El peor Real Zaragoza también podría ser el último de la historia si pierde la categoría

El Real Zaragoza está viviendo la misma historia de la temporada pasada pero al revés. El conjunto maño pasó la primera vuelta sumido en un caos que empezó a desaparecer en la segunda vuelta con la llegada de Manolo Jiménez; de la mano del técnico andaluz, el equipo zaragocista resurgió firmando una gran segunda vuelta que le llevó a conservar la categoría cuando todos daban por hecho el descenso. Una amenaza que parecía que este año no volvería a planear sobre La Romareda. La esperanza no es suficiente porque después de acabar el año más cerca de los puestos europeos que de la zona de peligro, el Real Zaragoza no conoce la victoria desde el pasado diciembre. Quince jornadas sin ganar que igualan la peor racha de los maños fechada en la temporada 1942/1943. Perder la categoría vuelve a ser un peligro real pero lo peor no sería el varapalo deportivo sino hacer frente al agravamiento de los problemas económicos de la entidad aragonesa que, en el caso más extremo, podría desaparecer.

Este lunes, Manolo Jiménez decía que “el fútbol está siendo tremendamente cruel” al mismo tiempo que admitía que los culpables de lo que están viviendo son ellos mismos. El Real Zaragoza ha perdido el norte y está lejos de encontrarlo. La apatía ha invadido al conjunto aragonés que se ha bloqueado y la imagen que da es la de unos jugadores incapaces de ganar a cualquier equipo que se ponga en frente. El Real Zaragoza se ha convertido en el rival más cómodo de esta Liga gracias, en parte, a que su defensa ha desaparecido. Hace un año, el equipo creía en sí mismo, en la salvación pero ahora no hay sitio para la alegría.

La situación deportiva es grave: la última victoria llegó el 22 de diciembre en San Mamés. Desde entonces, cinco empates y diez derrotas y un total de 15 jornadas sin lograr los tres puntos. Una racha que iguala la peor de la historia del club aragonés vivida en la temporada 1942/1943 cuando Quincoces estaba al mando del equipo. El Real Zaragoza ha conseguido 5 de los últimos 45 puntos en juego y aunque está a tres de la permanencia, ésta se ha convertido en un objetivo demasiado lejano porque los jugadores carecen de estímulos y la energía negativa se ha propagado en un vestuario donde hasta Roberto, uno de los pilares que salvó al equipo, también empieza a fallar estrepitosamente.

El Real Zaragoza está recorriendo el camino inverso y aún no ha tocado fondo. Lo más preocupante no sería perder la categoría sino los problemas económicos que se derivarían del descenso: por ejemplo, los ingresos por los derechos televisivos disminuirían notablemente. Las arcas aragoneses no son famosas por su solvencia, es más, la crisis deportiva de los últimos cuatro meses podría tener una causa económica, aunque desde el club aseguran a este diario que todos los empleados, jugadores incluidos, están al día de pagos. El Gobierno obliga a los clubes a probar su solvencia cada tres meses y la próxima cita es el 30 de abril, fecha en la que sabrán qué margen de maniobra tienen de cara al mercado de verano. El Real Zaragoza está en la fase posterior a la salida del concurso de acreedores y una denuncia de la plantilla podría condenar al equipo, en el punto más extremo, a la desaparición.