El nuevo presidente de Spanair quiere serlo del Barça

El recién nombrado presidente del Spanair, Ferrán Soriano, optará a la presidencia del Barça el próximo año, cuando Joan Laporta deje el cargo de máximo ejecutivo en el club azulgrana. Soriano fue vicepresidente económico del FC Barcelona y tendrá un sueldo de 300.000 euros al año como presidente de la compañía aérea. Su nombramiento se produjo el 31 de marzo, como consecuencia de las presiones de un grupo de empresarios catalanes que son los promotores de la compra de la compañía aérea.

Soriano ya ha dejado claro a sus allegados que el nombramiento como máximo ejecutivo de Spanair no implica que se retire de la lucha por la presidencia del Barça, club que abandonó el año pasado por graves desavenencias con Joan Laporta. Los dos cargos, según ha señalado, no son incompatibles y está dispuesto a disputar el codiciado sillón azulgrana a Sandro Rosell, otro rebotado del Barça al que todas las quinielas dan por sucesor de Laporta cuando se celebren elecciones en el 2010.

El actual presidente vive su segunda etapa dorada desde que está al frente del club catalán. Después de la excelente imagen internacional que consiguió su equipo en la 'era Rijkaard', y que culminó con la consecución de la Champions League de 2006, Laporta comenzó a protagonizar constantes polémicas que llegaron hasta la opinión pública. La temporada pasada el abogado estuvo a punto de salir del cargo y se mantuvo tras superar una moción de censura votada por los socios el último verano. Esta mala racha en la gestión de Laporta coincidió con el declive del Barça de Rijkaard, lo que motivó una regeneración deportiva dando salida a algunas de sus estrellas, como fue el caso de Ronaldinho y Deco.

Sin embargo, la elección de Pep Guardiola como técnico y el gran equipo formado por el ex capitán han devuelto la estabilidad social al club,por lo que parece que le va permitir una buena salida de Laporta. Soriano, por tanto, llegaría al Barça en un momento idóneo para el relevo. 

Su aventura en Spanair es todavía una incógnita. De momento, los nuevos accionistas, articulados en torno a la compañía Iniciativas Empresariales Aeronáuticas SA (IEASA), no han puesto ni un euro encima de la mesa. La operación tendrá un coste de 100 millones de euros, que es el capital que han de poner los accionistas catalanes para hacerse con la aerolínea. Pero será el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) el que avalará la aportación de capital a largo plazo y con dos años de carencia.

Según manifestaron diversas fuentes a El Confidencial, el proyecto de futuro de la compañía aérea prevé un periodo de vacas flacas. En el año 2009, las pérdidas pueden llegar a los 200 millones de euros, que en el 2010 se verán reducidos a la mitad y que en el año 2011 quedarán prácticamente reducidas a cero o con un beneficio de un millón. Pero estas previsiones, según reconocen fuentes cercanas a la operación, son las más optimistas. “El negocio aéreo está sujeto a muchas variables, desde la situación interna de la compañía hasta el precio del petróleo, pasando por los intereses de los aeropuertos donde se opera. Por ello, es muy difícil planificar lo que pueda pasar incluso a corto plazo”, reconocen estas fuentes.

El hombre de Femcat

Soriano llegó a la presidencia de Spanair como el hombre fuerte de Femcat (Fundación Privada de Empresarios), un lobby empresarial catalán donde confluyen los intereses de las principales fortunas de Cataluña y que representan el núcleo duro de IEASA. Su principal oponente era Enrique Lacalle, el alma mater de salones como el del Automóvil o el Meeting Point, la cita inmobiliaria por excelencia de España. Lacalle era el candidato del sector hotelero que apoya la operación y su principal valedor era Joan Gaspat, curiosamente ex presidente del Barça, propietario de la cadena Husa y presidente de Turisme de Barcelona, uno de los consorcios públicos con peso en EIASA. El lobby empresarial que apoya a Soriano está formado en su gran mayoría por empresarios de Femcat, pero también por algunas fortunas ajenas a ésta.

Una fuente cercana a Soriano define su situación de una manera muy gráfica: “No es por lo que puede ganar, que es muy poco en comparación con el sueldo que tienen directivos de este nivel en compañías similares, sino que su valor añadido es que tiene una gran experiencia en consultorías. Tener a Soriano en la cumbre de Spanair es muy positivo para una empresa de estas características”. Otra fuente redunda en esta tesis y señala que “lo que se ha buscado no es alguien que conozca el negocio aéreo, sino que abra puertas”. En otras palabras, como añade esta fuente, “en un momento determinado, ha de llamar a un ministro y éste se le ha de poner al teléfono. Para las cuestiones más estratégicas, ya elegirá a un consejero delegado que conozca el sector y que es el que ha de señalar el camino por dónde puede ir”. Y, en este sentido, ya se ha pensado en un alto cargo de una compañía aérea rival.

Soriano es licenciado en económicas y MBA por la escuela de negocios Esade y, hasta ahora, era presidente en la empresa privada Node, además de presidir un fondo de capital riesgo. A partir de ahora, el riesgo estará en el aire.