Özil, Modric y Kaká fracasan en la primera ocasión que coinciden en el campo

Las inesperadas bajas de Sami Khedira, Arbeloa, Marcelo y Coentrao obligaron a José Mourinho a improvisar una alineación inédita. Por primera vez en la temporada, partieron desde el inicio los tres mediapuntas de la plantilla. Özil, Kaká y Modric coincidían por primera vez en un once inicial. La apuesta del técnico portugués no tuvo el efecto deseado. La disposición de un mediocampo de ‘peloteros’, con Alonso, Modric, Özil y Kaká no impidió que el juego blanco tuviera el mismo ritmo anodino de otros partidos. La falta de fluidez en el juego de los de Concha Espina provocó que la invasión de zonas de influencia entre los hombres de ataque fuera una constante a lo largo de todo el encuentro.

Desde que comenzó la temporada, ha habido una constante en las ruedas de prensa posteriores a un encuentro de José Mourinho. El luso se ha quejado en varias ocasiones de la falta de tensión competitiva de sus hombres. Es consciente de que el equipo no domina los partidos como debería. Más allá de la mayor o menor vistosidad del juego, el equipo blanco no termina de tener un control claro del encuentro. La falta de ímpetu de los vigueses permitió a Casillas tener una tarde más placentera de lo normal a tenor del pobre juego de los madridistas.

Desde la llegada del preparador portugués el Madrid se ha caracterizado más por la velocidad que por el toque. Más por el vértigo que por la pausa. Las ausencias obligaron ayer a disponer de un once inusual. Sin extremos puros, la alineación invitaba a un mejor trato al esférico. La disposición de los dos jugadores más creativos de la plantilla, junto a un resucitado Kaká, permitía a los blancos un abanico mayor de opciones en la elaboración de la jugada. Pese a ello Alonso no encontró un apoyo en quién sostener el juego de creación de los actuales campeones de Liga.

Luka Modric sigue sin cogerle el pulso al equipo. Con un estado físico aun lejos del óptimo, sigue sin acoplarse al juego de Mourinho. Su inclusión como pareja de Xabi Alonso, le obligaba a partir de más atrás y mantener la posición. Sin embargo, el croata se sumaba constantemente al ataque. Este hecho provocaba dos efectos: su bajo nivel físico le impedía volver al repliegue y sacaba a Kaká de su zona de influencia. El brasileño, que había rendido a un gran nivel en sus últimos encuentros con el Madrid y la selección brasileña, se encontró desubicado durante todo el encuentro. Siguió ofreciéndose pero no tuvo incursión en el juego. La situación del brasileño es seguida con gran interés por la parroquia blanca. Se sigue esperando al ‘8’ blanco, que tras su reinserción en el grupo ha dejado ciertos resquicios de su posible ‘regreso’.

Esta descoordinación también influyó en Özil. El alemán partía desde la banda derecha, con la intención de abrir el juego por el flanco diestro ante la ausencia de Di María. Ante la falta de balón, fue metiéndose hacia el centro. A diferencia del curso pasado, donde Kaká y el ‘10’ blanco cuajaron grandes encuentros, la puesta en escena de los trescuartistas de la plantilla originó una excesiva apatía en el juego. Nadie era capaza de cambiar la marcha del encuentro. A este juego plomizo de los de Mourinho también contribuyó su principal estrella. Cristiano Ronaldo frenaba el juego blanco cada vez que el balón pasaba por sus botas.

La vuelta de Khedira al once ante el Dormund hará que José Mourinho disponga de una alineación más natural. Los mediapuntas del equipo deberán seguir peleando por un puesto en el once inicial, a tenor del rendimiento dado cuando se han juntado en el terreno de juego.