La pizarra del Cholo Simeone no basta para frenar la eficacia de un Celta oportunista

El Atlético de Madrid dejó escapar dos puntos del Vicente Calderón tras empatar (2-2) ante el Celta de Vigo. Los gallegos no se mermaron por jugar ante el vigente campeón de Liga y supieron aprovechar las oportunidades que les brindó el partido para complicar la vida a los de Simeone. El conjunto rojiblanco sigue con su adaptación a los nuevos jugadores que han llegado este año a la plantilla, pero para volver a ser los mejores, el Cholo tiene mucho trabajo por delante. Ante el Celta, funcionó la pizarra y los dos goles rojiblancos llegaron a balón parado. El primero, obra de Miranda para poner el empate en el marcador tras un gol de Pablo Hernández, y el segundo,de Godín,para darle a la vuelta al marcador. Pero a los vigueses les quedaba la bala de Nolito, que salió en la segunda parte para poner el definitivo 2-2 y dejar en evidencia a un Atlético que tiene deberes antes de enfrentarse al Almería el próximo miércoles.

Simeone volvió a optar por Moyá en la portería y Griezmann y Raúl Jiménez formaron la línea de ataque rojiblanca, ante la ausencia de Mandjukic. Gabi y Tiago dirigieron el juego rojiblanco desde el centro del campo y, aunque al Atlético le funcionó su esquema habitual para ser el dueño del balón en el partido, sí sufrió perdiendo más balones de los habituales en el centro del campo. Los primeros minutos fueron rojiblancos y cuando el Celta tenía el balón, los de Berizzo eran incapaces de pasar de tres cuartos de campo. Si algún equipo merecía el gol, ese era el Atlético, un conjunto mentalizado de que había que levantarse después de la derrota en Atenas ante el Olympiacos en Liga de Campeones.

El Celta seguía con dificultades para acercarse a la portería de Moyá y cuando más cerca parecía que estaba el gol rojiblanco llegó la sorpresa al Calderón. Un gol que sentó como un jarro de agua fría a los de Simeone y una grada que se quedó atónita tras el tanto celeste. En el minuto 19, Carles Planas puso el esférico desde la izquierda y Pablo Hernández, de tacón y casi sin querer, dejó plantado a Moyá y coló el esférico al fondo de la portería. Aunque Griezmann trató de revertir la situación y poner las tablas en el marcador acto seguido al gol visitante, al Atlético le costó retomar las riendas del partido.

Los siguientes minutos fueron para el Celta, que, como había hecho cuando tenía el balón, tocaba y tocaba tratando de inventarse algo que los llevara a la portería atlética. Pero pocas opciones tuvieron los celestes antes de que el Atlético despertara y lo hiciera, como acostumbra últimamente, a balón parado. En una falta que puso Koke desde la izquierda, Miranda se adelantó a la defensa rojiblanca y puso el empate en el marcador. Un gol que hacía justicia para los de Simeone que merecían más.

El gol dio alas al Atlético. Se empezó a crecer, a creerse mejores, los del Cholo lo estaban siendo, y a evidenciar que el Celta sufría demasiado en defensa en algunos momentos del partido. Si Miranda había marcado el primer gol rojiblanco, el segundo fue obra de Godín. A cinco minutos del descanso, el uruguayo aprovechó un córner servido por Gabi para cabecear al fondo de las mallas y darle la vuelta al marcador. El Celta no pensaba en otra cosa que en el descanso y lo contrario pasaba en el bando rojiblanco, que vivía sus mejores minutos en el partido.

Berizzo cambió el esquema celeste en la segunda parte, sentó a Alex López y sacó a Nolito para ir a por el partido. Y la jugada le salió bien al argentino. Miranda cometió un penalti sobre Carles Planas cuando todavía no habían transcurrido los diez primeros minutos de la segunda parte y Nolito se encargó de transformar la pena máxima. El 2-2 subió al marcador y ya no se movió hasta el final del partido. El Atlético de Madrid lo intentó todo, pero no contaba con que en la portería celeste estaba Sergio Álvarez. El portero del Celta se vistió de súper héroe para salvar a su equipo de la derrota y paró lo imparable.

Lo intentó Raúl Jiménez hasta en tres ocasiones, e incluso llegaron a anularle un gol al mejicano por fuera de juego bien pitado. El mejicano va cuajando en el Atlético de Madrid, pero cada partido es un examen para el delantero. Ante el Celta, recibió pitos en varias ocasiones y pagó en algunas ocasiones su ansia por querer marcar. También lo intentó Koke con un disparo lejano que rozó el larguero y un remate de Tiago obligó a Sergio a lucirse de nuevo. El guardameta se convirtió en la pesadilla rojiblanca en los últimos minutos del partido, en los que el Atleti vio como le anulaban un nuevo gol, esta vez de Arda Turán, por fuera de juego del turco.

El Atlético de Madrid debe mejorar aspectos si quiere repetir la buena temporada que firmó el año pasado. No es momento de hablar de crisis, ni mucho menos. No la hay en absoluto. El equipo funciona, pero debe adaptarse a los numerosos cambios que ha sufrido la plantilla. Griezmann funciona cada vez mejor y la aparición de Raúl Jiménez parece ser cuestión de tiempo y, sobre todo, de confianza. Ante el Celta, a los de Simeone sólo le salieron los goles a balón parado, una de los puntos que mejor entrena el técnico argentino, pero que no bastaron para llevarse los tres puntos del Vicente Calderón.

Ficha técnica:

2 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Ansaldi; Arda, Gabi, Tiago, Koke; Griezmann (Raúl García, m. 67) y Raúl Jiménez (Cerci, m. 81).

2 - Celta de Vigo: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Planas; Radoja; Orellana, Álex López (Nolito, m. 46), Krohn Delhi (Jonny, m. 87), Pablo Hernández (Borja Fernández, m. 69); y Larrivey.

Goles: 0-1, m. 20: Pablo Hernández, de tacón en un balón aéreo sobre el área del Atlético. 1-1, m. 32: Miranda remata con el pie un saque de falta de Koke. 2-1, m. 41: Godín, de cabeza a saque de esquina de Gabi. 2-2, m. 52: Nolito, de penalti.

Árbitro: Martínez Munuera (C. Valenciano). Amonestó al local Miranda (m. 51) y a los visitantes Cabral (m. 36) y Radoja (m. 84).

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 48.000 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de todos los aficionados del Atlético de Madrid fallecidos durante la pasada temporada.