El Celta de Vigo pierde los papeles: 'rajadas', críticas y polémicas de camino a Segunda

El Celta de Vigo vive una de las situaciones más complicadas de la temporada. El combinado gallego se encuentra con pie y medio en Segunda División, y sólo un milagro permitiría que el combinado celeste salvara la categoría en el tramo final de campaña. La temporada del conjunto de Balaídos se ha visto llena de polémicas y declaraciones cruzadas, y las últimas palabras de Natxo Insa no han servido para calmar los ánimos.

El centrocampista del Celta, que se ha ganado la titularidad en los últimos partidos, realizó unas explosivas declaraciones este martes, en las que criticó duramente los arbitrajes que está recibiendo el equipo en las últimas jornadas. "La impotencia que sientes en el campo es muy grande. No quieres perder la compostura, pero a veces te dan ganas de meter la cabeza y reventar a un árbitro", señaló. Sin duda, unas palabras fuera de tono.

Incluso Abel Resino, técnico del equipo, se ha encargado de echar más leña al fuego con sus palabras en la rueda de prensa de este jueves: "Todo el mundo sabe que esta jornada ya hay un partido comprado", posiblemente señalando al partido que Granada y Osasuna deberán disputar este sábado. Estas palabras, en lugar de tranquilizar la situación, han servido para avivar la llama de la polémica en la que está sumido actualmente el Celta.

Pero no ha sido el único problema que ha surgido en el Celta en las últimas semanas. Sin ir más lejos, pocas horas antes de las palabras de Insa, Quique de Lucas llevó a cabo otra 'rajada' ante los medios de comunicación. El mediapunta no dudó en reconocer ante los micrófonos de Onda Cero que están sufriendo una persecución arbitral: "No es casualidad lo que nos está pasando. Habrá que mirar las apuestas de los árbitros", indicó.

El 'calvario' del Celta comenzó en el derbi ante el Deportivo de la Coruña. El conjunto vigués caminaba tranquilo hacia la salvación, mientras que el combinado de Riazor necesitaba un milagro para evitar el descenso. En las horas previas al partido, el defensa Hugo Mallo posaba en un autobús plagado de aficionados del Celta con un cartel de 'Se Vende', con el escudo del 'Dépor' aliñado con la bandera de Portugal.

El toque de atención de Mario Bermejo

Dicho partido, terminaría ganándolo el Deportivo de la Coruña por un contundente 3 a 1, un choque que sirvió para dar alas al conjunto gallego y continuar soñando con la salvación, pues ese triunfo fue el inicio de una racha de siete partidos consecutivos sin perder, sumando cuatro victorias y tres empates. Por el contrario, el Celta empezó a perder pie, y las críticas por parte de los integrantes de la plantilla hacia compañeros no se hicieron esperar. 

Mario Bermejo fue el más contundente: "Cuando duermes con niños te levantas meado. Somos un auténtico desastre en este sentido en momentos puntuales y nos pensamos que estamos en un equipo de barrio y no nos damos cuenta de que representamos a un club y a una ciudad. Es otro caso que tendrá que asumir por las gilipolleces que ha hecho. El club verá lo que tiene que hacer", aseguró en referencia a Hugo Mallo.

El Celta se ha convertido en un polvorín, y lo cierto es que la situación es más que complicada: a tres puntos de la salvación que marca el Zaragoza, sólo le quedan seis puntos por disputar -por su derrota en la jornada adelantada ante el Atlético de Madrid-. Así, necesita ganar sus dos choques, y los tropiezos de los maños, Granada y Osasuna para tener posibilidades de salvación. El Celta naufraga entre declaraciones y salidas de tono.