Iniesta: "El gol me lo he guardado para la final"

Andrés Iniesta fue el encargado de llevar España a la gloria el 11 de julio de 2010. El jugador del Barcelona logró el gol del triunfo ante Holanda en la final del Mundial cuando ya se consumían los últimos minutos de la prórroga. En ese minuto 116, la vida deportiva de todos los españoles y la suya en particular dieron un giro total. Unos tocaron el paraíso y el autor del tanto definitivo ascendió hasta ser considerado uno de los mejores futbolistas del mundo. Hoy, el azulgrana tiene ante sí otro reto, el de marcar de nuevo, el de llevar a España a escribir la página más gloriosa del deporte. "El gol lo he dejado para la final"; acierta a decir a El Confidencial cuando se le pregunta por el gol que todavía no ha llegado en la presente Eurocopa.

El menudo jugador irradia seguridad, confianza en sus posibilidades y en la de sus compañeros: "Llegamos bien, con confianza y seguridad en lo que hacemos. No hay ningún tipo de duda en lo que puede hacer la Selección, respetando a Italia, pero teniendo fe en nuestra manera de jugar, en nuestro estilo".

Iniesta inició el torneo siendo el jugador más decisivo de la primera fase del campeonato, tal y como lo atestiguan sus dos nombramientos como jugador del partido ante Italia y Croacia. En los partidos ante Portugal y Francia fue cambiando su posición, alejándose de la banda según avanzaba el choque, terminando en el centro por detrás de Cesc en el partido ante la selección lusa y dando una demostración física y técnica en la prórroga del citado partido.

Titular en todo el campeonato y acostumbrado a pisar el área contraria, Iniesta ha lanzado en 20 ocasiones a puerta pero sólo 9 de ellos han terminado entre los tres palos: "El tema del acierto, el del gol es cuestión de rachas, de fortuna. Lo he intentado pero lo mejor se guarda para el final. Ante Portugal la tuve muy clara aunque el portero la llegó a tocar. La confianza es lo que cuenta a la hora de jugar y esa está a tope".

Lo cierto es que Iniesta irradia esa seguridad que no es mayor a la que transmite la Selección. El grado de complicidad es total entre todos los jugadores tal y como demuestra Sergio Ramos a la hora de hablar del centrocampista del Barcelona: "Es un iluminado, un jugador diferente, de los que gana partidos por sí solos. Algún día estaremos orgullosos de haberle tenido jugado con nosotros". Cesc es contundente: "Es nuestra referencia ofensiva, el que marca el ritmo y da claridad a todos".