Es noticia
La vida más allá de La Masía: el español al que idolatran en Génova por el regreso a la Serie A
  1. Deportes
  2. Fútbol
UN CAMINO INESPERADO

La vida más allá de La Masía: el español al que idolatran en Génova por el regreso a la Serie A

El guardameta Josep Martínez ha sido clave en el ascenso. Un hijo de portero, que 'descubrió' a Pedri en su primer año de profesional y que tiene a Cañizares de ídolo

Foto: Josep Martínez, en su etapa en el Leipzig. (Reuters/Pascal Rossignol)
Josep Martínez, en su etapa en el Leipzig. (Reuters/Pascal Rossignol)

"La clave en esto del fútbol es saber controlar los sentimientos en todo momento y no sentir que eres el mejor cuando ganas, ni sentir que eres el peor cuando pierdes". Esta frase de Gerard Piqué en el Informe Robinson Cuando fuimos Campeones es la filosofía que ha adoptado el Genoa esta temporada. El propio Alberto Gilardino, entrenador del cuadro italiano, y el arquitecto de la remodelación del equipo este curso, lo comentó en la previa del partido cuando se le preguntó por el aspecto clave para afrontar el partido que definiría a la postre el ascenso del Genoa: "Mantener el equilibrio. Ese es el aspecto fundamental".

Fundado en 1893, el Genoa Cricket Football Club es el decano del fútbol italiano. Una entidad histórica que, como muchos otros, tiene su génesis en el deporte de bate y pelota, pese a haber registrado muchos éxitos deportivos en el balompié desde bien temprano.

placeholder Martínez, en un partido de Champions. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Martínez, en un partido de Champions. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Si de algo puede regodearse el aficionado del Genoa es de ser el club más antiguo del Calcio, aunque esta condición no siempre fue reconocida por todo el mundo, puesto que el documento de fundación fue extraviado durante años. Fue el hijo de Gianni Brera, famoso periodista italiano y gran tifosi, quién lo recuperó. La figura de Brera es tan sumamente trascendente en la historia del club que fue la figura encargada de apodar a la squadra de sus amores como Vecchio Balordo, lo que al castellano viene a ser un "Viejo Granuja". La etiqueta de Brera define a la perfección la temporada 22/23 del Genoa.

En lo deportivo

Recapitulemos. El Genoa FC volvió a la Serie B (segunda categoría) en 2022 tras 15 temporadas de forma ininterrumpida en la élite del fútbol italiano. En el siglo XXI han sido varios los gigantes europeos que han sentido el fuego y azufre del infierno, como River Plate, Hamburgo o Atlético de Madrid.

El descenso trajo consigo los fantasmas del pasado y el temor a revivir la época más negra del club genovés, que transcurrió, precisamente, entre 1995 y 2007, justo antes de la etapa reciente. En ese túnel oscuro, el equipo del norte de Italia llegó a tocar fondo, bajando por primera vez a la Serie C (tercera categoría) y sufriendo un escándalo de amaño de partidos que lo devolvió de nuevo al tercer escalón en 2005, justo después de haber obtenido matemáticamente el retorno a la Primera División.

El presente curso no arrancó mal. Seis victorias, tres empates y una derrota en los primeros 10 partidos. Pero una racha de cinco partidos sin ganar provocó que los nuevos inversores norteamericanos (777 Partners), socios de un 8% del Sevilla FC, que apenas llevaban un año en el club, destituyeran al técnico alemán. Sí, tan solo era un bache, pero la situación en la grada empezaba a ser insostenible. Ya lo dijo Gianni Brera en su día, "el ser más antiguo y el que hace sufrir como pocos a sus hinchas, ese es el Genoa".

placeholder Gilardino ha tenido trato con Josep Martínez. (EFE/Biel Aliño)
Gilardino ha tenido trato con Josep Martínez. (EFE/Biel Aliño)

Así, el exfutbolista Alberto Gilardino cogió las riendas del Genoa de forma interina, al mismo tiempo que la dirección deportiva rastreaba el mercado. Sin embargo, los resultados llegaron desde el primer momento y se prolongan en la actualidad: una derrota en 21 partidos y la vuelta a la Serie A con dos fechas de sobra. ¡Bravissimo!

Un protagonista español

Y entre tanta alegría, éxito y pesto, aparece Josep Martínez (Alzira, Valencia, 1998), un chaval de pueblo, hijo de portero, alto y espigado, que soñaba con jugar en el Valencia CF desde que su padre le chutaba con tres años en la pared de su casa y que ha sido una de las piezas claves de este ascenso. En su debut italiano, 17 porterías a cero y 16 goles encajados en 28 partidos, lo cual le convierte en el mejor portero de la liga.

No es el primer español que luce la camiseta roja y azul. Antes que Josep lo hicieron Raúl Asencio, Diego Capel, Chico Flores, Iago Falqué, Pedro López, Suso y Zapater.

El guardameta atiende a este periódico en su casa, sentado en el sofá, junto a su representante. Feliz, relajado, consciente de que el trabajo está hecho, solo queda disfrutar.

