Cristiano volverá a un estadio dos meses después y con ganas de desfogarse

"¿Vas a jugar?". "Sí". Esa fue toda la declaración que obtuvieron los periodistas que acudieron a un acto publicitario de Cristiano Ronaldo en La Moraleja. Suficiente para confirmar que el portugués va a volver a saltar a un campo de fútbol después de dos meses exactos desde que jugara en Saint-Denis la final de la Eurocopa, o mejor dicho, estuviera durante menos de media hora sobre el césped y sufriera a partir de entonces en el banquillo al lado de Fernando Santos, con el que competía en dar instrucciones a sus compañeros, para posteriormente ser más feliz que nunca antes al levantar la copa en el palco del Stade de France ante las lágrimas locales. Cristiano volverá al Santiago Bernabéu para jugar contra Osasuna.

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Alonso Castilla

Cristiano quiere jugarlo todo. Esto es así desde que él mismo entendió que es uno de los mejores del mundo, capaz de cualquier cosa. Precisamente por esto ha jugado en innumerables ocasiones con dolor, arrastrando problemas físicos que pudieron dejarle marcado el resto de su carrera, como la tendinitis que tuvo a finales de la temporada 2013-14. Era una aventura convencerlo de parar para que su cuerpo pudiera descansar y sus músculos se recuperaran. Ahora, con 31 años, el de Madeira se ha dado cuenta, por fin, de que no es una máquina infalible, que hay situaciones en las que le conviene echar el freno para, así, no tener que volver a detenerse en mucho tiempo.

El esguince del ligamento lateral interno de grado I en su rodilla izquierda ha sido la razón por la que no ha jugado en dos meses. Una lesión complicada y dolorosa que requiere de reposo y paciencia para poder olvidarla. Una vez conocida la consecuencia de la entrada de Payet, se asumió que Cristiano no iba a jugar la Supercopa de Europa y se temía que no llegase al inicio de Liga. Este extremo se acabó confirmando pronto.

Pero Ronaldo lleva ya bastantes días entrenando al máximo, preparado para jugar. Sin embargo, tanto él como Zidane han preferido no forzar, darle el tiempo necesario para que volver a la cancha no suponga ningún esfuerzo fuera de lo normal para su maltrecha rodilla. También Fernando Santos aceptó esta medida y no contó con él para la jornada clasificatoria para el Mundial... y Portugal perdió en Suiza su primer partido oficial como campeona de Europa.

Ahora ya sí, Cristiano está para jugar. Claro que su ritmo competitivo en estos momentos no es el idóneo. El portugués no ha tenido pretemporada y si su nivel físico es excelente, no así su ritmo de partido. Zidane quiere que vaya entrando en el equipo poco a poco, y no de golpe como sería lo habitual. Jugará un rato ante Osasuna, aproximadamente una hora, el tiempo que el fútbol moderno ha considerado oportuno para readaptarse a la competición. Una hora, no 45 minutos ni 75. Si hay que recuperar la forma, tiene que ser una hora. Es decir, será titular en su regreso, pero con vistas a estar a tope próximamente. La Champions League, además, está a la vuelta de la esquina.

En ese rato que esté sobre la hierba del Bernabéu, Cristiano deseará soltar toda la ansiedad acumulada en estos dos meses. Tanto tiempo sin jugar para un animal competitivo como él es demasiado y espera con indisimulado entusiasmo la primera cita de la temporada en la que puede participar. Vive del gol, de explotar celebrando cada tanto, de la fuerza que le da ganar partidos gracias a él.

Es consciente tanto como cualquier otro de que el Balón de Oro lleva ya prácticamente su nombre grabado por cuarta vez. Que no lo ganase Cristiano sería una de las mayores sorpresas de la historia de este galardón individual, ya que ha sido determinante para que sus dos equipos fueran campeones de Europa en el mismo año. Pero Cristiano quiere reafirmarlo con un final de 2016 excelente, como suelen ser siempre sus inicios de curso... salvo el del año pasado, cuando en los primeros siete partidos de Liga solo marcó en uno. Eso sí, fueron cinco goles los que le metió al Espanyol, los cuales disimularon un poco su falta de acierto. Ese mal inicio tuvo buena culpa de que finalmente no ganara la Bota de Oro.

El '7' está en un momento muy delicado de su carrera. Dice que quiere jugar "hasta los 41 años", pero no es creíble. Sin embargo, la sanción al Madrid de no poder fichar hasta 2018 garantiza prácticamente que Ronaldo no se moverá del Madrid hasta entonces, al menos. Y de hecho, el club está ya moviéndose seriamente para renovarle el contrato de nuevo. De su rendimiento depende mucho si la decisión de Florentino de seguir apostando por él y no haber fichado una estrella este verano es acertada.

Con su regreso y el probable de Benzema, el tridente ofensivo del Madrid volverá a estar completo por primera vez desde la final de la Copa de Europa en Milán. La responsabilidad goleadora, por tanto, se repartirá y ya no recaerá toda sobre Bale. Eso sí, la titularidad del trío supone que los que han estado jugando hasta ahora dejen de hacerlo. Será el momento de apreciar si Zidane mantiene su confianza en Morata, Asensio y Lucas o si por el contrario, el peso de los jugadores franquicia del Madrid aplasta a los que han venido jugando hasta el momento.