Simeone se aferra a Fernando Torres
El segundo tiempo del partido de ida ante el Barcelona y el doblete de Torres ante el Leganés han revitalizado al Atlético ante el partido de vuelta (21:00 horas) de Copa en el Camp Nou
En el intermedio, el silencio, también resignación, invadía todos los rincones del Vicente Calderón. Dos brillantes chispazos, firmados respectivamente por Luis Suárez y Messi, habían dejado al Atlético de Madrid contra las cuerdas, casi fuera de combate. Simeone apeló al orgullo, mucho más que a cuestiones futbolísticas, en el tiempo de relax, dio entrada en el campo a Fernando Torres y al frenético ritmo del atacante el equipo firmó un segundo episodio lleno de ardor y enorme entusiasmo. La derrota no se pudo evitar, pero ese gol de Griezmann sacó a flote al equipo. También esa aparición del ídolo de la grada, que mutó el ambiente y generó un efecto al que ahora aferra su técnico.
El segundo tiempo acuñado la semana pasada, sobre todo, y el triunfo sellado, don doblete de Torres, ante el Leganés han limpiado —no por completo— bastante la atmósfera en el interior del vestuario. Todavía con frentes abiertos, el equipo afronta el complicado partido frente al Barça con un ambiente ahora algo más saneado. En una complicada temporada, lejos en LaLiga Santander del lugar que Simeone esperaba ocupar, siguen debates a la vista. Los mismos, en este momento, pierden de manera temporal relevancia ante un partido que puede marcar el ejercicio en su totalidad. Colarse en la final de la Copa del Rey, con parada final, presumiblemente, en el Estadio Vicente Calderón, conseguiría pacificar algunos escenarios.
Mientras, Kevin Gameiro no oculta su malestar por su actual situación. Con más protagonismo hasta ahora, el francés ha pasado a la segunda fila, algo que ha provocado el lógico mosqueo. El ex del Sevilla no ha convencido a Simeone y su falta de gol le ha llevado al banquillo. Con Griezmann siempre intocable, otro que tampoco está conforme con su permanente rol es Ángel Correa. Ya en verano trató de abandonar el club rojiblanco a toda costa, deseo frenado con fuerza y determinación —también con fuerte encontronazo con el agente del argentino— por los ejecutivos rojiblancos. Así está la situación en el ataque rojiblanco. Mientras, estarán en el Camp Nou Lucas Hernández, protagonista de un turbio episodio, y Thomas, recién llegado de la Copa África.
El aviso de Luis Enrique
Igual que sucedió el pasado viernes, cuestionado por la titularidad o no de Fernando Torres, este martes no desveló un seco Simeone si tendrá o no lugar entre los once elegidos. Todo apunta a ello por los episodios recientes. Episodios que, como pasó hace un año, colocan al ariete de Fuenlabrada en la rampa de una renovación que hasta hace muy poco parecía inviable. El entrenador argentino lanza balones a la grada y, como antaño, apela al rendimiento, a los resultados. Pero igual que el año pasado el acuerdo quedó sellado en verano, ahora el protagonista deja claro que no quiere mucho ruido a su alrededor que repercuta en el ambiente del equipo. "Juego cada partido como si fuera el último", ha comentado, subrayando que no considera beneficioso que se hable de su futuro sin parar.
Exige Simeone a su equipo "jugar con la misma intensidad" que revitalizó al Atlético de Madrid en los últimos años. Para la causa, noquear al Barcelona en su propio estadio, no cuenta con un jugador determinante en esta faceta. Un sancionado Gabi que es baja en el peor momento y lugar posibles para el estratega argentino. Con este panorama, por delante del eje central de la defensa será Saúl el que deba desempeñar el papel habitualmente designado al capitán del equipo. Pero esa intensidad que reclama el entrenador será asunto común, cosa que algunos jugadores en concreto no han asumido durante este ejercicio y que ha provocado algún que otro roce en las entrañas del vestidor. Carrasco jugará presumiblemente por la derecha, un lugar que no le agrada. Igual que diferentes actitudes del belga, relacionadas con el trabajo y el esfuerzo, no son precisamente aplaudidas por sus colegas de equipo.
"La eliminatoria está bien enfocada, pero no definida". Luis Enrique viene diciendo, desde que acabó el partido de ida, que el pase a la final deberá ser sudado a conciencia por sus jugadores en el Camp Nou. En los últimos años le ha birlado el Atlético de Madrid un título de Liga en su propio estadio y le ha apeado de la Champions League en un par de oportunidades. No es el rojiblanco un enemigo menor para el equipo azulgrana. Espera el asturiano poder contar con Piqué, algo tocado físicamente, para la cita, en la que podría reaparecer Busquets, jugador fundamental siempre, más en un partido en el que se espera un brutal desgaste físico por parte de unos y otros. También entró Iniesta en la convocatoria, tras permanecer de baja varias semanas.
Alineaciones probables
FC Barcelona: Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic, André Gomes; Messi, Luis Suárez y Arda.
Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Carrasco, Saúl, Koke, Gaitán; Griezmann y Torres.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño).
Estadio: Camp Nou.
Hora: 21.00.
En el intermedio, el silencio, también resignación, invadía todos los rincones del Vicente Calderón. Dos brillantes chispazos, firmados respectivamente por Luis Suárez y Messi, habían dejado al Atlético de Madrid contra las cuerdas, casi fuera de combate. Simeone apeló al orgullo, mucho más que a cuestiones futbolísticas, en el tiempo de relax, dio entrada en el campo a Fernando Torres y al frenético ritmo del atacante el equipo firmó un segundo episodio lleno de ardor y enorme entusiasmo. La derrota no se pudo evitar, pero ese gol de Griezmann sacó a flote al equipo. También esa aparición del ídolo de la grada, que mutó el ambiente y generó un efecto al que ahora aferra su técnico.