El error grosero del 'Dibu' Martínez: el fallo impropio del nombrado mejor portero del mundo

Este fin de semana tuvo lugar uno de los fallos más flagrantes que han tenido lugar en los últimos años del fútbol mundial. La posición de portero es, sin ningún lugar a dudas, la más complicada de todo el campo, pues los aciertos no brillan tanto como en otras zonas del campo y los errores les dejan señalados y expuestos a las críticas. Y eso es lo que pasó este domingo en el City Ground de Nottingham... con el considerado mejor portero del mundo.

Corría el minuto 47 del partido que enfrentaba al Nottingham Forest contra el Aston Villa, en un partido que los locales dominaban 1 a 0 en el marcador. En una jugada combinativa, el balón le llegó a la frontal a Mangala, que disparó con potencia en busca de la meta villana. Era un disparo potente, pero no excesivamente duro y muy centrado. Pero entonces Emiliano Dibu Martínez trató de lucirse... y la pifia dio la vuelta al mundo.

Intentando hacer una palomita de cromo, para salir en las fotografías, el portero argentino se lanzó muy estéticamente y a mano cambiada, pero el error de medición fue evidente. A pesar de que tocó el balón con su palma, el gesto técnico no consiguió repeler el esférico ni hacia un lado ni por encima de la portería. Así, tras tocarla, la dejó muerta en el aire para que, con el mismo efecto que llevaba, botara y se colara en su portería.

El Dibu fue consciente, según tocó el balón, del error que había cometido y, por ello, trató de levantarse rápido para evitar que el esférico se metiera manso en su arco... pero fue demasiado tarde. Cuando consiguió hacerse con el balón, estaba más de un metro dentro de su portería, pero trató de actuar como si nada hubiera pasado. Evidentemente, el sistema de detección automática de gol ya había avisado al colegiado Jarred Gillett de que el balón había entrado.

No pasaría de ser un error más, de los muchos que hay en el fútbol, si no fuera porque el Dibu Martínez acaba de recibir el Premio Yashin al mejor portero del año. De hecho, este trofeo ya fue muy criticado en su momento, al considerar que muchos otros metas habían hecho mejor campaña. Un par de penaltis detenidos y un paradón con el pie a Kolo Muani en la final del Mundial fueron suficientes méritos para darle el galardón al meta argentino.

Pero, a las primeras de cambio, ha vuelto a demostrar que ni mucho menos es un portero de primerísimo nivel. Solo hay que ver el año que está firmando para ver que está muy lejos de ser un seguro bajo palos: en diez partidos que ha jugado de Premier -uno de ellos lo disputó Robin Olsen-, ha encajado 15 goles, además de los 4 que ha sufrido en tres partidos de la Conference League. De hecho, solo ha dejado su meta a cero dos veces, siendo el duodécimo en este ránking de la Premier.

El Dibu siempre ha sido muy polémico. Tanto que, hace unos meses, la FIFA sacó una norma en los penaltis para penalizar las artes del argentino desde los once metros y, sin duda, todos tenemos en mente cómo celebró el Guante de Oro en el Mundial con aquel gesto obsceno fuera de lugar. Ahora, vuelve a estar en el ojo del huracán solo unos días después de recibir el premio de mejor portero del mundo... con un grosero error indigno de un portero de su talla.