Vitolo ya está aquí... para enterrar por siempre a Carrasco

Estaba listo para hacerlo el pasado sábado ante el Getafe, pero el desarrollo del partido cambió el guion y Vitolo tuvo que esperar a este martes para debutar con la camiseta del Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano. Formó parte del once titular en partido de Copa del Rey ante el Lleida (3-0), un partido sin historia tras el 0-4 de la ida, pero un momento largamente esperado por el protagonista, que completó los 90 minutos y pudo disfrutar por primera vez de la sensación de hacer un gol como colchonero. Más por Simeone. Igual que sucedió con Diego Costa, la tremenda presión que ejerció provocó que la directiva hiciera un esfuerzo econónico superior para reclutar al canario. Su llegada coloca a Carrasco, autor de otro gol este martes, cada día más cerca de la puerta de salida.

Falló el intento hace dos veranos, pero el pasado ya fue definitivo para que Vitolo fuera cazado definitivamente. Con un sobrecoste que no se esperaba por el último coletazo que dio el Sevilla a la desesperada para retenerlo. Simeone siempre consideró que el mediocampista canario era una pieza que faltaba en su maquinaria para dotar al plantel de un jugador que se maneja por las dos bandas, tiene gol y aporta trabajo. Ese que tanto le ha costado siempre sumar a Carrasco y que tantos veces ha hecho torcer el gesto del entrenador argentino.

Durante los primeros meses del año pasado, el club rojiblanco activó la venta del extremo internacional por Bélgica. El rendimiento de Carrasco nunca se entendió como convincente por parte del cuerpo técnico. Su calidad nunca se discutió, sí su productividad y por encima de todo su implicación en el trabajo diario. Salvó el corte porque el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) confirmó la sanción que en su día impuso la FIFA al Atlético de Madrid. Ello provocó que el plan previsto mutara y las vías de salida se cerraron para Yannick, igual que sucedió con otros compañeros, caso de Griezmann, que ahora también regresó a la puerta de escape.

Hasta 2022

Cuando José Castro, presidente del Sevilla, anunció que Vitolo finalmente se quedaría en el club de Nervión, Simeone montó en cólera. Desde hacía semanas se daba por hecho que se vestiría de rojiblanco, pero el inicio de la pretemporada estaba a la vuelta de la esquina y el Atlético no daba el paso definitivo. Cuando trascendió que el jugador prolongaría su vínculo con la institución hispalense, el Cholo entró en acción. No daba a crédito a lo que sucedía con un futbolista que llevaba pidiendo durante un eterno año. La dirigencia rojiblanca se enteró enseguida de su monumental enfado y liquidó el asunto en un abrir y cerrar de ojos. El beneficiado, el futbolista, que gana más (6 millones limpios por temporada) de lo que pensó en un principio.

No es nada sencillo aguantar el frenético ritmo de trabajo que marca Simeone. Muchos se han quedado —y siguen— en el camino porque su exigente disciplina no es fácil de afrontar. El técnico siempre tuvo claro que Vitolo es un jugador perfecto para encajar en su modelo, todo lo contrario que Carrasco, que con ciertas actitudes y comportamientos dejó claro al Cholo que no tiene el perfil adecuado. El futbolista prorrogó su contrato, hasta junio de 2022, en octubre de 2016, pero su venta está decidida desde hace tiempo.

Un buen negocio

De cualquier manera, el Atlético de Madrid hará negocio con Carrasco. En su día invirtió unos 15 millones de euros —el Mónaco se garantizó un porcentaje de una futura venta— y años después está en disposición de recaudar mucho más. Quedar eliminado de la Champions League ha supuesto un grave contratiempo económico para la institución, que cuenta con varios efectivos para hacer caja ahora o el próximo verano. Tiene buen cartel en el extranjero y no le costará encontrar un buen acomodo. Vitolo, que puede jugar en ambos carriles, le ha alejado todavía más de Madrid.

No es precisamente uno de los futbolistas más queridos en el interior del vestuario rojiblanco. No sólo ha tenido roces con el que manda en el grupo desde hace años, también ha protagonizado el belga algún capítulo más que caliente con algún peso pesado del vestuario. Algo más que un simple roce o una pequeña fricción... Episodios de este tipo le han dejado señalado y desde hace bastante tiempo. Muy pocos compañeros echarán de menos a Carrasco, exceptuando la cuadrilla de francófonos con los que se relaciona de manera más fluida y cordial.