Incómoda victoria del Madrid para poner tierra de por medio con Barcelona y Atlético

Apuros, quizás esperados, para que el Real Madrid sumara su quinta victoria consecutiva en Liga desde su derrota en Mestalla. El cuarto de la clasificación, el Sevilla, no temió ni al líder ni a su estadio y, bien plantado, pudo haberse llevado un premio mayor si Iborra o Vitolo hubieran completado su sensacional partido con más puntería. Con Khedira y Arbeloa sobre el césped –y ante un equipo con seis bajas en su plantilla– el Madrid lidió con los contratiempos –lesión de Ramos y James– para ganar 2-1 y sumar tres puntos en esta ‘bola extra’ de la aplazada jornada 16. Ahora saca 4 al Barcelona y 7 al Atlético, y se puede permitir algún lujo en Camp Nou o Vicente Calderón… no en los dos.

La incómoda victoria blanca de este miércoles se puede ver desde dos ángulos. El Madrid supo aguantar y sufrir en los últimos diez minutos, cuando Aspas recortó diferencias y el Sevilla se abalanzó sobre la portería de Casillas. O el Madrid no supo dar la puntilla al rival cuando tuvo ocasión. La calidad y la efectividad fueron decisivas con los goles de James y un Jesé con muy buena pinta.

Primera mitad hiperactiva en la que hubo dos goles, tres lesionados, un palo, cuatro amarillas –tres del Sevilla–. Hubo emoción, intensidad y poco descanso en una batalla sin miedo por parte de ningún equipo. El primero en pegar, como suele ser habitual, fue el rival del Madrid. Pasado el primer minuto, Vitolo tuvo un mano a mano que ganó Casillas. Como en dos ocasiones ante el Atlético, y las de la Real y Córdoba, la defensa de Carlo Ancelotti recibió una visita inesperada. Esta vez no tuvo consecuencias en el marcador.

En el minuto 7 se rompió Sergio Ramos. Se echó la mano a la parte posterior del muslo izquierdo, como hace un mes y medio ante el Cruz Azul. Desde entonces, pese a ser una lesión muscular, ha jugado todos los partidos (salvo el amistoso en Dubai). Su pierna parece pedir una tregua. Sin descanso y tras un error defensivo del Sevilla, Marcelo dio un balón a James que el colombiano, de plancha y frente a Beto, mandó al fondo de la portería.

El 1-0 pudo reducirse seis minutos después, cuando Iborra mandó una pelota a su palo izquierdo y Krychowiak otra que acabó fuera lamiendo el derecho. En el 21’, Casillas volvió a desbaratar un disparo de Vitolo. Quince minutos después, Jesé –que había salido por el lesionado James– celebró el segundo de la noche después de otro fallo defensivo sevillista, en una jugada en la que el pasador Benzema recibió solo por la derecha y el rematador, por la izquierda, también. No pudo hacer nada Sergio Rico, sustituto del también lesionado Beto. Benzema, antes del descanso, pudo hacer el tercero. Falló.

A los dos minutos del segundo tiempo, la grada murmulló después de ver cómo una buena jugada de Bale terminó con Benzema pidiendo solo la pelota… y el galés disparando a puerta. Lo dijo hace más de una semana –“es mi juego, doy asistencias y marco goles” –, cuando en la SER se le cuestionó sobre quien le califica de chupón.

En el minuto cuatro Jesé mandó otra al palo y diez después el ‘palo’ se lo llevó el conjunto de Ancelotti, cuando Marcelo recibió una amarilla que le impedirá –como a Ramos por lesión– estar en el Calderón este fin de semana. “No le he tocado”, declaró el brasileño. Emilio Butragueño anunció después que el club presentará alegaciones. Tampoco está Pepe… La zaga blanca se queda en cuadro. Entre Nacho, Carvajal, Varane, Arbeloa y Coentrao debe elegir.

No fue gol, pero hay que pararse en el minuto 20 de la segunda mitad: tuvo lugar una jugada en la que se dio la combinación rápida de un balón que empezó en el centro del campo y que no pudo concluir en gol después de que Benzema no acertara a rematar un último toque de Marcelo. Cerca de una decena de toques vertiginosos que despertó los olés posteriores del Bernabéu.

Otras combinaciones entre Marcelo, Benzema, Jesé o Isco no tuvieron premio. Sí la insistencia del Sevilla, que a falta de once minutos puso el 2-1 a través de Iago Aspas. Después, los de Emery empujaron, pero sin premio mayor.