El Bernabéu llama borracho a Blatter y Cristiano le 'dedica' su primer gol

El Santiago Bernabéu la tomó con Joseph Blatter. Lógico. El presidente de la FIFA se jactó de Cristiano Ronaldo y de su manera de ser, lo que provocó que la afición madridista se acordara del en su día homenajeado máximo dirigente del fútbol mundial. No fue el único objetivo que tuvo el seguidor del Real Madrid. Ancelotti recibió una más que notable pitada al inicio del partido, justo cuando su nombre sonó por megafonía, para después ser Arbeloa el señalado tras la jugada del segundo gol, aunque luego recibió el perdón de la grada durante la segunda mitad.

El Bernabéu ya había demostrado en repetidas ocasiones estar al lado de CR7, especialmente a partir de la mitad de la pasada temporada. Pero Blatter ha conseguido que nadie tenga duda alguna respecto al portugués. Ayer tuvo hasta pancartas a su favor. Una, la que se vio en el fondo sur, le recordaba lo mucho que le respetaban y admiraban, mientras que una segunda hablaba de la compra de premios estilo 'Balón de Oro', comparándolo con su talento. Por contra había otras que señalaban a UEFA como mafia ¿? cuando Blatter es el presidente de la FIFA y otras que pedían la dimisión del suizo.

Durante diferentes fases del partido, coincidiendo especialmente con los goles del portugués, los seguidores del Bernabéu decidieron pasar a la acción, atacando a Blatter, calificándolo de borracho. El fondo sur prendía la llama y el resto del estadio seguía el ritmo marcado. Pero Cristiano Ronaldo tenía guardada su particular 'vendetta'. Blatter le quiso comparar con un comandante y CR7 decidió hacer el clásico saludo militar tras marcar su primer tanto de la noche. Ya saben que se suele servir en plato frío. De la venganza hablamos, esa que señala que ya no volverá a pisar acto alguno organizado por FIFA.

La huella del Clásico pasó factura a Ancelotti. El italiano fue pitado, censurado por parte de la grada blanca. El inicio del partido fue duro para el técnico, que comprobó como el público, su afición, daba la espalda a su gestión y sus decisiones del partido ante el Barcelona. Los goles fueron calmando a los seguidores, pero ayer se vio a un Ancelotti fuera de sí.

En el caso de Arbeloa, los pitos llegaron tras la carrera ante Vitolo y que terminó en el segundo gol del Sevilla. El público la tomó con el lateral. Pelota que tocaba, silbidos que recibíaa excepción del fondo sur. Tras el descanso las censuras cesaron e incluso se llevó a casa algunas palmas del Bernabéu de recuerdo.