Es noticia
¿Quién dijo que al Bernabéu no le gustaba el fútbol de toque? Pues no es verdad
  1. Deportes
  2. Fútbol
el estadio coreó el juego con olés

¿Quién dijo que al Bernabéu no le gustaba el fútbol de toque? Pues no es verdad

"Si jugáramos como el Barça, en el Bernabéu nos silbarían a los diez minutos". Esa frase de Pellegrini se demostró como fallida tras los olés del público en el Clásico

Foto: Isco felicita a Benzema por el gol del francés (AP).
Isco felicita a Benzema por el gol del francés (AP).

"Si jugáramos como el Barça, en el Bernabéu nos silbarían a los diez minutos. Al Bernabéu le gusta llegar al área, que haya peligro constante, que se llegue rápido... Ese es el fútbol que le gusta a nuestra afición", decía Manuel Pellegrini mientras era entrenador del Real Madrid. “No me gusta el desgaste del adversario por la posesión del balón”, añadía José Mourinho, convencido de que el estilo que él trató de implantar para superar en algún momento al Fútbol Club Barcelona era el que realmente más quería el madridismo. No los madridistas disfrazados de los que él hablaba, sino aquellos que estaban entusiasmados con la agresividad que rozaba lo burdo, la innecesaria ausencia de cordialidad hacia el contrario en cada partido. Su estilo de fútbol se ha adaptado a sus jugadores, como él mismo siempre ha defendido, pero aplicándolo de modo constante incluso contra rivales que no les permitían hacer otra cosa que atacar de manera posicional.

El Bernabéu durante cuatro años (los de Pellegrini y Mourinho como técnicos) se acostumbró a que casi cualquier adversario pudiera llegar al templo madridista y no sólo plantase cara al Real Madrid, sino que les superara en una estadística que rara vez perdía el equipo blanco en épocas pretéritas: la posesión del esférico. Con la posesión de la pelota, las probabilidades de que el contrario cree ocasiones se reducen a la mínima expresión, y de eso no hay mayor experto en el planeta fútbol actual que Pep Guardiola, precisamente el entrenador que destrozó a Pellegrini y a Mourinho mientras estaba en el Barça. El Barça se defendía desde la tenencia del balón, mientras que el Madrid de Mou se defendía a través de la acumulación de efectivos en torno a su propia área. De ahí hacia adelante, decenas de metros de pasto para correr.

El actual entrenador del Chelsea supo que para contrarrestar el juego posicional no hay mejor táctica que la contención y el vértigo inmediato tras pérdida del adversario. Se le puede cuestionar la posesión a un rival siempre y cuando se tenga conocimientos y aptitudes tácticas y técnicas suficientes para poder hacerlo sin sufrir las consecuencias. El Real Madrid de Mourinho sólo tenía un jugador en toda la plantilla que podía entender esos conceptos, Xabi Alonso, ese que ahora está con Guardiola (por algo será). Es decir, que le era imposible jugar a lo mismo que el Barcelona y Mourinho jugó a la táctica más antigua del fútbol: la defensa y el contragolpe.

Pero como dijo Johann Cruyff, el que ahora ficha jugones es el Real Madrid. Ancelotti quería jugar de una manera agradable, que se dejara de asociar la marrullería con el equipo que a partir de ahora entrenaría. El italiano juntó a los buenos y la cosa mejoró sustancialmente hasta tal punto que logró un doblete por primera vez en 25 años. Ahora, una vez más, el ex del Milan se ha tenido que reinventar un once nuevo, que pudiera ser de garantías tal y como lo fue el que ganó la Copa de Europa. Y nada de experimentos, de regresos al pasado mourinhista, sino que volvió a juntar a todos los buenos, a los que saben mejor que muchos tocar la pelota y el resultado se pudo ver este sábado: el Bernabéu acabó alabando con olés el baño táctico y técnico que le dio el Real Madrid al Barcelona. Lo que antes sucedía precisamente al contrario.

Este nuevo Madrid tiene contento no sólo al respetable merengue, sino que a la vez alegra indudablemente a los mismos jugadores. Mientras que más de una vez algún representante del vestuario blanco, como Cristiano Ronaldo, ya dijo que no le gustaba jugar como lo tenía que hacer con Mourinho, este sábado se produjeron las reacciones contrarias. “Hemos invadido su campo, les hemos discutido el balón. Ellos no están acostumbrados a esto y por ahí es por donde les hemos hecho daño”, decía uno de los capitanes, Sergio Ramos. “Les jugamos cara a cara, sin miedo y teniendo mucho el balón”, dijo Marcelo. Y también Carvajal recordó que “en ocasiones le quitamos el balón al Barça y también salimos a la contra”. Y Pepe se animó al decir que “hacía mucho tiempo que no se escuchaban olés ante el Barcelona”.

Sin embargo, en la otra orilla, la que recibió el duro revés de este fin de semana, no lo ven tan claro como lo observan los madridistas. Xavi Hernández volvió al once del Barcelona después de bastante tiempo sin jugar un partido realmente importante, y aunque su papel fue más bien discreto, lejos del gran Xavi que todos conocemos, no dudó en criticar la forma en la que, según él, había ganado el Real Madrid. “Ellos viven de las contras. Llevan seis o siete años jugando a la contra y así nos ganaron”, afirmaba el capitán del Barça. Es cierto que el Madrid salió al contragolpe en la segunda parte en bastantes ocasiones. Y si lo hacía era precisamente porque la posesión de la pelota del Barça era realmente inocua. Movía la pelota en horizontal, jamás en vertical y en ese juego, perder la pelota en zonas peligrosas es relativamente fácil.

"Si jugáramos como el Barça, en el Bernabéu nos silbarían a los diez minutos. Al Bernabéu le gusta llegar al área, que haya peligro constante, que se llegue rápido... Ese es el fútbol que le gusta a nuestra afición", decía Manuel Pellegrini mientras era entrenador del Real Madrid. “No me gusta el desgaste del adversario por la posesión del balón”, añadía José Mourinho, convencido de que el estilo que él trató de implantar para superar en algún momento al Fútbol Club Barcelona era el que realmente más quería el madridismo. No los madridistas disfrazados de los que él hablaba, sino aquellos que estaban entusiasmados con la agresividad que rozaba lo burdo, la innecesaria ausencia de cordialidad hacia el contrario en cada partido. Su estilo de fútbol se ha adaptado a sus jugadores, como él mismo siempre ha defendido, pero aplicándolo de modo constante incluso contra rivales que no les permitían hacer otra cosa que atacar de manera posicional.

José Mourinho Pep Guardiola Cristiano Ronaldo Sergio Ramos
El redactor recomienda