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El Barcelona amortiza la estrategia, pero deja muchas dudas tras un mal partido
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LA SALIDA DE XAVI Y PIQUÉ FUE CLAVE

El Barcelona amortiza la estrategia, pero deja muchas dudas tras un mal partido

El Barça ha salvado la primera de las diez finales que le restaban en la Liga, pero las sensaciones que deja no son precisamente tranquilizadoras. Xavi tuvo que salir al rescate, mientras Piqué achicó agua

Foto: Xavi Hernández durante el partido en Balaídos (Reuters).
Xavi Hernández durante el partido en Balaídos (Reuters).

A falta de juego, estilo e idea, al FC Barcelona le funcionó la estrategia una vez más en Vigo. Hubo que esperar hasta el minuto 73, 17 después de que entrara Xavi en el terreno de juego sustituyendo a Rafinha, para sacar una falta que Mathieu cabeceó en el segundo palo. Es la quinta vez en la temporada que el Barça consigue un gol de falta en jugada de estrategia, que prepara y diseña Juan Carlos Unzué. El francés abrió también el marcador en el último partido ante el Real Madrid después de una falta que botó Leo Messi. El conjunto azulgrana está sabiendo amortizar las jugadas a balón parado a falta de otras herramientas. Que son tres puntos más y la distancia de cuatro con el Madrid se mantiene son los principales argumentos, ambos resultadistas, para defender a un equipo, el de Luis Enrique, irreconocible y vulgar durante gran parte del encuentro.

El estilo que maravilló al mundo y que consiguió los mayores éxitos de la historia del club azulgrana ha muerto. Es un hecho. Y para cerciorarlo sólo faltaba ver a Iniesta rifando un balón, cosa que sucedió en la mitad de la primera parte cuando el manchego pegó un patadón desde la banda en plena presión del Celta, algo impensable hasta no hace mucho tiempo. Los primeros 45 minutos del Barça fueron una calamidad. Ni control ni juego, ni intensidad ni nada. Así que en la segunda Luis Enrique recurrió a Xavi en el minuto 56 para tener el control que desdeña hasta que se pone la cosa fea. Y Xavi respondió. La pelota al menos dejó de quemar.

El Barça ha salvado la primera de las diez finales que le restaban en la Liga, pero las sensaciones que deja el equipo no son precisamente tranquilizadoras. Xavi salió al rescate, mientras Piqué achicaba agua, providencial al corte. El mismo Xavi que aprovechó el parón de Liga para saber exactamente lo que le ofrece Qatar. El mismo que apenas coincide sobre el terreno de juego con Iniesta. Ayer sólo lo hicieron durante 18 minutos hasta que el de Fuentealbilla fue sustituido por Pedro. La última vez que jugaron juntos fue el 8 de marzo, en el 6-1 ante el Rayo, y salió entonces Iniesta a decir a los medios: “Parece que no podemos jugar Xavi y yo juntos” con toda la intención.

Ganó el Barça, sí. Y mantiene los cuatro puntos de distancia, sí, pero el conjunto de Luis Enrique sigue dejando dudas para una afición de gusto fino y poco acostumbrada a sobresaltos como seguir en el minuto 90 con la angustia de despejar la última ocasión de Nolito. Una estrella, además, queda señalada: Neymar. El brasileño marcó su último tanto el pasado 15 de febrero ante el Levante, justo antes de marcharse a celebrar el cumpleaños de su hermana a Brasil y de volver también a tiempo para enfadarse cuando fue sustituido ante el Eibar. Neymar ha bajado su rendimiento justo cuando más falta hacía.

“Nos ha costado controlar el partido porque enfrente había unos de celeste que volaban”, dijo Luis Enrique en rueda de prensa, aunque el telele para el seguidor culé es si su equipo seguirá a merced de las jugadas de estrategia o de encomendarse a Messi. “Ganar no es malo nunca. Son tres puntos maravillosos”, concluyó el técnico asturiano.

A falta de juego, estilo e idea, al FC Barcelona le funcionó la estrategia una vez más en Vigo. Hubo que esperar hasta el minuto 73, 17 después de que entrara Xavi en el terreno de juego sustituyendo a Rafinha, para sacar una falta que Mathieu cabeceó en el segundo palo. Es la quinta vez en la temporada que el Barça consigue un gol de falta en jugada de estrategia, que prepara y diseña Juan Carlos Unzué. El francés abrió también el marcador en el último partido ante el Real Madrid después de una falta que botó Leo Messi. El conjunto azulgrana está sabiendo amortizar las jugadas a balón parado a falta de otras herramientas. Que son tres puntos más y la distancia de cuatro con el Madrid se mantiene son los principales argumentos, ambos resultadistas, para defender a un equipo, el de Luis Enrique, irreconocible y vulgar durante gran parte del encuentro.

Celta de Vigo Neymar
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