*****

PREGUNTA. Antes de nada, enhorabuena por la temporada y por el ascenso. Cuando llegaste al Genoa, ¿pensabas que se darían así las cosas?

RESPUESTA. Muchas gracias. Bueno, la verdad es que no. Es cierto que desde el primer momento me transmitieron mucha confianza para venir aquí y el año empezó muy bien. Yo llevaba dos años en los que prácticamente no había jugado y lo necesitaba. Los primeros meses y partidos fueron de adaptación. Luego tuve una lesión que me sacó del once titular, cambiamos de entrenador en diciembre… Digamos que rodado no ha sido, pero muy contentos.

P. No ha sido nada fácil, por lo que entiendo…

R. No, claro que no. La gente que no haya seguido la competición puede pensar que al ser un club grande ha sido fácil, pero yo he sentido que cada partido era una final. Súmale que encima no hemos tenido esa confianza de cara a gol que necesitas para ganar tantos partidos. Al final, lo hemos basado en mantener una buena defensa y encajar pocos goles. Es lo que nos ha permitido estar arriba.

P. ¿Qué tal llevas el italiano?

R. Bien, bien. Ahora mucho mejor. He hecho alguna entrevista en italiano.

P. Mejor que la de Joaquín en la Fiorentina, ¿no?

R. Sí, sí (risas). Me esperé un poco más para hacer la primera. Fue a pie de campo, después de un partido que fue contra el Reggina. Hice una gran parada al final del partido, estaba con confianza y me pidieron a mí. Pero me costó un poco más que bajo los palos.

P. Vayamos a las raíces. ¿Dónde empieza Josep Martínez a hacer sus primeras paradas?

R. En la UD Alzira. Mi padre me llevó con 5 años, pero no me dejaron inscribirme. Cuando yo empecé, la categoría más baja era prebenjamines y cogían a los niños a partir de los 6 años. Estuve un año entero entrenando con ellos, sin jugar los partidos, y disfrutando en el campo de tierra de Venecia (campo de deportes).

P. Hay un mantra muy extendido en el fútbol que dice que la posición de portero es la más difícil y la más desagradecida. ¿Por qué un niño decide ser portero con tres años?

R. Por mi padre. Desde pequeño iba por el suelo, tirándome a por la pelota. Mi padre fue portero, portero amateur. No fue profesional, pero bueno, me inculcó la pasión de la portería y ya te digo, antes de los dos o tres años, cuando empezaba a caminar, ya estaba con un balón en los pies y tirándome por los pasillos de casa.

P. El amor por los colores de la UD Alzira se desarrolla de los cinco a los 17 años. Y llega el Barça.

R. Sí. Ese año conocí al que ahora es mi representante, coincidió que yo estaba haciendo un gran año y el Barça necesitaba un portero de mi edad. Estuve una semana probando y salió todo muy bien. Lo recuerdo como una experiencia muy bonita, con muchos medios de comunicación desde el primer día y claro, imagínate pasar de la UD Alzira al Barça, entrenando con gente que hoy está en Primera División. Yo flipaba. Pero los dos años viviendo en La Masía me ayudaron mucho con el tema de la adaptación.

P. Dos años en las categorías inferiores del FC Barcelona y de ahí te marchas al filial de la UD Las Palmas. ¿Por qué esa decisión?

R. Pues mira, si te digo la verdad, el primer año en Barcelona coincidió con la sanción de la FIFA, en la que no me podían inscribir. Recuerdo que estuve seis meses sin jugar y la verdad es que me vinieron increíble porque yo venía del Alzira y estaba un poco verde. Veía a mis compañeros con conceptos y técnicas que yo todavía no tenía. Así que por ese lado muy bien. A partir de ahí empecé a jugarlo todo, tuve una lesión a mitad de temporada y hacia el final del curso ya no jugué. Terminé mis años de Juvenil y, claro, te ofrecen renovar, pero claro, éramos cinco porteros. Era una invitación a salir. Me salió la opción de Las Palmas y me fui. No conocía mucho y me terminó sorprendiendo.

P. Allí coincides con Pedri, justo el año que sube al primer equipo y llama la atención del Barça. ¿Qué hacía en los entrenamientos para que debutase con 16 años?

R. De todo. Yo no lo conocía ni había oído hablar de él. Empezamos la pretemporada y nos dijeron que iba a subir un chico del Cadete. Y cuando vino a los primeros entrenamientos ya vimos que ese chico tenía algo especial. Con 16 años, las cosas que hacía, macho… Y así fue. Hizo toda la pretemporada con nosotros y en el primer partido Pepe Mel puso de titular a un chaval de 16 años en Segunda División. Mira que ese año coincidió con Jonathan Viera, pero lo de Pedri era otro nivel.

placeholder Martínez vio como Pedri se estrenó en la élite. (Reuters/Albert Gea)
Martínez vio como Pedri se estrenó en la élite. (Reuters/Albert Gea)

P. En la famosa Liga de la Pandemia te echa el ojo el Red Bull Leipzig, un club reconocido por captar talento joven. ¿Qué sentiste cuando te llamaron? ¿Sentiste que te habían seguido mucho?

