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Schuster se escuda en la plantilla para afrontar su relación con el club
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Schuster se escuda en la plantilla para afrontar su relación con el club

La prensa y los directivos del Real Madrid no tragan a Bernardo Schuster. Les molesta su habitual mala leche, sus contestaciones públicas, su enfado permanente, su

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Schuster se escuda en la plantilla para afrontar su relación con el club

La prensa y los directivos del Real Madrid no tragan a Bernardo Schuster. Les molesta su habitual mala leche, sus contestaciones públicas, su enfado permanente, su disconformidad con algunas gestiones del club y su capacidad para aparentar que se encuentra en un perpetuo funeral. Sin embargo, rascando en el interior del alemán se encuentra a un futbolero de pro y a un tipo que sabe entender lo que necesita su plantilla. El fue un jugador de elite y sabe moverse en el vestuario, sabe perfectamente como tratar a sus jugadores, a los que habla con su mismo lenguaje. Hasta el punto de que ha sido capaz de superar algunos malentendidos y en la actualidad ha formado una alianza en el vestuario en la que no penetran elementos externos. El matrimonio de entrenador y plantilla pasa por encima de la complicada situación institucional del club. Por eso el Real Madrid gana. Y ya hasta empieza a convencer.

 

Algunos de los pesos pesados le hicieron ver en el pasado mes de septiembre que sus comentarios sobre los fracasos en los fichajes y la necesidad imperiosa de potenciar la plantilla con refuerzos podían entenderse como una falta de respeto a su actual plantel, que daba la impresión de que transmitía a los cuatro vientos que su equipo era un desastre y que había que renovarlo otra vez de arriba abajo. El alemán cogió el toro por los cuernos y habló directamente a toda la plantilla: "Confío en vosotros y si exijo más refuerzos es por el bien del equipo. Pero que yo pida cosas al club no quiere decir que no piense que podemos ser campeones otra vez. Tenéis mi respeto y mi confianza", les dijo. La charla fue sincera y sin tapujos. Y los futbolistas entendieron el mensaje. Bernardo es uno de los suyos. Todo lo contrario que algunos directivos que insisten en considerar al alemán como carne de despido pese a sus méritos y que intentan enemistarlo con los jugadores.

Por cierto, Schuster se la está jugando con los medios porque no les sopla ninguna de sus alineaciones. La suplencia de Raúl en San Petersburgo pilló a todo el mundo con el pie cambiado. Cuando lleguen las derrotas le lloverán las críticas. Igual que le machacarán por no querer acudir a algún programa radiofónico de la medianoche. Pero a él le da igual. Sus aliados están en el vestuario. Y son los más importantes.

La prensa y los directivos del Real Madrid no tragan a Bernardo Schuster. Les molesta su habitual mala leche, sus contestaciones públicas, su enfado permanente, su disconformidad con algunas gestiones del club y su capacidad para aparentar que se encuentra en un perpetuo funeral. Sin embargo, rascando en el interior del alemán se encuentra a un futbolero de pro y a un tipo que sabe entender lo que necesita su plantilla. El fue un jugador de elite y sabe moverse en el vestuario, sabe perfectamente como tratar a sus jugadores, a los que habla con su mismo lenguaje. Hasta el punto de que ha sido capaz de superar algunos malentendidos y en la actualidad ha formado una alianza en el vestuario en la que no penetran elementos externos. El matrimonio de entrenador y plantilla pasa por encima de la complicada situación institucional del club. Por eso el Real Madrid gana. Y ya hasta empieza a convencer.

Bernd Schuster