El acta de Clos Gómez, una pesada losa para el Granada en la última jornada

Los corazones frágiles no son los más adecuados para vivir las últimas jornadas de un campeonato nacional de Liga como éste. Lo pudimos comprobar este sábado, con diez partidos de auténtica locura en los que en todos ellos había algo en juego. Quizá lo más llamativo y dramático se vivió en la lucha por evitar el descenso, con el estadio de Los Cármenes como mejor ejemplo, donde el fútbol dejó paso a la tensión, los nervios y la pérdida de papeles en algunos casos.

Lo sucedido a la conclusión del partido, con triunfo del Real Madrid sobre el Granada (1-2), va a dejar graves secuelas en el conjunto dirigido por Abel Resino. A la pérdida de los tres puntos, después de ir ganando durante buena parte del encuentro, hay que sumar una serie de jugadores que no podrán estar a las órdenes de su técnico por sanción en el decisivo duelo de la última jornada ante el Rayo en Vallecas. Y es que, con el Sporting a expensas de un milagro y casi descendido, es muy probable que el otro gran damnificado salga de este partido.

La cronología de los hechos se remonta al momento en el que el colegiado decreta el final del encuentro. Los jugadores del Granada se dirigen raudos y veloces hacia el colegiado Clos Gómez para lanzarle todo tipo de improperios por su actuación. Quizá las palabras del presidente del Granada, Quique Pina, dudando de la limpieza de la competición y deslizando que “es muy raro que nos pite un árbitro de Zaragoza”, no ayudó a calmar los ánimos de la grada y de los propios futbolistas.

Expulsiones por doquier

Los futbolistas, muy enfadados por el penalti señalado de Moisés Hurtado sobre Cristiano Ronaldo que supuso el empate y por una última jugada en la que Clos no permitió sacar un córner con el tiempo ya cumplido, no se pararon a pensar ni por un instante que ese partido ya estaba perdido y que aún les quedaba una batalla final e importantísima en la última jornada. Así, el propio Moisés Hurtado y Siqueira se dirigieron al árbitro en términos (según el acto) como “eres un ladrón” y “eres un sinvergüenza”, por lo que automáticamente fueron expulsados y no jugarán en Vallecas.

El único que reparó en las consecuencias que las protestas podrían conllevar fue Abel, que salió como una bala al terreno de juego para llevarse a sus jugadores al vestuario, al mismo tiempo que se llevaba las manos a la cabeza al ver la que se estaba montando. El entrenador del Granada llegó tarde, cuando dos de sus futbolistas habían visto la roja y un tercero, Dani Benítez, lanzó una botella que impactó en el rostro del colegiado, acción reflejada en el acta y que también supondrá un duro castigo para el extremo. “D. Daniel González Benítez me lanzó una botella (…) alcanzándome en el pómulo izquierdo provocándome una pequeña inflamación”, rezaba el acta de Clos Gómez. La que le espera a Benítez puede ser tremenda.

A pesar de que Abel, su cuerpo técnico y otros empleados del club consiguieron disuadir el tumulto, la trifulca siguió en el túnel de vestuarios. Allí, y siempre según el acta del árbitro, “Alex Geijo Pazos se dirigió a mí en los siguientes términos: ‘nos has jodido la temporada” y “el delegado del Granada, D. Pedro David Navarro Jodar se ha dirigido al cuarteto arbitral diciendo: ‘sois unos sinvergüenzas’. Y para rematar el sainete, un miembro del cuerpo técnico del club andaluz le dijo a Clos Gómez “estás muerto, hijo de puta”.

Con este panorama, y a expensas de lo que pueda dictaminar el Comité de Competición, se presentará el Granada en Madrid. Tras estar salvado durante 80 minutos en la jornada de este sábado, se jugará su permanencia en Primera División a 90 minutos ante un Rayo que viene de un final de temporada desastroso. Quién sabe si el postpartido con el Madrid le puede salir caro al club que preside Quique Pina…