Es noticia
El Real Madrid necesita un Clásico en Champions League para morder al Barça (y no pinta bien)
  1. Deportes
  2. Fútbol
Lo mejor y lo peor

El Real Madrid necesita un Clásico en Champions League para morder al Barça (y no pinta bien)

Quizás, Ancelotti tiene que poner la música de la Copa de Europa a los suyos para motivarlos en los Clásicos. Aunque habría que empezar con disparar a portería en alguna ocasión

Foto: Modric ayuda a Busquets a levantarse. (Reuters/Isabel Infantes)
Modric ayuda a Busquets a levantarse. (Reuters/Isabel Infantes)

La fecha estaba marcada en rojo en el calendario en el vestuario madridista. No era sólo una semifinal de Copa del Rey. No era sólo un Clásico. Era el partido perfecto para dar un golpe de efecto a la temporada, aprovechar el pinchazo liguero del Barça y las importantes bajas blaugranas para generar dudas y tensión en el eterno rival. Pero el colmillo que le sobra el Real Madrid para las citas de la Champions League le falta para enfrentarse a los culés. La derrota en el Santiago Bernabéu ante el Barça más defensivo en años por 0-1 es la mejor prueba de ello.

Mientras el Barcelona huele la sangre en los blancos y aprieta como si se le fuese la vida en ello (hay sobrados ejemplos en las numerosas goleadas encajadas por el Madrid en las mejores épocas blaugranas), parece que a los pupilos de Carlo Ancelotti les falta motivación de cara al Clásico. Ni siquiera un brillante inicio de partido, con 15 minutos de altísimo nivel madridista, sirvieron para llevar en volandas al equipo. Un churrigol en propia de Eder Militao, fruto de una pérdida absurda de Camavinga, y ya se monta el drama en el Bernabéu. Si hubiese sonado la música de la Champions, otro gallo cantaría. Pero, para que eso suceda, toca que ambos equipos lleguen, al menos, a cuartos de final… Y ya saben cómo está la cosa en Europa. En un mes la revancha con el Barça teniendo un tanto de ventaja y con toda la presión para Carletto.

Lo peor | La falta de ideas de Ancelotti

Ni un disparo a puerta en 90 minutos. Siendo escrupulosamente rigurosos, uno, pero acabó en gol y fue anulado, por lo que no contabiliza. Un bochorno para el aficionado del Santiago Bernabéu que vivió un espectáculo que rozó el absurdo: apabullante dominio de la pelota y del juego ante el Barça… Inerte capacidad de generar peligro. ¿Lo peor? La ausencia de nervio de Ancelotti, sin soluciones. Esa tranquilidad que, de forma merecida, se gana los elogios cuando la cosa sale bien no puede justificar un fútbol falto de ideas en dos partidos consecutivos tan importantes como son un derbi y un Clásico. El único arrebato fue dar entrada al canterano Álvaro Rodríguez, que ya ha adelantado en la rotación a Mariano o a Eden Hazard (sí, el belga sigue siendo jugador del Real Madrid).

placeholder Ancelotti da indicaciones desde la banda. (Reuters/Juan Medina)
Ancelotti da indicaciones desde la banda. (Reuters/Juan Medina)

Lo malo | Las estrellas dan un paso atrás

La chispa de Vinícius duró hasta que recibió una rigurosa tarjeta amarilla. Parecía que el brasileño iba a coquetear con la expulsión, pero su relajación le permitió disputar los 90 minutos y, a su vez, desaparecer como referencia ofensiva. Más de lo mismo para Karim Benzema, al que le tocó el partido inocuo en esa ruleta rusa constante que parece vivir el francés esta temporada: o es el mejor del encuentro o es transparente.

Foto: Karim Benzema dialoga con Carlo Ancelotti. (Reuters/Andrew Boyers)

Las estrellas madridistas dimitieron antes de tiempo. Nadie dio un paso al frente. Rodrygo lo intentó desde el banquillo con un tímido disparo desde fuera del área, pero tampoco se le vio fino. Marco Asensio, otro revulsivo, no rascó bola. Muy difícil es para un equipo funcionar si sus mejores talentos en ataque no hacen acto de presencia.

Lo normal | Camavinga sobrevive a sí mismo

El fallo de Eduardo Camavinga en el único tanto del partido fue grosero. De los que duelen de verdad. Un pase sin alma, en un lugar comprometido y ante un rival especializado en castigar ese tipo de situaciones. Todo mal. No hay excusas para el francés, que, pese a su juventud, ya puede presumir de tener experiencia sobrada en partidos de élite. Más aún cuando estás ejerciendo como pivote.

placeholder Camavinga acabó de lateral. (Reuters/Isabel Infantes)
Camavinga acabó de lateral. (Reuters/Isabel Infantes)

Tenía todas las papeletas para hundirse y acabar señalado…, pero Camavinga se rehizo. Desde su fallo, sin dejar un partido para la posteridad, el mediocentro mejoró y se quitó fantasmas de la cabeza. En la recta final del partido, como falso lateral, casi un interior izquierdo reconvertido en carrilero, fue la mejor arma madridista para pisar área blaugrana. Hay proyecto de futbolista grande en esas botas y hay que recordarlo hasta cuando falla.

Lo bueno | Cómo defiende este Barça

Parece casi una humillación para los puristas culés. Pero qué manera de defender el resultado. Por tramos de encuentro, los 11 futbolistas que vestían a rayas en el Bernabéu estaban situados a 30 metros de su portería. Juntitos atrás, defendiendo los centros laterales como colosos y esperando una carrerita a la contra. Eso, por mucho que duela, también es fútbol.

Lo mejor | Araújo es la estrella blaugrana

Pocas dudas habría en el Santiago Bernabéu si se preguntase a los aficionados del Real Madrid a qué jugador del Barça ficharían con los ojos cerrados: Ronald Araújo. El charrúa representa todo lo que gusta en el templo blanco, pero vistiendo la camiseta culé. Si los informes de La Masía veían al uruguayo como un proyecto de jugador no acorde a los estándares de Camp Barça, ahora sus cualidades son las que dotan de competitividad y energía a la plantilla de Xavi Hernández.

placeholder Secó a Vini en la banda. (Reuters/Juan Medina)
Secó a Vini en la banda. (Reuters/Juan Medina)

El técnico catalán acudía al estadio del eterno rival sin futbolistas como Lewandowski, Pedri o Dembélé. Pero sí estaba Araújo… y el tiempo está demostrando que es su jugador fundamental. El charrúa fue un auténtico muro, secó a Vinícius (que parecía no creerse con opciones de encarar a su marcador) hasta convertirse en el mejor del encuentro. Y ya van muchas actuaciones de nivel.

La fecha estaba marcada en rojo en el calendario en el vestuario madridista. No era sólo una semifinal de Copa del Rey. No era sólo un Clásico. Era el partido perfecto para dar un golpe de efecto a la temporada, aprovechar el pinchazo liguero del Barça y las importantes bajas blaugranas para generar dudas y tensión en el eterno rival. Pero el colmillo que le sobra el Real Madrid para las citas de la Champions League le falta para enfrentarse a los culés. La derrota en el Santiago Bernabéu ante el Barça más defensivo en años por 0-1 es la mejor prueba de ello.

Real Madrid
El redactor recomienda