de los mejores porteros españoles de todos los tiempos: cinco veces Zamora de la Liga, 21 títulos con el Barcelona -entre ellos, tres Ligas de Campeones-, uno con el Standard de Lieja, y una Eurocopa y un Mundial con la selección española confirman que Valdés es un meta que ha marcado época. Hasta que su lesión le cambió la vida.

Una forma distinta de ver la vida

Pocos meses antes, Valdés había anunciado que no renovaría con el Barcelona, en busca de nuevas experiencias en otros países. El Mónaco apuntaba como su nuevo destino, pero llegó aquel maldito 26 de marzo de 2014. El colegiado pitaba penalti contra el Barça y el meta, en su condición de capitán, pidió que lo consultara con el línea. Tras hacerlo, el trencilla corregía y señalaba falta: en la parada a ese lanzamiento, el meta se rompía el cruzado anterior de su rodilla derecha.

Su recuperación le iba a dar, en sus palabras, una de las grandes lecciones de vida de su carrera: "El mundo del fútbol te hace sentir un lisiado, pero la lesión me hizo volver a sentir lo que es la vida real", confesaba Valdés en una entrevista. Desplazado a Augsburgo para recuperarse -donde se encontraba la clínica del cirujano que le operó- pronto descubrió lo que siempre había sentido en su interior. El fútbol es una burbuja que te aleja de la realidad del día a día.

"Vivía en un hotel y, para ir a la clínica, tenía que coger el tranvía. Eso me sirvió para que después de muchos años volviera a tocar monedas, a saber lo que vale un viaje, a pagar un café.... miles de situaciones en las que no eres consciente siendo futbolista, porque vives una vida irreal. Te lo dan todo hecho, todo sencillo, te alaban, te sientes cómodo en cualquier lugar...", confesaba. Una realidad que le hizo ver el mundo de otra forma.

Tras no renovar con el Barça, tal y como ya había prometido, los monegascos tampoco cerraron su contrato. En sus últimos meses de recuperación, firmó por el Manchester United, pero tuvo sus más y sus menos con Louis van Gaal, saliendo cedido al Stardard de Lieja. Ya en 2016, ficharía por el Middlesbrough y, tras una gran campaña, decidía no renovar. Después de medio año sin equipo, ha anunciado su despedida en el mercado de invierno.

Este miércoles, el guardameta internacional ha decidido echar el telón a su dilatada carrera deportiva. Ahora, tal y como prometió, ha decidido dejar de lado todo lo que supuso la fama y con la que tan poco identificado se sentía para recuperar lo que más echaba en falta, su privacidad. Se retira un portero que marcó un antes y un después en el fútbol español y lo hace para disfrutar de una vida alejada de los focos, esos que nunca la gustaron en exceso.

Víctor Valdés ha anunciado su retirada como futbolista. El mítico portero del Barcelona ha decidido poner punto y final a su carrera deportiva a sus 35 años o, como él prefiere llamarlo, ha decidido apagar la luz. Enorme guardameta, de grandes reflejos y gran efectividad bajo palos, una grave lesión de rodilla frustró sus últimos años de carrera. El portero que nunca quiso serlo ha decidido decir adiós. ¿Cómo? Apagando su luz en los perfiles públicos de sus redes sociales.

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