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El Real Madrid de Mourinho logra el equilibrio perfecto entre la intensidad y la belleza
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EL VILLARREAL NADA PUDO HACER ANTE LA SUPERIORIDAD FÍSICA Y DE JUEGO DE LOS MADRIDISTAS

El Real Madrid de Mourinho logra el equilibrio perfecto entre la intensidad y la belleza

El Real Madrid se divierte, gana, golea y disfruta con lo que hace. Se siente feliz. El equipo de Mourinho ha conseguido el equilibrio entre la

Foto: El Real Madrid de Mourinho logra el equilibrio perfecto entre la intensidad y la belleza
El Real Madrid de Mourinho logra el equilibrio perfecto entre la intensidad y la belleza

El Real Madrid se divierte, gana, golea y disfruta con lo que hace. Se siente feliz. El equipo de Mourinho ha conseguido el equilibrio entre la intensidad de la que dejó muestras durante la pasada temporada y un juego excelso que muy pocos podían presumir con el portugués en el banquillo. El que fuera campeón de Europa con Oporto e Inter está cerrando bocas y lo está haciendo con el mejor fútbol del campeonato de Liga. Ahora mismo, y tras lo visto en las dos últimas jornadas, el Real Madrid está jugando más y mejor que el Barcelona. Lo que suceda cuando se enfrente entre ellos con la Liga en juego está por ver, pero ahora mismo el equipo que está más en forma es el blanco. Sin duda. Sus últimos cuatro partidos de Liga se han saldado con cuatro victorias, quince goles a favor y uno en contra, tras los tres tantos logrados ante el Villarreal.

Los jugadores del Villareal transmitieron la sensación de estar en otra frecuencia a la de su entrenador. No hay entendimiento. Se nota, se palpa, pero la sensación que transmitió el partido de este miércoles es que hubiera importado poco que Garrido y los suyos estuvieran en plena luna de miel. El Real Madrid se llevó por delante a los amarillos desde el momento en el que ambos equipos salían por el túnel. Y es que los de Mourinho demostraron un convencimiento tal en lograr en la victoria, que desde el minuto inicial encerraron a un equipo venido a menos y que comprobó lo que es un equipo físico y con fútbol por igual. Además, su defensa ha ganado en precisión y seguridad con Ramos en el centro y Arbeloa en la banda derecha. Orden y contundencia por igual. El Villarreal, por su parte, se mostró timorato, tibio. Garrido está muy tocado y se nota.

Benzema inauguró el marcador en el minuto cuatro. No fue casualidad, ya que uno antes fue Sergio Ramos el que ya batió a Diego López, pero Pérez Lasa anuló el tanto. Para llegar a esas dos situaciones, el Real Madrid salió a morder desde el pitido inicial. La presión la iniciaba Benzema y la culminaban los dos laterales. El Villarreal ni se enteraba. La pelota quemaba en los pies de jugadores como Bruno o Borja Valero. La veían, pero siempre en posesión de los madridistas. La goleada se intuía y todo por el empeño del Real Madrid. No bastaba el gol de Benzema tras preciosa asistencia de Di María -minutos después cambiaron los papeles-. Querían más y durante los quince minutos siguientes aplastaron al Villarreal. 

El borde del área se convirtió en un muro infranqueable para los de amarillo. No eran capaces de sacar el balón, que siempre terminaba en los pies de Xabi Alonso, Kaka o Khedira. Una y otra vez. En una de esas jugadas, el balón fue a parar al brasileño, que tras acomodarse para lanzar, colocó la pelota en la esquina, pegada al palo. Entre gol y gol, el madridismo disfrutaba de la intensidad y de la belleza del juego de un equipo muy criticado por eso mismo, por su pelea con lo plástico. El Villarreal intentó despertar, pero se encontró la sentencia en una maravillosa contra blanca iniciada tras un saque de esquina del equipo de Garrido. Kaká, Marcelo y Benzema -en cada partido demuestra que no solo es un goleador- necesitaron cinco toques y otros tantos segundos para que Di María culminara otra obra perfecta de lo que es un contragolpe, cuando el argumento de la noche era el virtuosismo blanco en estático. Partido roto y sentenciado por completo.

Tal y como ocurrió en Málaga el pasado sábado, el Real Madrid bajó la intensidad mostrada desde el inicio del choque. Pese a ello el dominio fue blanco. Jugadores como Kaká no están para noventa minutos y su equipo lo paga. Las ganas siguieron intactas, pero la fuerza y la precisión no era la misma. Pese a ese ligero paso atrás el juego y las ocasiones de gol fueron madridistas. Ni en la segunda parte hubo color. Se vio a un Ronaldo excesivamente motivado buscando su gol, el cien de blanco, pero tampoco desentonó en demasía. Y todo porque todos sus compañeros dan la sensación de no tener suficiente, de querer más y más. En el minuto 80 de partido seguían presionando y encerrando al Villarreal en su área y lo hacían por ambición, por coraje.

Ficha técnica:

3 - Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso (Coentrao, m.80), Khedira; Kaká, Di María (Ozil, m.70), Cristiano Ronaldo y Benzema (Higuaín, m.75)..

0 - Villarreal: Diego López; Zapata, Gonzalo, Musacchio, Catalá; Bruno, Borja, Cani, De Guzmán (Camuñas, m, 52); Rossi (Mario, m.60) y Marcos Ruben (Marcos Senna, m.75).

Goles: 1-0, m.6: Benzema; 2-0, m.11: Kaká; 3-0, m.31: Di María.

Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa, del Comité Vasco. Mostró tarjeta amarilla a Mussacchio (m.16) del Villarreal y a Xabi Alonso (m.22) y Marcos Ruben (m.54) y Kaká (m.53) del Real Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la décima jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 55.000 espectadores. Antes del inicio del encuentro, el capitán de la selección española de hockey patines, recientemente proclamada campeona del mundo, Pedro Gil, efectuó el saque de honor. 

El Real Madrid se divierte, gana, golea y disfruta con lo que hace. Se siente feliz. El equipo de Mourinho ha conseguido el equilibrio entre la intensidad de la que dejó muestras durante la pasada temporada y un juego excelso que muy pocos podían presumir con el portugués en el banquillo. El que fuera campeón de Europa con Oporto e Inter está cerrando bocas y lo está haciendo con el mejor fútbol del campeonato de Liga. Ahora mismo, y tras lo visto en las dos últimas jornadas, el Real Madrid está jugando más y mejor que el Barcelona. Lo que suceda cuando se enfrente entre ellos con la Liga en juego está por ver, pero ahora mismo el equipo que está más en forma es el blanco. Sin duda. Sus últimos cuatro partidos de Liga se han saldado con cuatro victorias, quince goles a favor y uno en contra, tras los tres tantos logrados ante el Villarreal.

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