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El Bayern, un histórico en llamas: rajadas y pullas por no dar la talla por primera vez en 13 años
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PODRÍA NO GANAR UN TÍTULO ESTE AÑO

El Bayern, un histórico en llamas: rajadas y pullas por no dar la talla por primera vez en 13 años

El conjunto bávaro, que levanta al menos un título cada temporada desde hace 13 años, podría acabar el curso sin tocar metal... y la Champions se antoja como única opción, después del baño sufrido ante el Leverkusen en Bundesliga

Foto: Los jugadores del Bayern, cariacontecidos tras la dura derrota ante el Leverkusen. (EFE/EPA/Ronald Wittek)
Los jugadores del Bayern, cariacontecidos tras la dura derrota ante el Leverkusen. (EFE/EPA/Ronald Wittek)

El Bayern de Múnich vive uno de sus peores momentos en los últimos años. Si de algo puede presumir el conjunto bávaro, es de ser uno de los grandes de la historia del fútbol europeo, un club con un modelo de gestión único que le permite ser competitivo año tras año y ser candidato a todo. Sin embargo, este curso ha empezado a notar que algo no va bien: los tropiezos se suceden y muchos pesos pesados del vestuario empiezan a estar cansados de la situación.

Este verano, el conjunto alemán daba una de las grandes campanadas del mercado: después de vender a jugadores como Sadio Mané, Lucas Hernández, Yann Sommer o Marcel Sabitzer, se hacía con el gran fichaje de Harry Kane. El delantero inglés no tardó en demostrar que la apuesta por él no era errónea y, con un saco de goles a cuestas, confirmaba que estaba llamado a dar muchas tardes de gloria al Bayern. Pero con un delantero goleador no es suficiente.

Foto: Bryan Zaragoza, con la camiseta de la Selección esapñola. (AFP7)

A pesar de que Kane suma 28 goles y 8 asistencias en los 28 partidos que ha jugado con el Bayern, el conjunto alemán vive un momento delicado, que quedó evidencia tras la goleada sufrida ante el Bayer Leverkusen. Los bávaros sabían que esta semana estaba marcada en rojo, en la que podían dar un puñetazo a la Bundesliga y comenzaba su andadura en los octavos de la Champions ante la Lazio. Sin embargo, el primer envite no pudo salir peor en todos los sentidos.

No solo fue humillado por el conjunto de Xabi Alonso (3-0), sino que algunas decisiones de Thomas Tuchel evidenciaron la clara ruptura que hay entre el entrenador y algunas de las grandes estrellas del equipo. Jugadores enfadados, estrellas atacando el estilo de juego y mitos del club cargando contra el esquema del técnico, el perfecto cóctel tras sufrir un duro traspiés en la Bundesliga que puede suponer que se corte una racha histórica del Bayern.

El primer problema tuvo lugar en el banquillo. Llegaba el partido clave, primero contra segundo, y Tuchel optó por una defensa de tres centrales. ¿El problema? Jugó con Dayot Upamecano que salía de lesión, con Kim Min-jae que venía de jugar la Copa de Asia y con Eric Dier, recién fichado en el mercado de invierno... mientras que el considerado como gran estrella, Matthijs de Ligt, era condenado a la suplencia sin jugar un minuto. Su enfado era importante.

Al término del baño del Leverkusen, el primero en alzar la voz era Thomas Müller: "Hay síntomas que se ven en el campo. Estoy muy molesto con el resultado. Lo que nos está faltando y, por eso te lo digo, es libertad. Nos soltamos entrenando porque somos libres y eso es lo que nos falta en los partidos. Mira al Leverkusen, no todos sus movimientos son planeados. Grimaldo aparece donde sea, sin importar cuál es su posición real. Ellos apuestan y juegan al fútbol". Casi nada.

Solo unos minutos después, otro de los pesos pesados del equipo no dudaba en incidir en la misma línea: "En nuestro juego, en general, hay poco que ver en términos de alegría a la hora de jugar, de creatividad, facilidad y libertad. Realmente tenemos problemas para crear oportunidades. No tengo la sensación de que nos llevemos bien, de que juguemos bien juntos. ¿Soluciones? Pregunta al entrenador". Joshua Kimmich era todavía mucho más directo.

Una temporada para el olvido

A lo largo del curso, el Bayern está mostrando un juego ramplón que solo es maquillado por los goles de Kane. De momento, ha perdido la Supercopa de Alemania (0-3 ante el RB Leipzig), ha sido eliminado de la Copa en segunda ronda ante un equipo menor (2-1 ante el Saarbrücken), es segundo en la Bundesliga (a cinco puntos del Leverkusen) y se enfrenta a la Lazio en octavos de Champions. Quedan meses de competición, pero mucho tiene que cambiar el Bayern si quiere tocar metal.

Es cierto que han contado con algunas lesiones importantes (Manuel Neuer, Kingsley Coman o Serge Gnabry, entre otros), pero el equipo no carbura. De hecho, incluso algunas incorporaciones que ha hecho en el mercado invernal, como es el caso de Bryan Zaragoza, aún no han debutado con el Bayern. Pero el problema va más allá de nombres: el equipo no tiene un juego reconocible y sufre muchas dudas que, por primera vez en los últimos 13 años, pueden dejarle sin un título.

"Con Tuchel, el Bayern no ha evolucionado futbolísticamente. Carece de atractivo", explicaba el mítico Lothar Matthaus. Mucho tiene que mejorar el juego si el Bayern quiere revertir su situación en la Bundesliga. Y mucho más todavía si quiere ser un serio candidato a ganar la Champions: será este miércoles, ante la Lazio, cuando tenga la primera oportunidad para tratar de recomponerse... pero "no llevarse bien" o "no tener libertad" en el césped no es algo que cambie en un solo partido.

El Bayern de Múnich vive uno de sus peores momentos en los últimos años. Si de algo puede presumir el conjunto bávaro, es de ser uno de los grandes de la historia del fútbol europeo, un club con un modelo de gestión único que le permite ser competitivo año tras año y ser candidato a todo. Sin embargo, este curso ha empezado a notar que algo no va bien: los tropiezos se suceden y muchos pesos pesados del vestuario empiezan a estar cansados de la situación.

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