R. Fue una decisión bastante fácil, la verdad. Yo estaba en un buen equipo de España, pero cuando te presentan un proyecto así… Es un orgullo y tienes que decir que sí. A mí me ficha el entrenador de porteros del primer equipo y cuando me reuní con ellos ya me di cuenta de que sabían prácticamente todo sobre cómo jugaba. Conocían hasta como sacaba de puerta. El análisis de vídeo en Alemania está muy avanzando respecto al resto de Europa.

P. Llevas desde los 17 años fuera de casa. ¿Qué tal lo llevas y qué consejo le darías a los jóvenes que sigan el mismo camino?

R. Bueno, hay épocas buenas y malas, como en todo. Yo estoy viviendo un sueño y es algo que tenía claro desde pequeñito. No me ha importado sacrificar ciertas cosas para seguir en busca de mi sueño. Pierdes amistades y dejas cosas de lado, pero también es una experiencia muy enriquecedora por el hecho de viajar y conocer nuevas culturas. No está al alcance de cualquiera y no es fácil, pero si lo tienes claro, lucha por ello, teniendo claro que vas a dejar cosas por el camino.

P. Háblame de esos momentos malos.

R. Bueno, los años en Alemania han sido complicados, sobre todo los inicios. Aterricé en la etapa del covid y la vida allí no es como en Italia. Estaba prácticamente todo cerrado, a duras penas puedes entrar, casos de covid y pruebas todos los días... Fue duro. Pasé las Navidades encerrado en la habitación de la academia por la cuarentena que imponía el país si salías. El idioma tampoco me ayudaba para la adaptación y con lo poco que nos dejaban relacionarnos, pues imagínate… Mucho aprendizaje mental que me ha servido en el futuro.

P. Pero… ¿tenías expectativas más altas?

R. No, yo sabía donde iba y que el nivel era muy alto. Mi objetivo pasaba por aprender el máximo e intentar aprovechar las oportunidades. Cuando eres portero sabes que si no se lesiona tu compañero o pasa alguna cosa, no juegas. No tuve continuidad de partidos, pero bueno, aprendí mucho en los entrenamientos. Piensa que a mí todos los días me chutaba Nkunku, Dani Olmo y todas esas estrellas. No tiene nada que ver con el background que tenía en cuanto a calidad de entrenamientos.

P. Pero sí que hay momentos felices, como el primer trofeo de la historia del RB Leipzig.

R. Y tanto. Aquel día fue inexplicable, increíble. Encima pude jugar el primer partido de la competición, con victoria y portería a cero.

P. Ahora estás en Italia. Ascenso de vuelta a la Serie A y mejor portero de la categoría en tu primer año. ¿Qué balance haces?

R. Pues bastante, bastante positivo. Después de dos años sin jugar, he encontrado el rodaje que todo futbolista desea. Entrenar con grandes jugadores te ayuda a mejorar, pero nada te ayuda tanto como el poder tener continuidad y demostrar las cualidades que tú tienes. Me he sentido muy querido por nuestra afición, que aprieta muchísimo. Piensa que metemos en casi todos los partidos a más de 30.000 personas. Eso, en España, lo ves en muy pocos estadios.

P. Vamos a terminar con un pequeño test rápido.

R. Venga.

P. ¿Un equipo?

R. El Valencia C.F.

P. ¿Un país?

R. España.

P. ¿Un compañero de vestuario?

R. Pedri.

P. ¿Un entrenador?

R. Pepe Mel.

P. ¿Un referente?

R. Santi Cañizares.

P. ¿Un amigo?

R. Richard, de Canarias.

P. ¿Algo de lo que te arrepientas?

R. Nada.

P. ¿Comida favorita?

R. El pesto genovés.

P. ¿Un sueño por cumplir?

R. Jugar un Mundial.

P. ¿Seguirás en Italia?

R. Sinceramente, no estoy pensando en eso ahora. Yo tengo que estar pensando en mi objetivo y luego ya se verá. Sí, me queda un año de contrato en Alemania, pero en Genoa estoy muy contento. Habrá que ver qué deciden entre ambos clubes y lo que tenga que ser, será.

Poco después, AS adelantó la ejecución de la cláusula en el contrato de Josep Martínez la cual, en caso de ascenso, podría firmar por el Genoa. Una información, que ha sido confirmada por este medio.

"La clave en esto del fútbol es saber controlar los sentimientos en todo momento y no sentir que eres el mejor cuando ganas, ni sentir que eres el peor cuando pierdes". Esta frase de Gerard Piqué en el Informe Robinson Cuando fuimos Campeones es la filosofía que ha adoptado el Genoa esta temporada. El propio Alberto Gilardino, entrenador del cuadro italiano, y el arquitecto de la remodelación del equipo este curso, lo comentó en la previa del partido cuando se le preguntó por el aspecto clave para afrontar el partido que definiría a la postre el ascenso del Genoa: "Mantener el equilibrio. Ese es el aspecto fundamental".

Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS)