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Calderón se carga la contabilidad de Florentino para aumentar el beneficio del Madrid
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EL PRESIDENTE ASEGURA QUE "NO HAY NADA QUE OCULTAR"

Calderón se carga la contabilidad de Florentino para aumentar el beneficio del Madrid

Ramón Calderón se ha cargado literalmente el sistema contable de la era de Florentino Pérez en el Real Madrid en los resultados de la temporada 2007-2008,

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Calderón se carga la contabilidad de Florentino para aumentar el beneficio del Madrid

Ramón Calderón se ha cargado literalmente el sistema contable de la era de Florentino Pérez en el Real Madrid en los resultados de la temporada 2007-2008, que presentará ante la asamblea el próximo domingo. El efecto de este cambio es un aumento del beneficio de la temporada pasada en un mínimo de 10 millones e incluso en 34 millones, según cómo se analice este impacto contable. Oficialmente, la explicación es la eliminación de las salvedades de auditoría -pegas que pone el auditor a las cuentas- que el club arrastraba históricamente y que le daban mala imagen frente a los demás grandes equipos. Pero se trata de una contabilidad menos prudente, que supondrá una merma de beneficios futuros.

La primera de estas salvedades se refiere a la llamada amortización anticipada. En la temporada 2001-2002, coincidiendo con las enormes plusvalías de la venta de la Ciudad Deportiva, Florentino decidió buscar algún modo de reducir ese beneficio y los impuestos consiguientes, y lo hizo amortizando de golpe el coste de compra de jugadores: los futbolistas se consideran un activo, como las máquinas en una fábrica o los edificios en una inmobiliaria, y la pérdida de valor de los mismos con el paso del tiempo debe compensarse provisionando (guardando en un cajón) su valor, en teoría para poder comprar uno igual cuando éste se retire o ya no esté en el club.

La normativa establece que esa amortización debe hacerse de forma lineal a lo largo de la duración del contrato de cada jugador, pero Florentino decició hacerlo de una sola vez para elevar los gastos (las provisiones se dotan con un gasto) del citado ejercicio y reducir así el beneficio, y esa práctica se mantuvo hasta 2005-2006 a pesar de que Hacienda no la admitió como válida a la hora de reducir los impuestos.

Ahora, Calderón ha decidido empezar a hacerlo como marca la norma, y entonces le sobra una gran parte de lo que Florentino amortizó antes de tiempo: concretamente, 68 millones provienen de jugadores y otros 13 millones de derechos de explotación de merchandising, bares y retransmisión de partidos europeos, lo que da un total de 81 millones. Esa cantidad fueron gastos en su día y, al deshacerse la operación, se convierte en ingresos extraordinarios. La contrapartida es que, a partir de ahora, el Madrid tiene que amortizar más cantidad cada año; en la temporada pasada, 26 millones en total. Eso arroja un incremento artificial o contable (pero legal, cuidado con esto) del beneficio de 55 millones de euros.

La segunda salvedad viene de la época de Lorenzo Sanz (exactamente de 1997), que decidió anotarse como ingreso el cobro de unas opciones sobre derechos audiovisuales que suponía que iba a recibir en el futuro pero que no había cobrado realmente. Este caso es opuesto al anterior: se trata de un ingreso que debe distribuirse en varios ejercicios pero que se apuntó de golpe. Para deshacer el entuerto, el Madrid debe apuntarse en este caso un gasto extraordinario de 21 millones. Si lo restamos a los 55 millones del impacto de la primera salvedad, tenemos un impacto neto de 34 millones. Es decir, el beneficio del Madrid es 34 millones superior al que habría sido de mantenerse el sistema contable de Florentino.

Polémico gasto para Hacienda

Hay una tercera salvedad que afecta a la fiscalidad. Se trata del pago de varias inspecciones de Hacienda en el año 2003 que, en vez de contabilizarse como gasto, se consideró un crédito fiscal que se recuperaría en el futuro de Hacienda -se entendía que los tribunales iban a dar la razón al Madrid- sin afectar al flujo de ingresos y gastos. Esto ya no es cuestión de interpretación, sino casi de caradura por parte de los gestores del club en ese momento, puesto que un pago a Hacienda siempre es un gasto. Ahora, Calderón sí apunta ese gasto extraordinario que, después de ajustes por "contingencias", asciende a 24 millones.

Si restamos esos 24 millones a los 34 que teníamos acumulados, el impacto total de todas estas maniobras contables en los resultados queda en un aumento del beneficio de 10 millones de euros respecto al que habría obtenido sin ellas. El propio club reconoce que habría ganado 41,8 millones en vez de los 51,4 oficiales (siempre antes de impuestos). Sin embargo, algunos expertos consultados consideran que la salvedad de Hacienda no se puede sumar a las otras dos, porque es algo que no está sujeto a interpretación, sino una irregularidad de origen que nunca debería haberse cometido, luego no debería haber tenido un efecto positivo en 2003 ni negativo ahora. Si aceptamos este punto de vista, el impacto en los resultados sería de esos 34 millones de euros; es decir, el Madrid habría ganado solamente 17,4 millones en la temporada pasada.

"No hay nada que ocultar"

Fuentes de la directiva niegan haber eliminado las salvedades para dar más beneficios, porque "los habríamos aumentado de todas maneras". El propio Ramón Calderón ha declarado a El Confidencial que "no hay nada que ocultar, hemos dado unas cuentas sin salvedades de auditoría por primera vez en la historia del club y además hemos pedido informes independientes sobre las cuentas a tres catedráticos, que presentaremos en la asamblea". El presidente se muestra orgulloso de haber conseguido el mayor Ebitda (beneficio bruto de operaciones, básicamente la diferencia entre ingresos y gastos) de la historia, 96 millones de euros, mientras que equipos como el Chelsea han perdido 220 millones y en Italia es normal que los clubes asuman pérdidas de 100 ó 120 millones al año.

En todo caso, este nuevo sistema contable, aunque más acorde a la normativa, es menos prudente que el seguido por Florentino Pérez: amortizar de golpe los activos -algo que han hecho bancos como el Santander con algunas de sus adquisiciones- elimina gastos futuros y evita posibles problemas para dotar esas provisiones en años posteriores. Por el contrario, la nueva fórmula obliga a efectuar esos gastos de amortización ordinariamente todos los años y a valorar de otra forma a los jugadores, lo que reducirá el beneficio futuro.

Por ejemplo, de la cantidad cobrada por el traspaso de Cicinho hay que restar cinco millones por el valor contable del jugador pendiente de amortizar. Para la temporada 2008-2009, la directiva estima que el gasto de amortización ordinario aumentará en 8 millones de euros hasta 90,1 millones, mientras que los ingresos por traspasos se reducirán en la importante cantidad de 22 millones por el valor contable pendiente de amortizar de Robinho y Baptista.

Ramón Calderón se ha cargado literalmente el sistema contable de la era de Florentino Pérez en el Real Madrid en los resultados de la temporada 2007-2008, que presentará ante la asamblea el próximo domingo. El efecto de este cambio es un aumento del beneficio de la temporada pasada en un mínimo de 10 millones e incluso en 34 millones, según cómo se analice este impacto contable. Oficialmente, la explicación es la eliminación de las salvedades de auditoría -pegas que pone el auditor a las cuentas- que el club arrastraba históricamente y que le daban mala imagen frente a los demás grandes equipos. Pero se trata de una contabilidad menos prudente, que supondrá una merma de beneficios futuros.

José Manuel Calderón Florentino Pérez Tribunal de Cuentas