El Arsenal pasa del Barça en el fichaje de Cesc

Cesc Fábregas no está tan cerca del Barcelona como parecía estarlo la semana pasada. El Arsenal, club que tiene sus derechos, del que es capitán y donde se ha convertido en estrella mundial, tiene aún mucho que decir. Y es que de hecho, todavía no ha dicho ni una palabra al respecto.

Los londinenses están pasando literalmente del FC Barcelona. El club catalán ha mostrado públicamente su intención de hacerse con los servicios de Cesc, pero el Arsenal no ha contestado todavía ni por el precio en el que tasa al jugador ni tampoco para expresar las condiciones a partir de las cuales se sentaría a negociar. Enfadados por la manera que han tenido de enterarse, los ingleses sólo se han limitado a afirmar que no quieren vender a Cesc.

Varios medios hablan de que el Arsenal quiere entre 60 y 80 millones, pero esa información no la conocen ni el jugador ni el Barça. Así lo admiten desde el entorno del internacional español, a la vez que reconocen que Cesc no va a volver a dirigirse a su club para explicarles que quiere marcharse. No va a seguir presionando a Arsene Wenger porque ya sabe que ha gustado muy poco esta manera de hacer las cosas tanto a su entrenador y mentor como a la directiva del Arsenal.

Este malestar y pasotismo que muestran los Gunners tiene como objetivo que pase todo el tiempo posible mientras torpedean y retrasan la llegada de Cesc al Barça, un desenlace que parecía bastante claro hace unos días. Es la última estrategia que le queda al Arsenal para lograr retener a su mejor futbolista.

Peter Hill-Wood, jefe de operaciones del Arsenal, no pudo decirlo más claro el viernes pasado: "Estamos seguros de mantener a Fábregas con nosotros. Hemos dejado perfectamente claro que no queremos que se marche y haremos todo lo posible para que no se vaya".

Caso similar al de Vieira y el Real Madrid

Se trata de una estrategia que hace seis años le salió a la perfección. Entonces, sucedió un episodio muy similar con Patrick Vieira y el Real Madrid. El centrocampista francés, por aquellas capitán gunner, mostró su deseo de irse al club blanco en el verano de 2004. Era el elegido por Florentino Pérez y Jorge Valdano para enmendar el daño que hizo la marcha de su compatriota Claude Makelelé un año antes.

El Madrid pujó fuerte pero el Arsenal se resistió varias semanas siquiera a negociar un precio final. Varias veces se dio por cerrado el traspaso en unos 30 millones de libras. Pero finalmente, las negociaciones se enfriaron, no se terminó de hacer efectivo el fichaje y el Real Madrid acabó presentando a Michael Owen como su quinto Galáctico.

Lo único que le queda al Barcelona para acelerar la situación es personarse en la capital inglesa y llamar literalmente a la puerta del Arsenal. De momento, el diario Sport afirma que el director deportivo culé, Txiki Beguiristain, tiene previsto llamar a su homólogo londinense para trasladarle la oferta y evitar que el enfado gunner no impida el fichaje.

Atendiendo al calendario de la larga concentración mundialista de España iniciada este lunes, la directiva de Joan Laporta, que se disuelve a final de junio, sólo podría presentar a Cesc el viernes 9. Ese es el único día libre que disfrutarán los internacionales en territorio español. Al día siguiente, la selección española marchará rumbo Sudáfrica, incluyendo a un Cesc que ya debería tener zanjado su futuro más inmediato.