Franck Ribéry: rebelde con causa

El jugador francés Franck Ribéry está en boca de todos. El extremo, que actualmente pertenece al Bayern de Munich, está como loco por jugar en el Real Madrid, equipo que está interesado en contar con sus servicios. Pero el conjunto presidido por Franz Beckenbauer no está dispuesto a dejar salir al jugador a cualquier precio, a pesar de que el propio Ribery trate de forzar una salida en dirección a la capital española.

Año tras año, los fichajes largos y complicador de jugadores de renombre se están convirtiendo en una norma del verano. La secuencia de acontecimientos suele ser similar: un equipo (A) se interesa por un jugador; el propietario de sus derechos (B) declara que no está en venta; el jugador indica su intención de abandonar el equipo B en dirección al A; el conjunto B pide más dinero para desprenderse del jugador; el equipo A no quiere pagar tanto; y entonces, el jugador se planta para forzar una salida.

Más o menos y con divergencias en cada caso, esta situación se produce de manera habitual. Ribéry ya ha anunciado cuál es su intención: “Está decidido, deseo marcharme, y será al Real Madrid o nada”, cerrando las puertas a cualquier otra posibilidad. Es más, incluso aseguró que si idea es “tener una conversación con los dirigentes del Bayern”, para tratar de buscar un punto en común que permita al centrocampista salir del conjunto teutón.

Pero desde el seno del alemán, se han apresurado a dar un toque de atención al centrocampista. Christian Nerlinger, director deportivo del conjunto bávaro, aseguró que “a los jugadores hay que señalarles límites que no se pueden traspasar. Y hay cosas que no se pueden decir públicamente. Franck (Ribéry) tiene que reflexionar acerca de si ese camino de tratar de provocar situaciones es compatible con sus principios”, indicó al diario alemán Tz.

Así, ha empezado el cruce de declaraciones entre directiva y jugador, que pueden terminar con un plante de Ribéry para intentar provocar una salida como única solución del problema surgido entre ambas partes. Casualidad o no, en los últimos dos días, el francés no ha completado los entrenamientos con su equipo, que volvió al trabajo hace tres días. El segundo día por unas ampollas, y el tercero por molestias en el talón de Aquiles, lo cierto es que el francés no ha estado a disposición de Louis Van Gaal.

Con todo ello, los dirigentes del Bayern de Munich no están dispuestos a que la estrella de su equipo abandone la disciplina alemana, y mucho menos a cualquier precio. Tanto el presidente Franz Beckenbauer, como sus dos hombres de confianza, Uli Hoennes y Karl-Heinz Rummenigge, han hecho público el sentir de la directiva alemana: Ribéry es intransferible... siempre que la oferta realizada no sea espectacular.

Y aquí entran en juego las últimas declaraciones de Beckenbauer, en las que expresaba claramente su creencia de que el Real Madrid no gozaba de liquidez: “No me puedo imaginar que, tras las compras de las últimas semanas, el Madrid todavía tenga dinero para pagar a Ribéry”, aseguró al diario Bild. De esta manera, deja bien claro que sólo se realizaría el traspaso del francés por cantidades similares a las de Kaká y Cristiano Ronaldo.

Y para más inri, Hoennes cerró una nueva puerta: "¿Que Franck quiere irse al Real? Para nosotros, eso no cambia absolutamente nada. Sus dirigentes quisieron venir a Munich y les comunicamos que eso no servía para nada, que harían mejor en ahorrarse los billetes de avión. Nosotros no necesitamos su dinero y guardaremos a Franck contra viento y marea”. Veremos en qué acaba el 'tira y afloja'.